Efectivamente, el Conservatorio de Música en Tenerife hace aguas por todos los costados; ya no solo por las nefastas políticas en educación y en otras ramas vitales, debido a la ineptitud de nuestros gobernantes de turno, sino también por algunos de los profesores, que les están siguiendo el juego a los políticos para que los alumnos se vayan aburriendo y opten por tener que marcharse a otros conservatorios peninsulares, como así está ocurriendo, por la falta de celo y por el poco interés que ponen en su docencia, sin darse cuenta de que esto supone un efecto rebote y que si el conservatorio desaparece también desaparecen sus puestos de trabajo.

Todo esto viene al caso porque está ocurriendo con relativa frecuencia que cuando un profesor o profesora causa baja por enfermedad u otro motivo no es capaz de avisar a los alumnos de que la clase se ha suspendido, a pesar de que cuando efectúen la matrícula les piden, entre otras cosas, el número de teléfono de contacto. No sé para qué lo hacen, porque raramente lo utilizan.

Quiero aclarar que no son todos los profesores los que actúan de esta manera, porque entre ellos también hay muy buena gente. No se tiene en cuenta que la mayoría del alumnado procede del interior de la Isla, de pueblos lejanos, que hacen un sacrificio enorme para estar puntualmente a las ocho de la mañana en el Conservatorio para que cuando lleguen el centro de estudios les digan que no hay clase porque el profesor o profesora está enfermo. Se marchan desilusionados y con un mal humor de perros, porque encima tienen que estar pendientes de cuándo el señor profesor está de alta para comenzar las clases, porque tampoco se les comunica.

Desde que comenzó el curso no se ha impartido la asignatura de Análisis; al parecer el profesor está de baja y por lo visto no hay quien lo supla; los alumnos van cada semana a la hora prevista a su clase y siempre la misma respuesta: "El profesor sigue de baja", y si llaman por teléfono para preguntar si hay clase o no la respuesta es: "No sabemos si vendrá hoy", por lo que tienen que prepararse y presentarse en el Conservatorio, por sí o por no. Hay que tener en cuenta que la asignatura de Análisis es una de las más complicadas del curso, y que aún no han recibido ni una clase.

V. E.

Sonrisas y lágrimas

Sonrisas para nuestros gobernantes y lágrimas para el pueblo soberano, que de soberano nada de nada.

Es tal el control publicitario de Coalición Canaria, unido ahora a Nueva Canaria, que da vergüenza ajena observar cómo todos los medios, principalmente radio y televisión, están a disposición de estos señores. Ahí tenemos al Sr. Rivero, Sr. Melchior y Sr. Bermúdez atacando sin piedad al PP. No es de recibo que en un sistema democrático, sano y de altura parlamentaria se ataque de una forma tan vergonzosa a una persona de reconocida valía y solvencia moral como don Antonio Alarcó. Es una tremenda ruindad aprovechar que las elecciones se celebrarán en unos días para arremeter y sacar provecho con unas denuncias arbitrarias. Si efectivamente los señores de Coalición Canaria creen que el Sr. Alarcó debe de ser investigado, ¿por qué no haber esperado unos días a que se celebraran las elecciones y después llevar a trámite su investigación? Coalición Canaria ha quedado a la altura del betún, pasándose de listos, en la desesperación de saber que van a perder poder en su finca (léase Tenerife).

Para mí es una injusticia y cobardía lo que ha hecho el Sr. Melchior con el Sr. Alarcó. Aquí don Ricardo ha fallado con su sistema estratégico, que a mi juicio va más en contra de su persona que de la de don Antonio. Así que las lágrimas están más justificadas.

Juan de la Rosa González