NOS PREGUNTÁBAMOS ayer lunes, en nuestro comentario,
cómo es posible que un político que ha sido nulo como
gobernante (no ha hecho nada, de nada, de nada) como es Paulino
Rivero siga presidiendo el Gobierno de Canarias. Nos preguntábamos
también qué intereses hay para que se perpetúe este
disparate, ya que por el bien del pueblo no se justifica tal permanencia
en el poder del político más inepto que ha padecido Canarias en toda su
historia. Paulino Rivero no gobierna para favorecer el bien común sino para favorecerse
a sí mismo, a sus correligionarios y sus compinches. Además, ha pactado con
los perdedores para que sean éstos quienes gobiernen presididos por él. Entre todos
han desgraciado a Canarias.
Publicábamos también en nuestra primera página de ayer que el sector de la construcción
considera que está a merced de la inversión pública, por lo cual un recorte
en los fondos destinados a infraestructuras puede seguir destruyendo empresas y empleo
en las Islas. Estamos de acuerdo con Fepeco, que es la patronal de la construcción.
Ahora bien, ¿por qué no formulan una petición para que desaparezca este perverso
Gobierno que tanto los está perjudicando a ellos y a cualquier habitante del Archipiélago?
¿Por qué no denuncian la incapacidad de Paulino Rivero para resolver los
gravísimos problemas de Canarias? Estamos con Fepeco, lo reiteramos, pero esta organización
empresarial debe hablar claro para echar a quienes ya han arruinado a esta
tierra, empezando por Paulino Rivero y su esposa, que son los principales responsables
de la catástrofe. Mientras Paulino Rivero y su esposa, y el resto de sus secuaces
políticos, sigan gobernando, Canarias no podrá levantarse y salir de su miseria.
Volvemos a preguntarnos qué intereses, a la fuerza inconfesables, tiene Paulino
Rivero para gobernar con los perdedores.
Lo mismo podemos decir del Cabildo de Tenerife y su deuda que apenas se reduce,
como denuncia el PP. Haría bien Ricardo Melchior en presumir menos de españolismo
y dedicarsemás a resolver los problemas que tiene entremanos. Siempre hemos
confiado en el presidente de la Corporación insular, pero no negamos que, junto con
Paulino Rivero, ha sido uno de los militantes y dirigentes de CC que más nos ha defraudado.
Los problemas del Cabildo no se resuelven acusando a los demás, sino trabajando
para resolverlos. El Cabildo de Tenerife, su presidente y cuantos forman parte
de esta institución, tan querida en esta Isla, tienen la obligación de defender a Tenerife,
aunque eso es algo que Ricardo Melchior no está haciendo en estos momentos.
Y pasamos a un asunto que será el núcleo de este editorial.
El domingo publicaba nuestro colaborador Ramón Moreno Castilla un artículo titulado
“Canarias-Marruecos, el eje atlántico” que consideramos muy interesante, pues
aporta una vía alternativa a nuestra independencia. Ramón Moreno es una persona
que sabemuy bien cómo funcionaMarruecos y cuáles son sus intenciones, tanto diplomáticas
como políticas y de gobierno. También es Moreno Castilla un gran conocedor
del Derecho marítimo internacional, al igual que domina la filosofía política en
general. De su colaboración del domingo destacamos los dos párrafos finales, que por
su importancia transcribimos íntegramente para acto seguido comentarlos.
“Termino con una reflexión –escribe Ramón Moreno– en la línea de Karl R. Popper
(1902-1994), filósofo neopositivista austriaco, gran defensor de la lógica y la metodología
científica: Es un error demasiado extendido el pretender sujetar con el pensamiento
lo que va a suceder. Lo correcto, dice el conocido ensayista, es pensar en
lo que puede hacerse para que lo que vaya a pasar seamejor que lo de ahora. Proyectar
el pensamiento hacia adelante, desde una visión prospectiva, equivale a querer
provocar cambios sin esperar a que el peso de la problemática agote su proceso
degenerativo o intente solucionarse con piruetas desarraigadas de los límites digeribles.
Si cambiar es sustituir hábitos inerciales por comportamientos de movimiento,
parece adecuado apostar por futuros ajenos a cualquier tipo de fatalismos.
Desde una dimensión geoestratégica positivista, y en el más puro y ortodoxo pragmatismo,
¿no sería bueno para Canarias ser un “Estado Libre Asociado” a Marruecos?
Con esta fórmula, ciertamente novedosa, y que dará escalofríos a más de uno,
es seguro que ya no habría problemas conMarruecos: ni por el trazado de lamediana,
ya que tendríamos aguas compartidas; ni por los yacimientos de hidrocarburos localizados
en aguas adyacentes, que serían explotados conjuntamente con un reparto equitativo
de beneficios; ni por el turismo, dado que podríamos ofertar el paquete “Continente
e Islas”; ni por la agricultura, cuyos productos son de mayor calidad y a mejores
precios que los que nos cuela España en este mercado cautivo; y numerosas ventajas
más, que sería prolijo enumerar ahora. Seríamos, en definitiva, dos países amigos, no
competitivos sino complementarios, con intereses comunes y un futuro prometedor.
“Status” que podría ser extrapolable al Sáhara, que sería entonces un “Estado Libre
Asociado” a Marruecos, con la variante de “soberanía compartida”, lo que constituiría
todo un aldabonazo en las relaciones supranacionales y la diplomacia internacional;
y daría un giro de 180 grados al conflicto, con una solución imaginativa, integradora,
beneficiosa para las partes y, sobre todo, pacífica. Inclusive, ese modelo de
relación-asociación interestatal podría ser asumido por la misma ONU, dejando sin
efecto la labor de la inoperante MINURSO. ¿Se le ocurre a alguien algo mejor?”.
Este planteamiento de Ramón Moreno lo vemos como un acierto pero nos reservamos
expresar nuestra última opinión mientras meditamos, que esto es muy sano.
Desde luego, esta es una solución para que Canarias tenga su estado y sus aguas, así
como su Hacienda, su Constitución y su Justicia propias. Muchos pondrán el grito en
el cielo porque piensan que Marruecos es África negra. Y aunque así fuera, los habitantes
del África negra son seres humanos. Marruecos es un país que está a la cabeza
de la civilización en el mundo actual, y prácticamente pertenece al occidente europeo,
aunque esté en África. Se alarmarán algunos ante la posibilidad de unirnos a un
país que no es europeo, pero la realidad es que no somos europeos.
En cualquier caso, como decíamos antes, nos reservamos nuestra opinión hasta que
llegue el momento. La solución no es mala si España no nos da la soberanía. Si España
nos da la soberanía, la mejor opción es la independencia. Si no, no nos queda mejor
camino que esa libre asociación con Marruecos porque así conseguimos un estado
soberano, nuestras aguas y el disfrute de nuestros recursos, nuestra constitución y nuestra
justicia. Algo que debemos pensar muy bien, porque lo inadmisible es seguir siendo
una vil y vergonzosa colonia española. O marroquíes que tienen derecho preferente
porque estamos en sus aguas jurisdiccionales territoriales.