Esta semanA quisiera dejar de hablar de política y de economía, aunque hoy en día dominen nuestra vida. Solamente expresar que esperamos todos, pensionistas, parados y trabajadores, que la acción del Gobierno no se límite, como hasta ahora, al control del déficit, totalmente necesario, entre muchas razones porque nos lo exige Europa, de la cual formamos parte y con la que hemos disfrutado nuestra mayor época de prosperidad, sino que se tomen medidas para activar la economía nacional. Por ejemplo, en Irlanda se ha obligado por el Estado a unos bancos a dar créditos a empresas y emprendedores; aquí, en España, que yo sepa, las importantes ayudas concedidas a los bancos, en muy buenas condiciones, se han dedicado preferentemente a resolver sus problemas internos, aminorar pérdidas, dar dividendos y, lo que más indigna, al menos en mi caso, mantener unos sueldos, bonos y gratificaciones excesivas a sus órganos directivos. Posiblemente, que los ciudadanos españoles no asuman lo que debieran las medidas tomadas hasta ahora es porque los paganos hasta ahora seguimos siendo los de siempre: los funcionarios, los pensionistas, las clases medias y bajas. Las clases adineradas tienen ante sí la posibilidad de eludir los impuestos con sus empresas, sicav, y otro tipo de operaciones que ni sé ni puedo por tanto detallar; el caso es la enorme diferencia existente entre los contribuyentes.

Siempre recordaré que en la época de la socialdemocracia sueca de hace unos años la diferencia entre quien más ganaba y el que menos era de diez veces, nada que ver con lo que ocurre en España actualmente. También observar que, efectivamente, hay que reducir o eliminar las empresas públicas, especialmente las que dan pérdidas, o compiten con las privadas, pero habrá que hacerlo de forma de que no se produzca una avalancha más de parados. Caso aparte es la de los políticos, cesantes o no, que los pensionistas no puedan cobrar dos pensiones, aunque tengan derecho, y tengan que elegir una, y que los políticos puedan compatibilizar dos o más remuneraciones muy importantes, como los Zapatero, Chaves, Salgado... Estos son los últimos, pero también con los otros partidos ocurre lo mismo. Ahí se ponen todos de acuerdo; es indignante y frustrante.

El 27 de febrero se ha celebrado, con la presencia del Príncipe de Asturias, en Cartagena (Murcia), el acto central del 475 aniversario de la creación, por Carlos I de España, de la Infantería de Marina española. Se leyó el Real Decreto que ratifica la antigüedad de este Cuerpo, se rindió homenaje a los héroes de la Infantería de Marina y se renovó el compromiso de servir a España con lealtad. Tras la imposición de condecoraciones, se leyó el Decálogo del Infante de Marina y se rindió un homenaje a los que dieron su vida por España, cantándose "La muerte no es el final", colocando una ofrenda de flores y rezando una oración. También se celebró el acto de transmisión del legado espiritual e histórico al soldado más moderno de manos del comandante general de la Infantería de Marina. Tuvo su origen este glorioso cuerpo en los Tercios Viejos, unidades de infantería inicialmente destinadas a ir embarcadas en los navíos de la Armada, de forma temporal, para realizar campañas o combates específicos. Es la infantería de marina más antigua del mundo, creada, como hemos dicho, por Carlos I en 1537, al asignar permanentemente a las escuadras de galeras del Mediterráneo las Compañías Viejas del Mar de Nápoles. Fue, sin embargo, su hijo Felipe II quien les dio el concepto actual de fuerza de desembarco. Desde su creación han combatido por mar y por tierra en todos los conflictos armados en los que España ha intervenido, ganándose este cuerpo el calificativo de glorioso por su heroísmo. Lleva la banda roja en sus uniformes, hecho solo compartido con la Guardia Real.

Sus funciones principales son la proyección del poder naval sobre una costa hostil (operaciones anfibias) y las actividades de seguridad de buques e instalaciones navales. Su estructura actual es la siguiente: el Tercio de Armada y la Fuerza de Protección. El Tercio de Armada se ubica en Cádiz (San Fernando) y constituye la fuerza expedicionaria de Infantería de Marina, con misiones terrestres que se inician desde el mar. Está compuesta por la Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR) y la Unidad de Base. La BRIMAR está compuesta de dos batallones de desembarco, uno mecanizado y un grupo de movilidad anfibio (antiguo grupo de Armas Especiales). La Fuerza de Protección (FUPRO) es la encargada de la seguridad de las instalaciones y del personal de la Armada. Está compuesta por tres tercios: Sur, situado en Cádiz y Rota; Norte, en Ferrol, y Levante, en Cartagena; la Unidad de Seguridad del Mando Naval de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria (USCAN), y la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid (AGRUMAD). Existe también una Fuerza de Guerra Naval Especial, con base en Cartagena, fuerza para operaciones especiales de la Armada, marítimas, terrestres y de litoral, que potencia el trabajo de las unidades de Operaciones Especiales (UOE) y de los Buceadores de Combate (UEBC) de la Armada, que se constituyó el 10 de junio de 2009. Sus misiones son reconocimiento y vigilancia especial, acción directa, asistencia militar, reconocimientos hidrológicos, demoliciones y submarinos. A su vez la UOE abarca las operaciones especiales en los ámbitos marítimos y marítimo-terrestres. Existe también una Unidad Especial de Desarticulación de Explosivos, para apoyo a las unidades de buceo, enseñanza de cursos, desarrollo de métodos de desarticulación y cooperación con otras unidades de desactivación, manteniendo su adiestramiento.

Las guerras y batallas más destacadas en su historial son la batalla de Lepanto, donde la flota de la cristiandad, mandada por don Juan de Austria, derrotó a los turcos, que asolaban el Mediterráneo; la batalla de la isla Terceira, la batalla de Pensacola, expedición franco-española a la Conchinchina, guerra Hispanoamericana, guerra del Rif, Guerra Civil española, guerra de Ifni y guerra Hispano-Sudamericana. La Infantería de Marina es considerada el puño ofensivo de la Armada; su santo patrón es san Juan de Nepomuceno; su lema: valientes por tierra y por mar; y su aniversario, el de la fecha de creación, el 27 de febrero.

En Las Palmas, donde radica la USCAN, se celebró el acto en la plaza de Armas del Arsenal de Las Palmas de G.C. La presencia de estas unidades en las Islas es muy antigua, estando sin duda presentes, de una u otra forma, en la defensa de las Islas junto a las Milicias Canarias, especialmente después de la reorganización que en 1551 se le encomienda a Pedro Cerón tras asumir el mando militar de Gran Canaria; o bien tras la creación, en 1573, por orden del rey Felipe II de los Tercios de Milicias Canarias.