ASÍ se definía Spanair desde que la Generalitat de Cataluña metió millones de euros en dicha aerolínea para potenciar el aeropuerto del Prat como base de líneas intercontinentales que le dieran lustre y prestigio; y con ello al nacionalismo catalán. El aeropuerto del Prat tenía que superar al de Barajas porque... "Catalonia is not Spain". Y efectivamente Spanair ha sido "La de todos". La de todos los que nos hemos visto afectados por su decisión de cerrar el kiosco. Miles de personas dejadas en tierra y con sus billetes adquiridos incluso unas horas antes de tan abrupta decisión.

Yo pensaba que una decisión de tal índole requiere unos tiempos y una planificación para hacer el menor daño posible. Haber estado vendiendo billetes hasta poco antes de ordenar la paralización de vuelos es, simplemente, una estafa. Y eso ha de tener responsabilidad penal. Y el muy honorable president de la Generalitat no puede llamarse andanas, ¿o sí? La Generalitat, mediante empresas públicas de ella dependientes, estaba en el Consejo de Administración de Spanair. O sea, responsabilidad le cabe por lo ocurrido, pero a buen seguro que no pasa nada. Habrá pasado, otra vez, la tomadura de pelo y de bolsillo a los ciudadanos que, por diversas circunstancias, tenían la necesidad de viajar. Este que suscribe hubo de "reubicarse" a su costa en AirEuropa para poder regresar a Tenerife. Obviamente presenté la oportuna reclamación ante Aena y seguiré los trámites indicados por la pretendida "línea de bandera catalana", pero no albergo esperanza de compensación alguna. La Generalitat no puede echar balones fuera cargando sobre la mala gestión de la compañía. ¿Para qué se está en el Consejo de Administración? ¿Para cobrar las dietas? A juzgar por lo que está pasando en muchas empresas públicas o participadas, tal parece que sea así.

En otro orden de cosas, "la de todos" también debería ser España. Pero bien se ve que no. Los nacionalismos más o menos moderados, cuando no absolutamente soberanistas o independentistas, tratan de afianzarse identitariamente para ser otra cosa que no sea España. Y en eso estamos, gracias al régimen zapateril, cuando dos responsables por colegiación gubernativa cuales son el señor Rubalcaba y la señora Chacón pretenden acceder a la Secretaría General del partido. De un partido que siguen llamando Socialista Obrero Español, en franca contradicción con lo que han venido haciendo tiempo atrás en el Gobierno y en el partido, y que dio lugar al descalabro electoral. ¿Qué activo pueden ofrecer tales personajes, que han sido corresponsables de la debacle? ¿Pueden tener credibilidad alguna aún dentro del partido? Visto lo que está ocurriendo parece cierto que no había mimbres en el Partido para haber puesto coto a los desmanes zapateriles a fin de no llegar al deterioro producido. Yo pensaba que sí los habría y por ello me permití decir en alguna ocasión que era necesario un congreso extraordinario para atajar el asunto, que pasaba por destituir al Sr. Zapatero en tanto que secretario general. Es obvio que no se hizo. Y la situación a que se ha llegado demuestra que no había personas capaces para hacerlo. Si las hubiera o hubiese habido, uno y otra, don Alfredo y doña Carme, habrían de estar alejados de la sigla. Uno porque tiene demostrada su capacidad de mentir. Otra porque tiene demostrada su antiespañolidad catalanista. ¿O no era ella una de los "Rubianes"?