AL PARECER, la cosa, tal como se planteó, no quedará solamente en el temor de los posiblemente perjudicados, si el Partido Popular da tijeretazos presupuestarios y deja en la prostituta rúa a algunos, puede que a todos, de los que trabajan, es un decir, en Radiotelevisión Canaria y manda al paro a esos empleados de gañote, y escogidos a dedo, por favoritismo, en la tal RTV autonómica, y a los que paga el gobierno de don Paulino Rivero con dinero del que priva a los hospitales públicos, que no pueden abrir sus puertas a los enfermos, ni siquiera a las parturientas, por falta de fondos que no aporta el Ejecutivo, o porque no los tiene o porque los dedica a la innecesaria "Guanchancha" y a las aludidas emisoras autonómicas de RTV, igualmente innecesarias, que constituyen un lujo superfluo solo aprovechado por los políticos que nos mandan para su propaganda personal.

El Partido Popular da un paso más hacia adelante, al hacer constar que tomará el acuerdo de proponer que cuarenta de sus diputados sean los que elijan al director de la citada radiotelevisión autonómica, actualmente Guillermo García, quien, aunque no se descarta que pudiera ser confirmado en el cargo, parece difícil que se llegue a reelegir, porque el señor García está muy cuestionado y esa circunstancia no le favorece en nada. Lo lógico es que si los cuarenta miembros parlamentarios del PP quieren dar un rumbo nuevo a la RTV canaria excluirán a don Guillermo y nombrarán a un nuevo director que sea del agrado de los cuarenta diputados populares, que designará el partido entre los más enterados y competentes en materia radiotelevisiva y menos sospechosos de favoritismo.

Estos datos los dio a conocer, hace pocos días, el portavoz del PP en esta materia, Víctor Moreno, quien anticipó que su grupo formulará una proposición de ley para modificar la normativa vigente y forzar que RTVC someta a votación parlamentaria la elección de su máximo responsable. El diputado Moreno recordó que el pacto CC-CCN-PNC y los socialistas incluye la democratización del ente y cambiar la forma de escoger al director de RTVC, a lo que también se comprometieron el presidente Rivero y el consejero del Gobierno de Canarias Hernández Espínola. También se limita el sueldo máximo de los cargos.

Podríamos estar, pues, en estos momentos, en vísperas de cambios en Radiotelevisión Canaria, lo que no tardaremos mucho en saber, y esperamos que sea más pronto que tarde, porque lo que se aguarda puede dar paso a que otras serias y fundamentales acciones, como el cierre de los hospitales públicos, la disminución de las listas de espera para cirugías y otras atenciones hospitalarias, puedan ser normalizadas y lleguemos a la recuperación de la normalidad en estas islas, que ya va siendo hora de terminar con los sucesivos tropezones que está dando nuestro Gobierno, quizás el más nefasto que se recuerda en el Archipiélago canario y sin horizontes medianamente satisfactorios para esta desgraciada tierra, que, por ineptitud de los que mandan, está cada vez peor.