EL PARTIDO POPULAR, que es el que manda, desde la Metrópoli, en esta colonia disfrazada de comunidad autónoma, ha dado cuenta de un acuerdo consistente en suprimir diecisiete entes públicos para disminuir el gasto actual. Esto significa que será desmantelado el 67 por ciento del sector público. Queda disminuido tal sector, cuestión que debatirá, previsiblemente, el Parlamento en estos días. No se mencionan nuevos despidos ni en cuánto se rebajará el gasto, pero no se oculta que ese personal cuesta actualmente 72 millones de euros. Ese sector cuenta, ahora, con cuarenta y cinco entes de los que solo dejará el PP trece, según una moción que se lleva al pleno en estos días. La medida incluye la supresión de diecisiete entes, además de la fusión de otros veintiuno en solo seis, en la Comunidad de Canarias. Los diputados María Australia Navarro, Asier Antona y Víctor Moreno anunciaron la nueva medida de austeridad en rueda de prensa. No se dijo cuánto será el ahorro que se busca y se insistió en que no habría despidos, pero sí reajustes de la plantilla, para incrementar la eficacia. Y se cree que el ahorro venga por la eficacia de la Administración.

Sin que, informativamente, se haya tratado de reacciones o consecuencias, en Coalición Canaria se informa de que se dan por hechos próximos despidos en la Radiotelevisión autonómica debido a los recortes presupuestarios. José Miguel Barragán, portavoz de CC, informa de que en el seno de la Comisión de Control y Seguimiento de RTVC, si hay recortes, se rescindirán contratos en el ente, aunque el director de RTVC, Guillermo García, aseguró que eso no sucedería, pero Barragán se ratificó en lo dicho.

García, después de asegurar que ayudará a los empleados, dijo, en cuanto a ingresos que garanticen la continuidad de RTVC, que "no hay líneas milagrosas para la obtención de más ingresos, que serán necesarios".

A la postre, es posible que la protesta de todos los damnificados por los recortes de la Sanidad, que es lo primero y fundamental para el pueblo canario, dados el cierre de los hospitales y el incremento de las largas listas de espera, que pueden dar lugar a la muerte de los desatendidos, se cubran con las cantidades hoy destinadas a sostener servicios innecesarios, que son un lujo para Canarias aunque favorezcan a la clase política gobernante, como ha reiterado en su columna mi querido y admirado compañero Ricardo Peytaví, quien recoje fielmente el sentir de la desatendida población canaria. A propósito, no tengo noticia de que en toda España ocurra lo que está pasando en Canarias en lo que respecta a la Sanidad pública, solo en la Comunidad de Cataluña, y ya se conocen las constantes y hasta violentas reacciones del pueblo catalán ante esas desatenciones inexplicables en una región tan rica y bien organizada, algo realmente inexplicable.