PARA que no perdamos la costumbre por las malas noticias, el mes de enero deja en Canarias un saldo de 8.414 parados más. ¿Cómo es posible que CC no haya reaccionado y mantenga todavía a Paulino Rivero en la presidencia del Gobierno, sabiendo el daño que le ha hecho y que le sigue haciendo a estas Islas? ¿Cómo es posible que los nacionalistas patriotas, que sabemos que los hay, sigan manteniendo a esta inutilidad política? CC siempre ha sido un partido respetable; formado por falsos nacionalistas, pero respetable. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, y debido a su apatía, está encaminándose a una muerte cierta e irremediable. En la tercera isla ya ha desaparecido por completo mientras que en Tenerife, lo hemos señalado reiteradamente, ha sufrido tal pérdida de votos, que está al borde del abismo. El mismo abismo insondable al que Paulino Rivero está arrojando a Canarias sin que se lo impidan los que están en condiciones de evitar que se prolongue esta hecatombe.

CC es cómplice de lo que está ocurriendo por mantener a un torpe político como dirigente y como militante. Vamos a peor. No está lejos el día en el que será necesaria la intervención de brigadas internacionales para socorrernos, porque por culpa de Paulino Rivero y de su esposa -una política tan perniciosa como él o más- nos estamos hundiendo en el hambre y la miseria. Está a la vista de todo el mundo que durante los cuatro años de mandato de este hombre en la legislatura anterior, así como los meses que llevamos de este, Canarias se ha empobrecido sin remedio. Esta no es una reflexión sacada de la chistera sino derivada de la realidad. ¿Por qué se mantiene este hombre en el poder? ¿Por qué lo mantienen quienes, como decimos, pueden apartarlo de la presidencia del Gobierno cuando lo deseen? ¿Qué necesidad hay de seguir soportando a esta calamidad política? ¿Qué servicios le está prestando al Archipiélago? Ninguno. Todo lo contrario porque, como decimos, nos está hundiendo. Bajo su mandato solo vemos ruindades, rencores, acciones sospechosas que no quiere aclarar -como el papel jugado por Kanarileaks en el asunto de México-, despotismos políticos, sospechas de inversiones personales en lugares donde no debería hacerlo porque la mujer del César no solo ha de ser honrada -inversiones que, en caso de comprobarse su veracidad, algo que no afirmamos, deberían motivar una investigación sobre su comportamiento y el de su esposa-, favoritismos a los amigos y allegados y, para no cansar, una alarmante falta de gestión política pese a que Canarias sufre ahora mismo una de las peores crisis de su historia.

De momento, y hasta que llegue la independencia, la salvación de las Islas está en un pacto entre el PP y el PSOE. Un pacto para nosotros indeseable, pues existe un abismo entre ambas formaciones políticas, pero necesario para eliminar a los falsos nacionalistas de CC porque mantienen a Paulino Rivero, que es la peor lacra para esta tierra. La pregunta está en la calle: ¿cómo consigue mantenerse Paulino Rivero? ¿Qué maniobras está haciendo para lograrlo? ¿Qué confabulación existe entre este déspota político y la cúpula de CC para que no lo echen a empujones?

También decíamos ayer, al igual que en días anteriores, que mientras seamos una colonia, muy a nuestro pesar nos incumben los problemas de España. Y el principal problema que tiene España en estos momentos es el desempleo. Un paro que alcanza niveles cada vez más dramáticos en Canarias, tal y como señala el dato con el que iniciábamos este comentario. Pues bien: el problema del paro no se solucionará mientras no se adopte el despido totalmente libre. Hay que empezar por ahí para que los empresarios le pierdan el miedo a contratar. La mejor forma de ayudar a los empresarios es establecer, insistimos, un despido enteramente libre.

Sobran también los comités de empresa, porque lo único que hacen es molestar y suscitar enemistades entre los empleados y el empresario. Nada de subvenciones a los sindicatos y a los partidos políticos y, como medida temporal, la supresión transitoria del Parlamento de Canarias; un antro político del que volveremos a ocuparnos ampliamente en nuestro editorial del domingo. Canarias tendrá un Parlamento digno, así como una legislación laboral moderna y eficiente, cuando sea una nación soberana con su estado. Por eso exclamamos un día más independencia, divino tesoro, ¿dónde estás?