HEMOS dicho en muchas ocasiones que las dos legislaturas de Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno de España fueron letales. El debilitamiento general de nuestra economía, la destrucción de más de 3,5 millones de empleos y la pérdida de derechos sociales vinieron acompañados de una inusitada situación de descrédito internacional que sigue pasándonos factura.

Siempre hemos pensado que en economía los sentimientos son muy importantes, y la confianza es un sentimiento. Pues bien, dicha confianza en Europa se perdió con Rodríguez Zapatero, un expresidente del Gobierno que como siempre repetimos, carece de factores inhibitorios.

Los distintos subsectores y cada uno de los ámbitos de nuestra economía son hoy mucho más débiles debido a años de despilfarro y descontrol, que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy ha de atajar contando con la solvencia de su equipo, el apoyo mayoritario expresado en las urnas por la ciudadanía y grandes consensos.

Reformas que son necesarias y habrán de ser explicadas con transparencia a la ciudadanía vendrán a devolver a España al lugar que nunca debió abandonar. Pero el tiempo pasado no se recupera, y cada minuto que hemos dejado de jugar en el terreno de los grandes de la Unión Europea se traduce en importantes pérdidas que hoy lamentamos.

Ya nos unimos, por ejemplo, a la preocupación expresada por el Cabildo Insular de Tenerife y el Parlamento de Canarias ante la propuesta de Reglamento Comunitario sobre las Redes Transeuropeas de Transporte, que vienen a fortalecer la política europea relacionada con la libre circulación, articulando puertos, aeropuertos y red ferroviaria en torno a diversos conceptos.

En primer término, la llamada Red Global, que cubre toda la Unión Europea en torno a criterios de accesibilidad para viajeros y mercancías, y excluye a gran cantidad de aeropuertos de toda España, entre ellos los orientados a aviación general, no solo a los de Canarias.

Para evitar esta situación, la Dirección General de Aviación Civil del Ministerio de Fomento ha presentado una nueva propuesta a la Comisión Europea con el fin de que se incluyan todos los aeropuertos orientados a aviación general. Los dos aeropuertos de Tenerife cumplirían este requisito, y también los puertos de Santa Cruz, Los Cristianos y Guía de Isora.

Por otra parte, en la llamada Red Básica se incluyen las partes más importantes de la citada Red Global, definiendo corredores principales conforme a varios criterios. No es solo un privilegio para lograr financiación comunitaria, sino que también comporta obligaciones, como la capacidad para disponer de combustibles alternativos antes de 2030 y conexión a la red ferroviaria antes de 2050. Además, han de ubicarse en poblaciones de más de un millón de habitantes o soportar un volumen de pasajeros superior al 1% del tráfico comunitario.

Los aeropuertos tinerfeños no cumplen este criterio y no es posible agruparlos para ello, puesto que no forman un único nodo de comunicaciones. Conforme a la legislación vigente, esta situación solo se presenta en los puertos de Tenerife, según la Ley de Puertos del Estado y la Marina Mercante. Sí sería posible, conforme a la legislación actual y a la propuesta en la que trabaja la Unión Europea, que los futuros corredores ferroviarios y el puerto de Granadilla, actualmente en construcción, estén en la Red Global.

Pero, como dijimos antes, todo ha de ser explicado al ciudadano, porque las medias verdades no conducen a nada. En la estrategia de un sector de PSOE y CC para desacreditar al Partido Popular, también el Ministerio de Fomento ha sido acusado de perjudicar a Tenerife, llegando incluso a reavivar el pleito insular, alegando que infraestructuras de Gran Canaria sí están en la Red Básica.

Ahora que nuestra compañera Ana Pastor, extraordinaria ministra de Sanidad con José María Aznar, se encuentra al frente de Fomento, hay quien ha querido hablar de supuesta "parcialidad", ignorando que en el proceso de elaboración de los documentos que sirvieron de base para la elaboración del Reglamento Europeo, el ministro de Fomento tenía otro nombre y apellido: José Blanco.

Sobradamente conocido por todos, el antiguo "número dos" de Rodríguez Zapatero, que llegó a ser portavoz de su Gobierno y su principal valedor, no incluyó las infraestructuras portuarias y aeroportuarias de Tenerife en ese listado, cuando pudo hacerlo perfectamente porque había margen para ello, y nuestro carácter de región ultraperiférica de la Unión Europea lo permitía.

Hoy hay que deshacer un nuevo desmán de ese gobierno que tanto daño nos hizo a todos, no lo olvidemos, con la afinidad y apoyo de un importante sector de Coalición Canaria, que en aquel momento no supo alzar la voz en defensa de nuestras infraestructuras.

Dicho esto, afortunadamente el Parlamento Europeo tiene codecisión en el asunto, y allí el Partido Popular Europeo es la organización política más fuerte y numerosa, que hará valer los intereses de nuestras Islas. Contamos con el apoyo decidido de Luis de Grandes, ponente y defensor de nuestras especificidades, y del eurodiputado canario Gabriel Mato.

En su momento ya incluso informamos por escrito al Ministerio, planteando esta importante necesidad, pues apostamos de forma clara e ineludible por la conectividad y el transporte, y creemos que las instalaciones de Tenerife merecen estar en ese listado de infraestructuras de la Red Básica.

Por eso, y siempre lo diremos, es bueno que un vicepresidente del Cabildo Insular de Tenerife haya viajado a Bruselas y venga con el compromiso de sensibilidad hacia el Archipiélago que ya conocíamos, y el deseo de la mayoría de los eurodiputados españoles de dar una respuesta satisfactoria a las necesidades de Tenerife.

Eso sí, no dejamos de recordarle a él y a quienes hoy forman el grupo de gobierno del Cabildo tinerfeño, que ese ímpetu que ahora ponen en la presencia de nuestros puertos y aeropuertos en el máximo nivel de interés comunitario debieron mostrarlo hace dos años, cuando el PSOE gobernaba en España y pudo haber desempeñado un papel decisivo para que esos fondos estuvieran ya bien garantizados. Tienen nuestro compromiso de que lo estarán, y en el Partido Popular velaremos por ello.

Decimos más: es mucho el tiempo que hemos perdido en alcanzar el carácter de plataforma tricontinental, enlace entre Europa, América y África, que por derecho y ubicación geoestratégica merecemos. Echamos en falta una defensa férrea de instalaciones como el puerto de Granadilla o la ampliación de los aeropuertos de Tenerife Norte y Tenerife Sur, por parte de quienes hoy pululan por los despachos de la Unión Europea buscando "sensibilidad".

Es cuestión de tiempo que esas mismas voces, fabuladores y creadores de ilusiones profesionales, salgan a la palestra a reclamar inversiones para esas infraestructuras de las que no se ocuparon cuando el presidente era Zapatero y el ministro de Fomento se llamaba José Blanco. Y si no, al tiempo.

A pesar de todo, seguimos manteniendo que estamos abiertos a buscar consensos para llegar a los grandes acuerdos que este país necesita, como siempre ha dicho Mariano Rajoy.