EL 15 DE ABRIL, día de mi cumpleaños, porque pasado el trago de la ofensa y el desprecio, apagar la señal en frecuencia modulada de la Mega será una celebración. Ya no la queremos, ya no nos sirve para los proyectos de futuro que hemos diseñado para una de las marcas de radio, le pese a quien le pese, más destacadas de Canarias: Mega Latina. Que Paulino Rivero, Javier González Ortiz, Fernando Ríos, José Manuel Bermúdez y todos los que nos han despreciado se metan la frecuencia modulada por el mismísimo dial.

Desconectamos los equipos que durante dieciséis años han lanzado al aire, que no es de ellos, buenas ondas, rítmicas, alegravidas, sandungueras e informativas. Miles de canciones de cientos de grupos canarios que nunca habían tenido la oportunidad de sonar en radios controladas desde Madrid. Esas que mantienen solo unos pocos empleados pero que se llevan fuera de la Isla todo lo que sacan, mucho, de administraciones, empresas y agencias que nunca han querido considerar a las empresas de radiodifusión canarias. Cientos de miles de canciones de artistas y grupos de todo el mundo, cuya cualidad mejor valorada fue siempre la buena música, no sus bolsillos o el de las compañías discográficas; como sucede en esas cadenas que imponen ritmos, modas, voces y cancioneros. Lo mismo que el presidente del Gobierno de Canarias quiere hacer ahora.

Mega Latina deja el aire y se mete de lleno en las profundidades del mundo digital. La gran familia de la Mega no entiende que el dichoso concurso convocado por el Gobierno autónomo haya sido una farsa en la que se nos ha utilizado para entregar a otros los postes de emisión, confundiendo baremación con capricho y presente con falso futuro. Quizá fue un error creer en Paulino Rivero y su gente. Hasta el último segundo pensé que no impedirían a miles de oyentes sintonizar emisoras locales con solera. Pero ha llegado el momento de no perder más tiempo en una situación que nos ha llevado al desánimo, enormes gastos en proyectos, avales, abogados y largas esperas.

Hemos cambiado el chip. Hemos vuelto a la ilusión y creatividad que hace dieciséis años hizo nacer esta radio. Vamos a convertir Mega Latina en un producto digital vendible y con un potencial de audiencia tan grande como la aldea global. Hasta 2011 nuestros productos digitales eran un complemento de la emisora, anclada en la convencional frecuencia modulada. Desde ahora, el mundo digital es meta a corto plazo y nuestra única prioridad. Ya estamos cambiando la página web, integrando las últimas soluciones multimedia y de conectividad. La emisora on-line alcanzará una capacidad de audiencia hasta ahora no utilizada por emisora alguna del Archipiélago. La calidad de la señal de audio es máxima preocupación. Además, uno de los principales cambios y novedades será tener una programación de veinticuatro horas con locutores, sin cuñas, sin publicidad convencional. Somos conscientes de que vamos a perder fieles oyentes que llegaban a nosotros a través de la señal de frecuencia modulada. Pero quien quiera encontrarnos lo va a poder hacer. Señal on-line, radio en TDT y smartphones son las alternativas que ya están ahí y que complementaremos con dispositivos y técnicas en las que seremos pioneros.

Ya no queremos tus emisoras, Paulino Rivero. Y me temo que la mayoría de los canarios tampoco. Viendo cómo se ha gobernado en las Islas en los últimos seis años, a nadie vas a convencer de que las nuevas radios entregadas sin explicación lógica son las que necesitan los canarios. La audiencia elegía libremente qué escuchar y no admitirá la manipulación y el golpe a las emisoras locales, el radicidio llevado a cabo por Coalición Canaria. Tienen perdida la batalla porque nos barren de la FM en un momento donde hay alternativas: internet, móviles, TDT... Ahí -de momento- no desgobiernan Rivero y sus mariachis.

Agradezco muchísimo -personalmente y en nombre de Guaci, Carlos, Miguel Ángel, Nuria, Pili, Miriam, Ivonne, Sara, Alberto, Laura, Morocho, Félix, Miguel, Nicolás, Jesús, Fermín, Merchy, Wolfang, Lorenzo, David, Andrés, Emir, Joana, Héctor y otros colaboradores de la historia de la Mega- la solidaridad y muestras de afecto de tanta gente en estos últimos días. Sus palabras, besos y abrazos nos dan mucha fuerza. La Mega resurgirá. Quédense ustedes, señores del Gobierno de Canarias, en el pasado. Nosotros vamos al futuro.