EL CONOCIDO, admirado y veterano periodista Fernando Jáuregui publicó recientemente en este periódico un artículo que, referido al Gabinete que acaba de estrenar Mariano Rajoy, titulaba "Un buen gobierno", porque el líder del Partido Popular ha escogido a gente muy preparada. Al pasar revista a los componentes del nuevo ejecutivo, el periodista asegura que el titular de Defensa ya había sido subsecretario del mismo departamento, o sea, que no llega directamente de su casa particular -donde puede que sus hijos pequeños jueguen a los soldaditos- al ministerio, lo que ha significado, para el Gobierno y para la nación, un ridículo "contra natura" al presentar a una mujer, además preñada de muchos meses, luciendo abultado vientre mientras pasaba revista a una formación de soldados.

La estampa estaba bien si se tratara de una comedia bufa, pero el Ejército ha sido y es una cosa seria que no puede producir la carcajada cuando, por caso, una formación de aguerridos legionarios, mostrando pecho con camisa abierta, es revistada por una señora preñada de ocho meses. Y, de esta guisa, doña Carme (sin ene final) iba a visitar a fuerzas militares destacadas en Afganistán y en todas partes donde había guerra.

Otra que tal, pero sin barriga, aunque igualmente ridícula, era la señora Aído, ministra de Igualdad y no sé qué cosa, nombrada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. ¿Pero es que este hombre no tenía sentido del ridículo?, ¿no le vino al meollo que veteranos generales de la Guerra Civil y de las campañas de la División Azul en tierras de Rusia podrían plantarse y darle un disgusto? Nada de eso ocurrió por verdadera suerte, porque la incompetencia de Rodríguez Zapatero era cosa que no podía suponerse ni en un ciudadano español analfabeto y vacío de ideas.

Jáuregui, en su repaso al nuevo Gobierno, afirma que el ministro de Defensa que sustituye a doña Carme es persona moderada y la señora Chacón, añado, era, más bien, "alocada". En cuanto a Economóa acertaron los que anunciaron a Luis de Guindos, aunque opino que podría ocupar el cargo el canario José Manuel Soria, que ha ido a Industria y Turismo, aunque Soria es licenciado en Economía y en ese cargo tuvo que soportar una legislatura entera con Paulino Rivero, como presidente, en el Gobierno de Canarias. Ana Mato ocupa Sanidad, y aunque hay más ministros conocidos, como Cristóbal Montoro, no observo en la relación a un político destacado que bien pudo ocupar cargo en este gabinete y que es el abogado y diputado del Parlamento de Canarias Miguel Cabrera Pérez-Camacho, a quien creo que Rajoy tiene en la reserva.

Carece de interés citar a otros tantos ministros poco o nada conocidos en Canarias, pero afirma Jáuregui que son personas competentes y preparadas para las misiones que se les encomiendan. Rajoy ha acertado, según Jáuregui, y ahora falta tener el mismo acierto en los "segundos escalones", para cuyos cargos se barajan ya decenas de nombres, que muy malos tienen que ser para superar, por el lado negativo, a los que formaron el Gobierno de Rodríguez Zapatero, el peor en muchos siglos de historia.