Pasan los días, avanza enero, nos adentramos en el nuevo año y el déspota político que gobierna en Canarias sigue sin dimitir. Ni Paulino Rivero, ni su esposa Ángela Mena están políticamente legitimados para desempeñar los cargos que ocupan. Los desacredita su ambición política y su falta de seso. Como decía un afamado abogado tinerfeño cuando debía referirse a alguien de naturaleza torpe, este hombre no tiene sesos sino manteca en la cabeza. De Rivero podemos decir, como también decía el abogado al que hoy no citamos, que le basta abrir la boca para evidenciar su ignorancia. Es un ignorante político porque, como decimos, no tiene seso sino manteca en la cabeza.

Ignorancia, antipatriotismo, ambición injustificada y otras "virtudes" han llevado a este torpe político a firmar un pacto con el partido que menos votos obtuvo en las últimas elecciones autonómicas y municipales. Un pacto que supuso la entrega al PSOE de Las Palmas de las tres principales instituciones de Tenerife: el Cabildo y los ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna. Con razón se vanagloriaba hace unos días Julio Pérez, primer teniente de alcalde socialista del Ayuntamiento capitalino, de que tenía todas las influencias que había deseado tener. Por si fuera poco, ahora se descuelga el concejal socialista José Ángel Martín con que está dispuesto a dimitir como edil de Urbanismo si se lo pide el alcalde. Santa Cruz no puede estar en manos de estos ineptos políticos; no puede estar, lo hemos dicho muchas veces, en manos de un chisgarabís. La capital necesita un alcalde con talla; incluso con talla física. Repetimos todo esto para que el pueblo sepa por quién está regido. La principal ciudad del Archipiélago no puede estar tutelada por políticos ineficientes y discapacitados. ¡Qué vergüenza para Santa Cruz tener los regidores que tiene! Salvo alguna honrosa excepción, como el ya citado Julio Pérez, el equipo de gobierno de Santa Cruz no sirve. Es incapaz de resolver los problemas de los vecinos y mucho menos de sacar adelante proyectos esenciales para la ciudad y aún para toda la Isla.

Qué lejos están los tiempos de alcaldes como García Sanabria. Con estos políticos no saldrá jamás adelante el proyecto de la playa de Las Teresitas. Todos ellos son cómplices, por activa o por pasiva, del cónclave canarión que se opone al avance de Tenerife. La misión de los actuales políticos que manejan el consistorio capitalino parece que no es otra que hacerles el juego a los canariones. Nos parece bien que Zerolo denuncie a quienes lo han denunciado para que lo pasen tan mal como lo ha pasado él, pero el mal ya está hecho. Y ha sido el déspota político su principal culpable.

Tampoco nos cansaremos de decir que la única salida que tenemos como Archipiélago no es España ni Europa; la única salida es la nación canaria con su propio estado. Quien no quiera ver esto es que está ciego. Allá cada cual si, además de haber nacido español a la fuerza y haber vivido también a la fuerza, con la falsa identidad española, quiere morir siendo español. Eso significa que se resigna, de una manera absurda, a ser lo que no es. Canarias nación y estado; ese es nuestro futuro.

EL DÍA nunca abandonará esta línea de defensa del pueblo canario por mucho que nos ataquen. Nos están atacando con fiereza incluso en los tribunales. Nos han denunciado por publicar una información pulcra sobre los llamados papeles de México. Nuestro periódico rectificó esa información porque nos pusieron una pistola judicial en el pecho. Una pistola legal que empuñaba doña Ángela Mena. Una rectificación, insistimos, que no teníamos que publicar porque la información era limpia, prudente, profesional y favorecedora de las obligadas aclaraciones a ciertas sospechas. Cabe recordar, igualmente, que no fuimos el primer medio de comunicación, sino el tercero en dar a conocer la noticia. ¿Por qué no se ha obligado también a rectificar a Kanarileaks y a Abc? ¿Por qué no se ha seguido la pista a esa noticia en Kanarileaks? ¿Por qué ese ensañamiento con EL DÍA y esa mano ancha con los demás? ¿Teme alguien que se llegue a alguna situación comprometedora si se descubre quién está detrás de Kanarileaks? ¿Teme algún político encontrarse con un amigo reciente, por más señas agraciado en el reciente concurso de frecuencias radiofónicas, si se llega hasta el final?