EN CANARIAS, aproximadamente un tercio de la población teóricamente activa se encuentra en paro. Un 28,6% y 314.400 desempleados, según la EPA (Encuesta de Población Activa). Más de la mitad de la gente joven, sectores enteros como la construcción, totalmente barridos del mapa.

Cualquier persona de bien, y conste que por si alguien quisiera llamarme catastrofista o populista en cuanto a los términos que utilizo para titular la columna los he oído en la radio y televisión pública repetidos, tiene que estremecerse ante semejante cifra fuera de control. Porque, por si fuera poco, va a incrementarse este año. Los europeos se empeñaron en enfriar tanto la economía que ha vuelto a contraerse. "Cuando estaban acostumbrando al burro a no comer va y se muere".

Miren lo que dice el economista que dirige el panel de coyuntura de Funcas, Ángel Laborda: "La economía española está atrapada entre dos tenazas: la de la restricción crediticia, que se ha agravado por la crisis de deuda soberana, y la del ajuste fiscal, que incide sobre una economía totalmente estrangulada. La mejora dependerá de si se afloja la primera tenaza, porque el ajuste seguirá por años"; "España va a estar en recesión todo 2012. El empleo va a caer y mucho". El crédito no circula y el déficit público ha escalado hasta el 8%, como mínimo. El ajuste fiscal será mucho mayor de lo previsto, explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Según sus cálculos, todavía por concretar, el paro en España este año se situará entre el 23% y el 23,50% y se destruirán unos 400.000 empleos, que traducido a la hora menos de las islas va a suponer que traspasemos la barrera sicológica del 30% y que alcancemos unas decenas de miles por encima de los que hay ahora.

Es tremendo. Los que quieren explicarlo sin haber asumido un riesgo empresarial en su vida, defendiéndose a la vez en sus posiciones aseguradas por una nómina fija pagada por el Estado, dicen en algunos casos que es por los excesos privados cometidos y por comprarse el BMW antes de hacer negocios. Por tirarse el tal, más grande que el cual. En general acusan a los empresarios caídos de despilfarro y de llevarse hasta lo que no tenían cuando si de eso es culpable alguien, es la propia Administración. Hay muchísimos emprendedores e innovadores que fueron profesionales y austeros, capaces y listos, fuertes y competitivos, pero las plataformas en las que operaban cayeron como nadie podía imaginar ni loco antes de la crisis. El tsunami es mucho mayor que lo que se podía soportar con una simple previsión entendida o profesional. Estados enteros como España patinan en la cuerda floja y digo una cosa, aunque el mercado del dinero se reactive un poco, dudo mucho que por lo menos durante un tiempo haya muchos atrevidos que quieran ponerse a contratar gente más allá de los bares y negocios que dependan en un alto porcentaje del factor trabajo.

Con la demanda, ya lo hemos visto. En las Islas se ha activado bastante la afluencia de visitantes, las pernoctaciones en hoteles, la venta de paquetes, en definitiva la demanda turística que no ha ocasionado ni de lejos el cálculo que había hecho algún economista esnifando registros del siglo pasado: 1.000 empleos por cada 25.000 turistas añadidos.

Qué más quisiéramos nosotros, yo ya digo también que aunque llegue esa reforma del sector financiero y consigan con el tiempo y una caña activar algo los créditos, la gente se va a atrever poco porque probablemente ha triunfado la cobardía llevada al extremo. Mariquita el que se mueva.

Mira Spanair, de sinvergüenzas y capullos pa''rriba, cuando si no lo remediamos pronto se irán al pozo los que quedan. Cierto es que han cerrado en plan sajazo para cortar de cuajo la sangría, pero también es verdad que su negocio no daba y cuando un negocio no da parece que todos arremetemos contra los dirigentes náufragos rasgándonos vestiduras y acusándolos de no sé qué. Es igual, Gonzalo Pascual, Gerardo Díaz, Thomas Cook o el hombre que tenía el negocio en el local de abajo. Si no hay quien asuma el riesgo en base a puertas y ventanas que se abran en Canarias, no habrá ni crecimiento ni empleo y seguiremos pa''trás como los cangrejos.

Porque además hay daño a la dignidad de las personas y se condiciona el futuro.