Cuando las cosas se hacen sin utilizar la lógica se forman gobiernos como el de Santa Cruz de Tenerife. De veras que no sé si me he vuelto estúpido, estoy desinformado o, simplemente, se nombra a los concejales por motivos ajenos al buen funcionamiento de la capital.

Julio Pérez Hernández (PSOE) es licenciado en Derecho y Periodismo por la ULL. Sin embargo, no entiendo qué cualificación posee para ser concejal delegado de Economía y Competitividad, Sociedad de Desarrollo y Medio Ambiente. Lo lógico es que de la economía se ocupen economistas, y del medio ambiente algún profesional relacionado con dicha materia, como un biólogo.

Mónica Molina García (PSOE), doctora en Derecho por la ULL es concejala delegada de Deportes, presidenta del Organismo Autónomo de Deportes, Juventud y Educación. O bien al estudiar derecho en la ULL te conviertes en un erudito en todas las materias existentes o, quizás, esta señora no es apta para gestionar materias como deporte y educación.

Encontrar el cargo de José Manuel Arocha Armas (PSOE) es sencillo. Este señor es concejal delegado en materia de Asuntos Sociales, Igualdad e Instituto Municipal de Atención Social, pero, por contra, encontrar su preparación es más complicado. No he conseguido encontrar cuál es su cualificación, lo que nos deja dos posibles conclusiones: no tiene ninguna preparación o la tiene pero no la pone a disposición del ciudadano. No sé qué conclusión es peor...

Dámaso Arteaga Suárez (CC), al que muchos conocen como el enchufado de Bermúdez, es también licenciado en Derecho por la ULL y posee el cargo de concejal de Infraestructuras, Obras Públicas y Servicios Públicos y Contratación de Obras y Servicios. Tenemos de nuevo un caso de superabogado, aunque para tener tantos licenciados "excepcionales" no entiendo por qué la Facultad de Derecho de la ULL tiene fama de ser una de las peores de España.

Con José Ángel Martín Bethencourt (PSOE), concejal de Planificación Territorial, Gerencia Municipal de Urbanismo y Sanidad, nos encontramos en la misma situación que con Arocha: su preparación es una incógnita para un ciudadano normal, pues la información acerca de dicho tema no está disponible.

Hilario Rodríguez González (CC), concejal delegado de Participación Ciudadana e Inmigración, es un caso flagrante del poco sentido que rige estos nombramientos. Este señor no posee formación universitaria. Por lo tanto, no tiene la preparación necesaria para ser concejal. Estamos hablando de concejales del ayuntamiento más importante de Canarias, y, con todo el respeto del mundo, no se puede permitir que alguien con una formación nula tome decisiones en materias importantes como las que este señor tiene asignadas en esta legislatura.

Aunque quizás el caso más vergonzoso es el de José Manuel Bermúdez Esparza (CC), alcalde de Santa Cruz de Tenerife y licenciado en Derecho por la ULL. Ya dice bastante sobre su figura que haya tenido que vender la mitad de tenientes de alcalde al PSOE para poder gobernar.

Pero lo que más me impacta es que para los licenciados en Derecho por la ULL es complicado conseguir trabajo en la Península, imagino que por la mala fama de nuestra facultad, fama que, por cierto, se ha ganado a pulso, y, sin embargo, de nuevo es un abogado de la ULL quien ostenta el puesto de alcalde de la capital de Canarias. En esta ciudad, con un ayuntamiento cada vez más incoherente y en el que gobierna el enchufismo en lugar de la lógica, más que nunca, hoy todo va al revés.

José Isaac Khaos