AL IGUAL que muchos de ustedes, yo también tengo mis momentos de inspiración, faltaría más. Estos suelen llegar, la mayoría de las veces, cuando menos te lo esperas; bueno, a mí por lo menos me pasa así. Mira, mi niña, me digo a mí misma cuando llega el caso, siéntate, relájate y ponte a escribir lo que te salga de la memoria; y así lo hago. Claro que a ustedes les parecerá fácil, pero lo que es a mí "nanái del perenquén". Me tengo que concentrar lo que ustedes no se imaginan. ¿Que por qué? Pues porque por aquí arriba, en el país del chocolate, la cerveza y las papas fritas, la vida me tiene ocupada con otras costumbres y cosas diferentes. Menos mal que yo, a través de las recetas culinarias, la música y las noticias de mi tierra, me mantengo "agarrada" al velero de las tradiciones canarias como el primer día. ¿Es que ustedes no harían lo mismo? Estoy muy orgullosa de haberlo hecho y de seguir en la misma línea. Me niego a olvidar mis costumbres, mi acento, mis paisajes. Y es que el país canario, cuando se quiere, se lleva muy dentro.

Que vivan los campos sus horas más verdes, que silbe la brisa su canción del alma, que dancen las olas al compás del mar, que ilumine el sol mi tierra canaria. Suspiros de drago, salitre y arena; rocas de volcán que añoran fronteras; voces de silencio que aprietan el pecho, gargantas que gritan verdades al viento.

Momentos guardados, vivencias de un día en esta mi patria de islas y orillas; palabras que llegan porque así lo quiero, que clamen los bucios mirando hacia el cielo. Barcas olvidadas, redes sin consuelo, qué pena de azul, despierta ya, pueblo. Un montón de historias de luz y querer reanima conciencias, abraza tu ser, te vuelve a dar vida, bendita mujer; horizonte y tierra que me vio nacer.

Me lloran las palabras cuando te pienso; me tiemblan los quereres cuando te veo; me angustian las cadenas que llevas puestas, pero te siento libre con el paso del tiempo.

Poema florido de Atlántico y lava, gloriosos los versos de tamarco y savia; caminos de antaño de palmera y agua, cumbres de folías, timples y esperanza.

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