AUNQUE mi compañero de oficio y de columna en este diario Andrés Chaves había mencionado en uno de sus artículos la edición de un libro titulado "El legado del Mencey" sobre el hotel santacrucero de este nombre, coincidiendo con la reciente reinauguración del establecimiento tras las obras de reforma y mejora a las que fue sometido el emblemático edificio, la casualidad ha puesto en mi poder un ejemplar de esta esmerada publicación que me ha hecho llegar mi querido y viejo amigo Faustino Ormazábal, a quien he visto por la calle después de muchos años, precisamente días después de la reapertura del Mencey, donde Ormazábal, a quien llamábamos por el apellido, trabajaba en la Recepción, donde desempeñaba un cargo destacado y los periodistas, entre los que me contaba, teníamos en él la mejor información de primera mano sobre personajes, actividades y acontecimientos que ocurrían en aquel distinguido recinto social de Santa Cruz.

No sé si el magnífico libro está a la venta en librerías. Pero si no está, debería porque "El legado del Mencey" es parte de la historia de Santa Cruz y hasta puede utilizarse como libro de consulta dada la cantidad de datos de interés que contiene.

El libro, cuya lectura recomiendo, se abre con un breve prólogo en el que, entre otras cosas, se hace constar cómo el hotel, por sus características, su ambiente y su propia naturaleza, es considerado no solo por visitantes ocasionales, sino por personas ilustres, como un "segundo hogar", y creo yo que el autor del escrito no se refiere solamente a la clase, al lujo y a la categoría del establecimiento, que posee todas estas cosas, sino a la familiaridad que se palpa en el ambiente, en el trato y en una naturalidad parecida a la hogareña.

Siguen al prólogo, en el libro, cuatro saludos, digamos protocolarios, del presidente ejecutivo del grupo Iberostar, don Miguel Fluxá Roselló; del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero; del presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior, a cuya corporación cedió el establecimiento el Mando Económico, creador del mismo, que presidía el capitán general de Canarias, don Francisco García Escámez, y del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, que opto por no calificar porque es mejor dejarlos solo en "protocolarios", que es lo que son.

Magníficos los grabados, las panorámicas del Teide y las vistas de Santa Cruz, así como varios artículos sin firma referidos a la ciudad de Santa Cruz y a la isla de Tenerife sin mención a las otras seis islas.

Muy bien por las reseñas autobiográficas de muchas de las personas que han trabajado en el hotel en casi esos sesenta años de vida del Mencey, entre los que está mi buen amigo Faustino Ormazábal, a quien debo haber podido escribir este comentario y muchos favores más y a quien le doy las gracias.

Dejo para otra ocasión referirme a los viajeros ilustres del Mencey, que señala el libro comentado y espero hacerlo próximamente porque conocí y entrevisté a algunos de ellos.