CUANDO el periodista Rufo Gamazo Rico vino a dirigir este diario, en uno de los primeros bienios del siglo pasado, entre las nuevas secciones del periódico puso en práctica la titulada "El puerto es lo primero", referida exclusivamente a la actividad y a todo lo relativo al puerto de Santa Cruz de Tenerife, ya que el dispositivo portuario inició y continúa siendo hasta la actualidad el organismo fundamental para el desarrollo de la ciudad, que tuvo su origen en el mar y en el ámbito marinero.

Por el mar y procedente del mar comenzó la pesca, que alimentó durante muchos años a la población nacida en la propia costa de lo que hoy es la llamada avenida Marítima y antes fue el embarcadero por donde entraba a la ciduad la pesca, que era el principal alimento que consumía el pueblo, el cual también se alimentaba de lo que daba la tierra en una agricultura primitiva que tiene sus comienzos en el establecimiento de la población guanche, nuevos pobladores de la Isla que aquí se quedaron a vivir.

Las huestes del invasor y conquistador Alonso Fernández de Lugo, que llegaron por el mar, pusieron su campamento y situaron en él la llamada Cruz de la Conquista, en la llanura costera vecina a la hoy avenida Marítima. La cruz se conserva aún en la iglesia de la Concepción, parroquia matriz, y se saca procesionalmente por las calles de la ciudad el 3 de mayo, Día de la Cruz.

Con estas citas históricas se explica el porqué de la existencia de Santa Cruz y de su origen marinero, así como su dependencia de lo que producía el mar. La actual avenida de Buenos Aires de la ciudad sigue llamándose por mucha gente de Santa Cruz "calle de Pescadores", porque las familias que residían en aquella primitiva vía, que, prácticamente, llegó a ser la entrada a la ciudad recién establecida, era gente de mar, y la calle se conserva hoy con casi su primitiva estructura. Sin embargo, no se ha conservado el lugar donde Fernández de Lugo estableció su campamento, porque allí se ha construido parte de la población actual.

La dependencia del mar para alimentarse marca un principio, pero lo del puerto viene después de la conquista y hasta coincide con los primeros años del siglo XX, en que se construyó parte de los actuales muelles, como el dique Sur, que fue prolongado poco después del comienzo del siglo XX, y todo lo demás son obras del propio siglo XX, incluso la Dársena de Los Llanos, que fue la última importante de las actualmente en servicio, que son, por este orden, la Dársena Comercial, que es la principal; los diques del Norte y del Este, el muelle de Ribera, la Dársena de Los Llanos y, posteriormente, la Dársena Pesquera, por la costa norte, cerca del barrio marinero de San Andrés.

El puerto ha crecido mucho hacia el norte del litoral hasta San Andrés y a lo largo de toda la costa con varios diques para carga diversa, incluidos los muelles y espacios para contenedores, sistema último hasta ahora en el tráfico portuario universal.

Pero, demostrada sobradamente la importancia del puerto santacrucero, nuestro dispositivo portuario ha quedado excluido de la Red Europea, lo que tanto el que fue presidente tras la creación de la Autoridad Portuaria, Julio Pérez Hernández, como todas las autoridades relacionadas con nuestro puerto consideran un verdadero atropello y un error que se limite el uso público. No hay noticias de la intervención del Gobierno en ese tema, pero la Gerencia de Urbanismo se propone presentar una alegación para hacer compatible el aprovechamiento privado y público. Y solo nos queda esperar resolución del organismo europeo, uno de los muchos que disponen sobre esta colonia disfrazada de comunidad autónoma.