Hola, Chaves (el nuestro, claro). Cuando amanece y me invade la tristeza, voy más deprisa a por EL DÍA de lo que suelo ir usualmente (te lo juro, eh) para enchufarme en la lectura de tu confidencial, que, aun considerándolo corto, me alimenta de optimismo en mi perenne melancolía (80 años). Sé que te agrada reseñar tus años (64), y por llevarte tres quinquenios he usado el tú (que no te agrada), por lo que entiendo que sepas ser indulgente con quien esto escribe.

Eres inteligente (pero no listo). Sin embargo, como periodista soy fan de tu lectura. Ya sabes (lo intuyo) que pertenezco a ese grande y enriquecedor ejército de culés que pululan por todos los pueblos de la Tierra, incluido tu Puerto y mi querida Rambla (San Juan). De momento no estamos autorizados (pero lo conseguiríamos) para ofrecerte (hoy es moda) cambiar de chaqueta (en tu caso de camisa) y que te conviertas en uno más de los nuestros; así podrías disfrutar o presumir de barretina, en tu aplatanada cabeza, en tu querida y valiosa plaza del Charco y de paso herir (literalmente) a nuestro Juanito Cruz, ya que este supo elegir los colores y hace mucho que la usa (la barretina). Aprovecho para comentarte que me han dicho que cierto parlamentario ha acudido a las sesiones de vez en vez con la camisa de Pepe. Ojito al dato, que la podemos liar por sabedores de nuestra ideología independentista. ¡Qué buen presidente serías! Referente a tus adjetivos de mago, belillo, enano (por cierto, que ha ganado tu "Junco" ¿una copa de chupito?), son calificativos que no nos desagradan, ya que tales conceptos tienden superlativamente a agrandarnos en lo deportivo. La pírrica superioridad que personalmente proclamas en el último choque (de trenes por decir una broma) queda en eso, en sufridor. Nos satisface que hayas valorado la irritación que te produce el dominio universal del azul y grana sobre tu blanco.

No podemos dejar en el baúl de los recuerdos un artículo publicado hace años (por lo menos treinta) en una revista médica, avalada por varios médicos madrileños, donde se afirmaba que la persona obesa, si se cuidaba, era más saludable que la que no lo era. ¡Si supieras el elevado porcentaje de gordos que existen en los galácticos te asombrarías, sobre todo los de derechas!

Se va haciendo muy largo este comentario que solo tiene su miga entre adversarios futboleros, que son los culés y los otros, listos los primeros e inteligentes los demás. Lo coges, ¿verdad?

Manuel Cayetano

PD. Una vez terminado este singular y obligatorio comentario, no nos cogió de sopetón eso que llaman red y que, afortunadamente, a favor o en contra del tema, estamos a años luz de ese virus contaminante.

Al margen de tu reacción a lo estrictamente deportivo, y a título personal, estoy contento con lo que predicas: que por tus venas corre sangre guanche, según lo publicado en EL DÍA sobre los orígenes del apellido Chaves en nuestra Isla.

Gracias por no tener la contestación de tu temida y fina pluma.

Por favor, reflexionemos

Hoy he oído que el Gobierno va a decretar que los bancos pongan a la venta los pisos que tienen inmovilizados, pero a menor precio. ¡¡Me he quedado patidifuso!!

Vamos a ver, de modo que un banco "x" te "vende" un piso, y digo vende aunque en realidad nunca llegó a ser tuyo, pues estás pagando a dicho banco (las jodidas hipotecas) el susodicho inmueble que, por otro lado, te endilgaron a un precio abusivo, debido a la burbuja inmobiliaria que ese mismo banco fomentó y colaboró a crear. Y ahora por mandato gubernamental te lo quieren vender otra vez pero más barato.

O sea, a ver si me aclaro, usted me deja a mí, mientras yo le pague, eso sí, un piso. Pero luego, si yo, debido a las circunstancias que sean, no se lo puedo seguir pagando, usted me lo quita, con lo cual vuelve a ser suyo y yo he perdido en el camino un montón de euros y usted ha sacado un beneficio escandaloso en la operación. Pero ¿qué creen esta gente y nuestros gobernantes? ¿Que somos idiotas? ¿Me quieren hacer dos veces la misma jugada, o qué? No, señores, de eso nada, si ahora tienen un montón de pisos cerrados que les ocasionan gastos, pues hay que mantenerlos (luz, agua, comunidad, etc.); haberlos puesto en su día a su precio razonable y no "bajarlos" de precio ahora que estamos todos jodidos, incluso ustedes, los banqueros, que están viendo las cosas "crudas". Ya está bien, hombre, de tomaduras de pelo y abusos. Una vez vale, pero dos es de tontos.

Luciano José Pérez Coello