Usar anticonceptivos hormonales aumenta el riesgo de que la mujer contraiga el virus del sida. Es el resultado de un estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, de Renee Heffron (Universidad de Washington, www.thelancet.com).

Trabajos anteriores habían llegado a la misma conclusión, pero este es el que aporta mayor credibilidad. Se realizó mediante un seguimiento de 3.790 matrimonios, lo que permitió observar la transmisión del sida tanto de hombre a mujer como de mujer a hombre. Las personas que han colaborado en el estudio pertenecen a siete países africanos: Botsuana, Kenia, Ruanda, Sudáfrica, Tanzania, Uganda y Zambia.

Si el anticonceptivo hormonal empleado es de los inyectables, el riesgo sube al 6,85% de transmisiones de hombre a mujer y al 2,64% de mujer a hombre. Con las píldoras anticonceptivas, las tasas son, respectivamente, 2,50% y 5,94%.

La Organización Mundial de la Salud ha requerido una reunión para examinar estos datos, según el rotativo The New York Times. Los especialistas discutirán si ya hay pruebas suficientes que evidencien informar oficialmente a las mujeres del riesgo detectado (www.nytimes.com).

Otras autoridades de diversos países han dispuesto seguir el ejemplo. En Kenia y en Zambia los gobernantes prefieren educar a la población para convencer a sus aborígenes de que cambien sus hábitos sexuales, promoviendo la fidelidad después del matrimonio y abstención antes de los esponsales. En Burkina Faso las ciudades están repletas de mensajes publicitarios que hablan del sida y de la fidelidad conyugal como verdadera prevención (http://www.sinsida.com/).

Para prevenir el sida, según la cumbre mundial de los ministros de Sanidad, se deben respetar "los valores humanos y espirituales" y deben proteger "los derechos humanos y la dignidad de la persona".

Al virus de la muerte no se le ha podido detener, según la revista "Nature Medicine"; el sida afecta a más de 33 millones de personas en todo el mundo (www.nature.com).

El Papa Benedicto XVI aboga por la "fidelidad y la castidad" como "única vía segura" para acabar con el sida en África (www.wordpress.com/category/sexualidad).

Clemente Ferrer

(Presidente del Instituto Europeo de Marketing)

El niño, el hombre y el viejo

La niñez es la época más importante del ser humano. Es la etapa que marca a la persona para toda su vida. Por eso es tan importante la influencia de los padres en la educación. También la que se les da a cargo del profesorado en los colegios. Pero, sobre todo, la de los padres, que es la que reflejará el carácter a desarrollar.

Un niño o niña bien atendido, dirigido y aconsejado por los padres, con buenos ejemplos de urbanidad, desplegará unas cualidades psíquicas y afectivas que se reflejarán con el tiempo en la conducta de cada individuo.

Por lo que todo lo antedicho formará parte de la constitución humana en el hombre maduro, que le valdrá para posicionarse en la sociedad como un ser activo, responsable y productivo. Como es el caso de la creación de la familia.

Y ya llegado a la vejez, el último período de la vida senil... pues qué les voy a decir, si es el período de tiempo en el que estoy metido. No obstante, hasta ahora me he librado del toser, estornudar y preguntar qué hora es (como dice una máxima). Y tampoco a la conclusión que llegó el poeta Jorge Luis Borges con unos de sus últimos poemas, que dice: "Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores".

En fin, cada persona es un mundo. Aunque siempre se dice que del viejo "el consejo y el dinero", según el refranero.

Juan de la Rosa González