EL ALCALDE de Garachico, don Heriberto González, a quien no tengo el gusto de conocer, porque a los anteriores, todos muy buenos, como autoridades y como personas de la mayoría he sido amigo, clama, desde este periódico, que la población de la Villa y Puerto necesita imperiosamente unas urgencias hospitalarias que puedan salvar vidas humanas. La misma petición se ven obligados a hacer todos los alcaldes de los municipios de la Isla Baja y los que se sitúan entre La Orotava, donde, con grandes limitaciones, funciona un centro sanitario asistencial, y Buenavista, que son el de este pueblo y Los Silos, San Juan de la Rambla, Los Realejos, el Puerto de la Cruz, El Tanque, La Guancha e Icod.

¿Se ha avanzado algo en la imprescindible labor de dotar del material necesario al hospital público del Norte, situado en este último municipio y prácticamente cerrado, aunque se intentó abrir cuando aún no se habían terminado las obras del edificio y los pocos pacientes que llegaron a él se vieron metidos entre ladrillos y cemento? ¿Y se ha hecho algo por tratar de finalizar las obras del hospital del Sur y Suroeste, que siguen esperando mientras una población superior a la de Garachico espera hasta no se sabe cuándo porque si, pese a la distancia, llega al Hospital Universitario de Canarias y es por la tarde, encuentra los quirófanos cerrados a cal y canto?

El Cabildo Insular, que es la corporación de la que dependen los dos hospitales citados, no aporta soluciones al grave problema porque su presidente está ocupado en hacer la vida imposible a su rival en las elecciones al Senado don Antonio Alarcó, quien, por segunda vez, le ganó el escaño en la Cámara Alta.

Esta tarea, que le salió fallida tras un supuesto juego sucio que hizo a Alarcó, se ha visto interrumpida por un cambio inesperado en las relaciones del presidente del Cabildo con su partido, Coalición Canaria, a la que, según la prensa, está amagando con abandonar por un asunto relacionado con la gestión del Parque Nacional del Teide. Considera Ricardo Melchior que el Gobierno de Canarias, presidido por Paulino Rivero, comete una falta de respeto por no haber transferido el parque nacional al Cabildo y parece que ha dado un ultimátum al Ejecutivo, que no es nuevo, porque lo que hace es mantener su amenaza de abandonar CC si en el próximo mes de enero, que está a la vuelta de la esquina, no se lleva a cabo esa transferencia. Dice Melchior a Rivero: "Voy a seguir muy vigilante y espero que en enero se transfiera. Hay un compromiso del Gobierno de Canarias y el Parlamento tiene el visto bueno de todos. ¿Qué pasa? ¿Que no pintan nada".

El presidente del Cabildo hace hincapié en que se cumpla la sentencia del Tribunal Constitucional, la cual establece que la gestión de los parques es de las comunidades autónomas menos en Canarias, donde es competencia de los cabildos.

Concluye Melchior con esta acusación al Ejecutivo de Rivero: "El Gobierno de Canarias no tiene prisa y no hace nada". En cuanto al hospital del Norte, Melchior cree que puede abrirse el 31 de marzo, y, en lo que respecta al presupuesto, rechazó las barbaridades de la exconsejera de Sanidad Mercedes Roldós, quien cifró el equipamiento del centro hospitalario en siete millones de euros. Noticia esperanzadora para el alcalde de Garachico y para la gente de toda esta extensa zona de la Isla, que ya era hora.