Parece que un muchachito de Las Palmas, un chiquito que dirige en plan correveidile un periódico cada vez con menos lectores y subvencionado por un déspota político, pretende emular a una colega suya, también de la tercera isla y tan mala periodista como él. Decimos esto porque ese chiquito trata de incitar a la Justicia contra José Rodríguez debido a que ha publicado, con todas las evidencias geográficas a su favor, que Canaria es una isla "sahárica". Hay islas desérticas, como Lanzarote y Fuerteventura, que son un regalo de la naturaleza por sus bellezas. No es el caso de la tercera isla del Archipiélago canario, que se caracteriza por ser un territorio de secarrales feos, por tener una capital triste bajo una sempiterna panza de burro, por beber agua artificial -pues procede de desaladoras- y por vanagloriarse de unas playas peligrosas si atendemos al elevado número de personas que deben ser socorridas a lo largo del año mientras practican los baños de mar en ellas. ¿Qué quiere este plumilla mequetrefe? ¿Qué EL DÍA les mienta a sus lectores? ¿Por qué le parece mal que digamos que Las Palmas, como llamamos en Tenerife a esa isla pues Gran Canaria es un nombre tan artificial como el agua que beben los "grancanarios", ocupa el tercer lugar en el Archipiélago al ser la tercera en extensión superficial? Solo falta que publiquen un decreto que obligue a hablar bien de Canaria, aunque para ellos, como decimos, haya que mentir. Una mentira muy difícil de admitir, pues estamos hablando de la isla menos bella e interesante del Archipiélago.

Enseguida pasamos a ocuparnos del jefe político de este chiquito, pero antes queremos decirle que asista a unas cuantas clases de urbanidad para que aprenda, entre otras cosas, que no es correcto acercarse a una mesa en un restaurante a saludar a los comensales, ni siquiera de pasada, pero que si se comete tal indiscreción, lo propio es saludarlos a todos. Siempre se ha dicho que lo cortés no quita lo valiente. Además, para ser mundiales del mundo mundial, como pretenden nuestros "hermanos" canariones, hay que empezar por ser exquisitos con las personas. ¿O no? Y vamos con el señor Rivero.

El presidente del Gobierno de Canarias estaba citado ayer en el Juzgado de Primera Instancia número cuatro de Santa Cruz de Tenerife para que compareciera en un acto de conciliación previo a la presentación, por parte del editor de EL DÍA, de una demanda civil por injurias y calumnias. El señor Rivero manifestó en su momento, tanto en el Parlamento de Canarias como en la Radio autonómica, que José Rodríguez lo había chantajeado para que le concediera una frecuencia de radio. Es decir, lo acusó falsamente de un delito, pues tal coacción es un puro montaje de un político inepto que no sabe qué más inventar para ocultar su manifiesta incapacidad como gobernante. Paulino Rivero, mostrando muy poco respeto por la Justicia, no compareció a la cita en el mencionado juzgado, motivo por el cual ha sido condenado en costas.

Aquí tenemos un ejemplo más del despotismo político de quien nos gobierna. ¿Tenemos o no tenemos razón cuando decimos que hay que borrar de la escena política a este pésimo gobernante, así como a la goda política de su esposa y a la caterva de ineptos políticos que lo rodean? Paulino Rivero está demostrando que odia la libertad de prensa. Lo que han hecho y siguen haciendo con EL DÍA tanto él como su esposa solo cabe calificarlo de un atentado continuado contra la libre información y opinión. Ahora quieren que un tribunal nos prohíba criticarlo. ¿Volvemos a los tiempos del general o de la Rusia soviética? ¿Es posible que un español como él conculque de esta forma la Constitución española? Paulino Rivero está obligado a respetar la Carta Magna del país al que tan animosamente sirve como indígena colonizado. Su caso no es el mismo de EL DÍA, o de los patriotas canarios, que acatan la Constitución de la metrópoli que nos coloniza por imperativo legal, aunque no la aceptamos como nuestra.

No nos cansaremos de repetir que Coalición Canaria tiene que obligar a dimitir a este hombre, o echarlo a empujones si no se marcha por decisión propia. Ni siquiera es aconsejable esperar hasta el congreso nacional de este partido, previsto para junio. Entonces ya puede ser tarde para la supervivencia de CC como formación política y mucho más para estas Islas y sus habitantes, cada vez más hambrientos y miserables por su culpa.