El debate sobre la conveniencia de que se realicen prospecciones petrolíferas cerca de las costas de Lanzarote y Fuerteventura -que den lugar más adelante a la explotación comercial del hidrocarburo- es el tema que EL DÍA abordó esta semana. A la cita acudieron el concejal del PP de Santa Cruz de Tenerife Manuel Fernández; el portavoz del PSOE en el Cabildo de Tenerife, José Luis Delgado; el portavoz del CCN, Benito Codina; el secretario de Movimientos Sociales de Intersindical Canaria (IC), René Behotegui; el economista Jorge Dorta, el portavoz de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN), Eustaquio Villalba, y la responsable de Medio Ambiente en Canarias de CCOO, Carmen Marrero.

Presente en el debate, a consecuencia de las últimas declaraciones realizadas sobre prospecciones petrolíferas, estuvo José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, sobre el que René Behotegui dijo que "muestra y es patente su enorme interés por velar por los intereses y los privilegios de la empresa Repsol, así como su absoluto desinterés por las necesidades del pueblo canario.

Como portavoz de IC, Behotegui resaltó tres elementos de discusión que le parecían imprescindibles en el debate: quién debe decidir sobre las prospecciones y posible explotación, que "no deben ser ni los políticos ni las élites oligárquicas gobernantes", sino que tiene que ser una decisión soberana del pueblo canario; quién se debe beneficiar con estos recursos, que para este sindicato no puede ser otro que "el pueblo canario" y teniendo en cuenta que se trata de un sector intensivo en maquinaria y capital, pero no en mano de obra, también aclararon que "no va a generar empleo, ya que el que se pueda crear es muy especializado, de los que no hay en Canarias.

"La única forma de que esto fuese beneficioso para las islas es que más de la mitad de las utilidades que genere un negocio se queden en las islas", dijo Behotegui.

El portavoz de ATAN, al mismo tiempo, que recordó que se trata de una organización con un arraigado "sentido conservacionista", expresó su negativa rotunda a que se autorice ningún tipo de prospecciones petrolíferas en el archipiélago.

ATAN defiende que se apueste, en vez de por una energía que está en crisis y que solo significa "invertir un montón de dinero en una zona para conseguir una cantidad, la que sea, pero finita", por las energías renovables, porque son las que no se acaban, crean más puestos de trabajo y tienen futuro".

Villalba, sobre las declaraciones de Soria que ponían de relieve la calidad y cantidad de crudo que podía albergar la zona, se preguntó si acaso tenía "información privilegiada que no conocemos el resto de los canarios, porque aquí nadie ha podido pedir permiso para saber cuánto hay. Será porque se han hecho de manera ilegal o muy poco democrática, es decir, ocultando la información al público".

Coincidieron sendos invitados en las "graves consecuencias medioambientales que tendría esta actividad, no solo para los ecosistemas, sino para la economía que, hasta ahora, ha sido la única que ha resistido la crisis y que es el turismo.

Asimismo, ATAN entiende que "los estados poseedores de petróleo no han destacado por haber salido de su desarrollo, sino para oprimir a su propio pueblo, enriquecer a unos pocos y beneficiar a las grandes compañías por parte de algunos regímenes políticos como son los casos de Arabia Saudí, Venezuela o Libia".

En el caso de CCOO, Carmen Marrero manifestó que como organización sociopolítica, consideran "que el debate debe estar en otro punto y es establecer qué desarrollo económico y social, además de energético, queremos para Canarias porque nunca lo hemos querido vinculado o dirigido al tema de los combustibles fósiles".

Marrero, recogiendo algunas de las ideas verbalizadas por sus compañeros, también refrendó la apuesta "por las energías renovables porque van dirigidas a un desarrollo del empleo estable y de mejor calidad que el que se produzca si hay petróleo en las costas canarias".

Igualmente recordó que con este modelo se va en contra de turismo de excelencia o la biodiversidad marina, como en el tema de los cetáceos, donde somos un referente mundial"

A CCOO le preocupa especialmente que el ministro Soria haya hablado del petróleo "como una forma de diversificar la economía y nos parece muy peligroso, porque no se puede hacer sobre algo que es muy inseguro todavía y no se sabe la dimensión que tiene".

Manuel Fernández se mostró sorprendido por que en Canarias se discuta la conveniencia de efectuar las prospecciones. "Es el único lugar del mundo que se plantea un debate así", afirmó incrédulo. "En cualquier otra parte se brindaría con champán por la posibilidad de que exista petróleo".

Tras afirmar que su partido respalda las prospecciones, dejó claro que las Islas "no están en posición" de renunciar al petróleo, si lo hubiera.

Para Jorge Dorta, el debate planteado tal como lo hicieron el resto de invitados es "falso" y sus argumentos, "equivocados". Dorta afirma que se sabe que hay petróleo en las inmediaciones de las Islas desde los años 70: "Los independentistas lo dijeron, el Gobierno canario lo sabía y calló, y el Estado español trató de ocultarlo".

Lo importante para este economista, en todo caso, es que con el modelo propuesto para su explotación, "en Canarias no se creará ni un puesto de trabajo" ni dará lugar al desarrollo de una industria petroquímica regional. Por ello, el verdadero debate es cómo generar empleo y cómo aprovechará Canarias ese recurso para diversificar la economía, "que es justo lo que no se quiere abordar". "El modelo de Repsol no creará empleos aquí ni dejará beneficios, es peor que un modelo colonial", criticó.

Más mediador se mostró José Luis Delgado. El portavoz del PSC en el Cabildo de Tenerife explicó que su partido no apoya las prospecciones hasta que se aclaren aspectos como la repercusión para la sociedad canaria de los beneficios derivados del petróleo y abogó por que el Ejecutivo forme una comisión con el Estado para definir este aspecto.

Propuso también definir la titularidad de las aguas donde pudiera hallarse el petróleo y el establecimiento de la mediana con Marruecos como asuntos prioritarios antes de autorizar las prospecciones.

Benito Codina también planteó la modificación de la Ley de Hidrocarburos de forma que el Archipiélago pueda ingresar unos 400 millones de euros al año -de cumplirse el volumen de explotación previsto por las empresas-.

Como los sindicatos, insistió en la necesidad de que se efectúe bajo "estrictas" medidas de control medioambiental y, en este sentido, se mostró partidario de que sea España la que autorice las prospecciones y controle el proceso, en vez de confiar en la "sensibilidad" de Marruecos al respecto.

René Behotegui retomó la palabra incidiendo en que las prospecciones no diversifican la economía ahondando en el modelo económico colonial. Dirigiéndose al representante del PP le preguntó, "¿brindan con champán quiénes?... ¿las compañías petroleras y los políticos corruptos brindan con champán?".

En su intervención, Villalba señaló que a él, escuchando lo anteriormente expuesto, le recordaba el "cuento de la lechera, repartiéndose los beneficios antes de saber siquiera si los hay. Haya los que haya -dijo-, el problema no está ahí, está en que, como he oído decir, tenemos un maná lleno de dinero y que podemos incluso desarrollar otras cosas. Y yo recuerdo el maná que hemos tenido durante tantos años que ha sido vender nuestro territorio canario, generar incontables beneficios sin poner una piedra y sin que la economía canaria se diversificara lo más mínimo y que es el modelo que se ha sustentado hasta ahora".

Por su parte, Carmen Marrero expresó sus temores de que si se llega a concretar que hay crudo, "si es verdad lo que se dice, y es de calidad, será por un tiempo finito y una vez que se acabe eso ¿qué pasa con Canarias si no hemos hecho una apuesta por la diversificación económica y energética?.

Ante las intervenciones de unos y otros, Jorge Dorta apuntó que el asunto de la mediana y la titularidad de las aguas son "tonterías" y aseveró que España reconoce derechos en ese espacio a Marruecos a través de los acuerdos de pesca y criticó el modelo de desarrollo que plantea el CCN porque son "migajas".

Manuel Fernández reiteró que si no se autorizan las prospecciones en Canarias, será Marruecos el que brinde con champán, "tal y como hace Noruega", y defendió que la bolsa de petróleo está a 50 millas de las Islas -unos 90 kilómetros, calculó-, a lo que Villalba replicó que a esa distancia lo que hay es tierra firme marroquí.

Por su parte, José Luis Delgado remarcó la importancia de llevar a cabo la reforma de la Ley de Hidrocarburos previamente -y no de forma simultánea si no diera tiempo antes- a su eventual explotación, una opción que, por el contrario, defendió el PP.

En todo caso, dejó claro que si Canarias no puede sacar un beneficio fiscal del recurso, no ve interés en permitir que se explote.

"Las Islas soportarían los riesgos y los beneficios se los lleva otro", respondió ante el argumento del PP de que, si no es España la que autorize las prospecciones -y explotación- lo hará Marruecos.

Fernández insistió en que la eventual explotación de petróleo no será la "solución" para los problemas de las Islas, pero sería el primer paso hacia la diversificación económica, asunto en el que tampoco hubo acuerdo.

CC, en contra

Aunque al debate estaba invitada a CC a través del experto en esta materia, Fernando Ríos, finalmente no pudo asistir, por lo que remitió una nota en la que expresó que "cualquier recurso natural en las aguas que circundan el archipiélago es nuestro y de los canarios" y por lo tanto, la decisión de explotarlo o no. Según explica, "la pertenencia de Canarias al Estado español supone que todas las aguas canarias sean españolas y viceversa, que todas las aguas españolas sean canarias. De la misma manera que el Teide es canario y, por ende, español, lo mismo ocurre con los espacios de soberanía o jurisdicción española por esta parte del mundo, que son canarios. Dicho de otra manera, no hay aguas españolas que no sean a la vez canarias. Que sean españolas no está discutido internacionalmente, prueba de ello es que ni Marruecos (quien único podría verse perjudicado), se ha opuesto al reconocimiento de las aguas -y negocia con España la delimitación de la mediana-, sino que tampoco se opuso a las autorizaciones que el Estado español dio en 2001 a la compañía Repsol y que, posteriormente, fueron anuladas por el Tribunal Supremo." Ríos añade que "la ley de hidrocarburos de 1988, modificada en 2007, dispone que si las prospecciones son en tierra la competente es la comunidad y si es en mar, el Estado. Y esa distinción entre espacios terrestres y marítimos es inconstitucional, antiestatutaria e ilegal, por lo que el Gobierno de Canarias recurrió la ley de hidrocarburos al Tribunal Constitucional. Por eso mismo, también nos oponemos a las autorizaciones retomadas por el Estado y que quieren dar a Repsol y porque, además, no se ajusta a Derecho, ya que carece de las más elementales medidas medioambientales que eviten una catástrofe en caso de vertidos. Canarias no puede permitirse el lujo de poner en peligro su medio natural, que es la base, junto al clima, de su principal industria, el turismo, como tampoco es razonable que, en caso de que se decida extraerse, asuma los riesgos y no tenga beneficios, ni en puestos de trabajo ni de ingresos tributarios".

CARLOS ACOSTA Y SONNIA CHINEA Fotos: MARÍA PISACA