Tras llevar un tiempo hablando con mi hijo sobre su futuro, qué carrera quiere estudiar, dónde tendría que ser, qué tipo de trabajo es el que desea..., llegamos a conclusiones bastante claras, pero hoy en día solo tengo una cosa segura: yo no lo dejo ir ni loco a la ULL.

Hasta hace unos días, la ULL me parecía una universidad con bastantes factores a favor para alguien que como yo viva en Tenerife. Estaba dispuesto a mandar a mi hijo, siendo consciente de sus aptitudes para el estudio, a una universidad que se encuentra desde mucho atrás en la cola del Estado, pero es que hoy en día... ese es el menor de los problemas de la ULL.

Tras leer el siguiente titular en la prensa, "los miembros claustrales de AMEC se exponen a la expulsión de la ULL por defender los intereses de los estudiantes y por ejercer su derecho a opinar libremente", me paro a reflexionar: si yo, padre de familia, dependo de una beca para que pueda cumplir mi sueño como padre, que mi hijo termine una carrera, y leo lo anterior, el primer sentimiento que me viene a la cabeza es sentirme hasta culpable por lo ocurrido. Esto es así porque como padre de becado yo soy protagonista de una denuncia como la anterior. Si esto pasa en la facultad, que se supone de Psicología, no me quiero imaginar lo que pase en las demás... ¿Qué va a pasar el día en que tenga que reclamar una nota? ¿Se lo van a llevar los seguritas a base de palos?

Quiero que mi hijo vaya a una universidad donde aprenda una carrera y aprenda a convivir con humanos, no para que aprenda a ser un hijo de... Quiero que mi hijo aprenda a estudiar, a relacionarse y a reclamar lo que es suyo cuando lo tenga que hacer, y con todo este tema de los estudiantes expulsados de la ULL no le puedo permitir la entrada a una institución de la que, por último, la prensa solo habla de agresiones, persecución política, abuso de poder, manipulación, expedientes, etc.

Mientras siga con ganas de poder entregarle a mi hijo algo de ese sentido que me enseñaron a mí, humanidad, mi hijo no va a sufrir lo que por desgracia están sufriendo otros en la ULL.

Antonio Rodríguez

Y tiro porque me toca

La designación de Luz Reverón para ocupar el cargo de directora insular de la Administración General del Estado en La Gomera ha colmado el vaso de la paciencia de los gomeros, pues consideran, con sobrados motivos, que tanto en la isla colombina como fuera existen centenas de funcionarios que reunían el perfil para dicho cargo.

Sin entrar en los méritos que adornan a la Sra. Reverón en cuanto a su currículum académico, pero sí en el político, al servicio de CC, su paso por el Ayuntamiento de Santa Cruz al frente del Plan General ha sido un fracaso estrepitoso, poniendo a barrios en pie de guerra, pero, sobre todo, el caso del "mamotreto" de Las Teresitas, aún por dilucidar en los tribunales. Si a lo anterior le añadimos su desarraigo a la isla, desconocimiento de los graves problemas que le aquejan, ha envenenado a los militantes, simpatizantes y votantes en La Gomera.

Horas antes de la toma de posesión de la Sra. Reverón, el secretario regional del Partido Popular, Sr. Fernández, se lució en una cadena de radio diciendo lo siguiente: "Luz Reverón es una persona valiente y muy valiosa que estaba desilusionada con Coalición Canaria". Estas palabras no dejan de ser un aviso a navegantes, es decir, si usted, militante de cualquier partido político, se encuentra desilusionado con el mismo, lo dice y el PP le recompensa. Y es también un insulto a los gomeros. Sí, un insulto, ya que, para el Sr. Fernández, en La Gomera, según su parecer, no existen valientes y personas valiosas, y por tanto hay que recurrir a personas de fuera de la Isla.

Y concluyo con un vaticinio: le ha tocado la lotería, Sra. Reverón. Estará el tiempo preciso en la Isla y más adelante se habrá ganado un cargo en el Gobierno de Canarias, si el PP entra en el mismo, en el Ayuntamiento de Santa Cruz, en el Cabildo o en el Gobierno nacional, pues no va a ser usted diferente a sus compañeros, que cambian de puestos como yo de cuchara.

Moquetito