1.- Antañazo, a Fraga lo llamaban siempre Fraga Iribarne. Yo lo conocí, siendo un chiquillo, en una de sus visitas al Puerto de la Cruz. Moribundo Franco, cargado como un erizo, lo vitoreé en el cabaret "El Rey Chico", en Granada, a donde me fui de señoritas con un compañero de profesión, más sereno que yo, que ahogó mis entusiasmos políticos con whisky; por si hubiese allí alguno de "la secreta". Quería, entre putas, o sea en un marco muy propio, homenajear a don Manuel por la Ley de Prensa y por la reforma política. Siendo niño me asombraba mucho de lo deprisa que se bajaban del coche oficial los ministros, como si fueran señores muy ocupados. Fraga Iribarne era uno de ellos. Aumenté mi simpatía por él cuando descargó una perdigonada en el culo de CarmencitaFranco durante una montería. Algún adlátere se lo contó al Caudillo y éste respondió, con aquella frialdad: "Tenía que ser Fraga". Esas sí eran monterías y no las de Garzón y Bermejo, pobrecitos. Los sociatas no pegan en una montería, sino en una reyerta con el Vaticano, que es lo suyo.
2.- A Fraga lo han homenajeado en el Congreso, creo, y le quieren poner su nombre a una calle de Madrid. Pero ya están los de Izquierda Unida y los del PNV dando el coñazo. A Izquierda Unida le pasa lo mismo que al Atlético de Madrid antes de Simeone: todo le salía mal. Los del PNV es que son muy particulares. Fraga, cómo no, tendrá su calle en Madrid como la tienen otros grandes hombres. A don Manuel le gustaba, en tiempos, la bailarina MaríaRosa. Y fue el que inventó lo de "España es diferente", me parece. Y reconstruyó la red de Paradores. Y les dio el carné de periodista a tantos profesionales. Y potenció la Escuela de Periodismo. Y mandó a hacer la Ley de Prensa e Imprenta. E inició la reforma. Y fue uno de los padres de la apertura y de la Constitución. ¿Cómo, mentecatos, no va don Manuel a tener una calle en Madrid?
3.- A Fraga le encantaba mi pueblo. Yo creo que habría que dedicarle otra calle en el Puerto, porque ¿cuántos hoteles no se construyeron con el crédito especial que él estableció? ¿Y cuántos profesionales de la hostería no recibieron el carné profesional de su mano? A don Manuel le encantaba el Puerto, donde hizo buenas migas con los alcaldes IsidoroLuzCárpenter y FelipeI (porque hubo un II, mi primo). Luego dejó en el cargo a su segundo, LeónHerreraEsteban, que era militar jurídico me parece, y que también demostró su amor por la Isla. Lo que pasa es que éste es un pueblo de desmemoriados. De desmemoriados, de torpes y de advenedizos. Ah, y de mentecatos.
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