AHORA que acabamos de estrenar la fría estación, es momento de recordar a aquellos rezagados que no han escuchado los consejos difundidos por los responsables de la Sanidad en Canarias que es hora de anticiparse a una visita más que molesta de un virus archiconocido: el de la gripe. Es aconsejable superar las postergaciones, es decir, "mañana iremos al centro de salud". Los avisos que vienen saliendo a la luz desde el otoño van dirigidos, especialmente, a la denominada "población de riesgo", que abarca desde niños, pasando por los profesionales de la Medicina y terminar incidiendo, muy especialmente, en las personas mayores de sesenta y cinco años, con o sin problemas respiratorios. La vacuna, lo afirmamos desde la experiencia personal, constituye el acto más efectivo para combatir este virus estacional, reduciendo las posibles complicaciones hasta en un 90%. El Gobierno de Canarias ha distribuido alrededor de trescientas mil dosis por los diferentes centros de salud. La noticia que nos llega es que hace dos semanas la incidencia de la enfermedad en Canarias fue la más elevada de España, y este episodio se repite cada año, con más casos que en otras comunidades al principio y conclusión de la epidemia, pero con un resultado final bastante parecido en todo el país. El dato real es que durante estas fiestas navideñas siempre ha aumentado el pico de riesgo debido a esa demora, llamémosla involuntaria, que la población aplaza en cada campaña de vacunación.

La gripe, no hay que olvidarlo, es una enfermedad que muchos se toman a la ligera, sobre todo aquellos que están convencidos de no pertenecer al grupo que puede contraerla preferentemente, alejándose, con esta actitud poco inteligente, de una de las medidas más efectivas que se están implantando en el mundo gracias a los resultados altamente positivos que se vienen obteniendo. En España se han dispuesto diez millones de dosis, y los mensajes que se trasladan desde el ministerio y consejería canaria correspondientes van dirigidos, sobre todo, a la población más vulnerable, esto es, aquella con las defensas más bajas. La situación económica y sanitaria del país aconseja que no se produzca la saturación en los hospitales, y esto puede llegar a conseguirse siguiendo las pautas de los especialistas, que, además de la mencionada vacuna, aconsejan cuidar la alimentación, basada en legumbres, hortalizas, frutos secos, vitamina C y vigilar la hidratación. Estas recomendaciones van destinadas, particularmente, al colectivo de la tercera edad.

Varios amigos médicos nos han manifestado que cualquier persona debería acudir a su médico de familia y a su enfermera. Ambos le convencerán de que la vacuna es válida para todos, porque reduce, en grados interesantes, los posibles inconvenientes que pueden surgir y que, en alguno de los casos, resultan más que incómodos... por utilizar una expresión más suave. Unos días con fiebre, tos, escalofríos y malestar general es una situación que nadie desea y que, por estas fechas y estas temperaturas oscilantes que disfrutamos en Canarias, puede convertirse en un trance que afecte a toda la familia, con lo cual estaríamos hablando de un episodio más que irritable. Unos informes nada gratos nos hablan de que en el mundo, entre 250.000 y 500.000 personas, generalmente mayores, mueren a causa de esta enfermedad y sus complicaciones. En Europa, se calcula que la gripe provoca más fallecimientos que los accidentes de tráfico, estimándose que, anualmente, de 40.000 a 220.000 personas pierden la vida a causa de la gripe, mientras que 40.000 lo hacen en accidentes de tráfico.

A pesar de estos datos estremecedores, hay que reseñar que en Canarias existe una actividad desconocida para el gran público, de la que es responsable un grupo de médicos que permanece atento a la evolución, utilizando numerosas estadísticas y estudios científicos que, día tras día, campaña tras campaña, epidemia tras epidemia, van conformando experiencias que nos benefician a todos tras destinar su tiempo y su trabajo a seguir el rastro de ese virus que se pasea por todo el planeta. Lo importante es que aún estamos a tiempo para abordar la temporada epidémica, y quienes vayan a vacunarse es mejor que lo hagan ahora para dar tiempo a que su organismo gane en inmunidad y estén protegidos durante las semanas de máxima incidencia..., que están por venir. Por si algún despistado no lo ha percibido, el invierno está aquí y los cambios de temperaturas también.