Este dilema político que soportamos en España no ha cedido lo más mínimo ni en tiempos de crisis como la actual, lo que nos dice bien a las claras que los políticos van descaradamente a lo suyo, y que al pueblo lo quieren para recabar impuestos y para que les dé el voto que los encumbre sobre el pedestal del poder.

Lo más lógico y justo sería que los dos grandes partidos se pusieran de acuerdo en tomar las medidas, unánimemente, para salir cuanto antes de esta situación tan grave, y, si no, habría que hacer con ellos lo que los antiguos romanos hacían con los cardenales cuando moría el obispo de Roma y papa de la cristiandad, que los encerraban ("cum clave") y no les abrían la puerta hasta que no nombraran papa.

Como en este país la objetividad hace tiempo que la borramos de nuestra vida política, y poco a poco la vamos también borrando de nuestra vida social, sustituyéndola por el interés particular o colectivo, vivimos en un ambiente de incredulidad, porque ya no sabemos cuándo nos dicen la verdad o cuándo nos quieren engañar. Ya no les hacemos caso a las palabras; las palabras van perdiendo su papel comunicativo y adquiriendo otros roles distintos.

Hoy se habla mucho de recortes presupuestarios, de recortes en prestaciones sociales. Pero creo que no hay que confundir las cosas: una cosa son los recortes y otra muy distinta los ajustes. Los recortes son fruto de la crisis y de la falta de dinero. Los ajustes son producto de corregir las cosas mal hechas, los despilfarros, el exceso de personal en algunas áreas de la administración, el bajo rendimiento del trabajo...

Los ajustes hay que hacerlos siempre, en tiempo de vacas gordas y en tiempo de vacas flacas. No se puede estar tirando el dinero público. Hay que ajustar las malas planificaciones, hay que ajustar muchas cosas, aunque a los interesados no les guste. A un profesor de universidad que imparte siete u ocho clases semanales hay que exigirle mayor incremento horario en la docencia. Hay funcionarios administrativos de ayuntamientos y corporaciones que tienen mucho tiempo libre, porque las labores que se les asignan no dan para más.

Así podríamos seguir un análisis por todos los estamentos de la Administración pública y nos encontraríamos con que hay un gran margen de ajuste en muchas secciones. ¿Quién será el valiente justiciero que se atreva a meterle mano a este estado caótico de cosas?

Se ahorraría mucho dinero que se podría emplear en otras cosas si se llevaran a cabo todos los ajustes necesarios, comenzando por las señorías que nos gobiernan en el Parlamento y por suprimir la Cámara Alta, que no tiene eficacia alguna y que solamente sirve para darles un puesto bien remunerado a los políticos.

Juan Rosales Jurado

(Los Realejos)

Insensibilidad coronada

Podrían pensar las personas que me conocen y saben de mi profesión que pretendo hablarles de alguna pasta o colutorio realmente eficaz para eliminar, o al menos mitigar, las desagradables molestias que produce la hipersensibilidad dentaria. Pero, sintiéndolo en extremo, no van por ahí los tiros, ni mucho menos.

De igual manera debo decirles que no me ha sorprendido lo más mínimo la presteza con que han saltado los defensores de los valores monárquicos en el amparo de nuestro jefe del Estado, sin querer apercibirse de que todo, absolutamente todo, tiene un límite, y nadie está en absoluto facultado para saltarse esa frontera.

En este país, que posee un idioma de una riqueza difícilmente igualable, hay expresiones y conceptos que deben ser considerados poco menos que mandamientos. Y si se oye decir que no está el horno para bollos, hay que tener el tino suficiente para entender que la cosa está calentita. Por lo visto, su Majestad don Juan Carlos, además del equilibrio, que condiciona seriamente su estabilidad, tampoco tiene muy fino el tacto.

Podría pensarse que con su desafortunado accidente juvenil las armas no serían lo más recomendable en sus manos, pero como el hombre, que también lo es, se ve guapo de uniforme, ya me dirán qué es un uniforme sin armas; armas que, por otra parte, y para colmo, se dice que las carga el diablo.

En Europa le pasa como a Putin, que siente debilidad por los osos, pero respeta los de Asturias y el Pirineo, detalle de agradecer, y se va de cacería a uno de esos países que hasta hace bien poco se decían del Este. En África opta, asimismo, por el bicho más grande, y elige al elefante. Teniendo en cuenta la tradicional debilidad familiar por el mar, ¿cuándo le veremos en plan capitán Ahab cazando ballenas?

Lamentablemente, su señora, doña Sofía, es vegetariana y no sería bien visto que se presentase en la cocina de palacio con unos filetes de paquidermo, amén de que la probóscide tampoco hace un sopicaldo merecedor de la real mesa.

¿Qué escribirán en el colegio los niños cuando deban hacer esa redacción sobre el típico tema "¿qué es un rey para ti"?, después de que sus padres les digan que el monarca anda matando a los parientes de Yogui, de Jumbo o Trompita?

Afortunadamente para su Majestad, los parados, los sin trabajo, no suelen perder el tiempo haciendo redacciones. Bastante tienen con pensar en sus hipotecas y en esos desgraciados bancos que hay que continuar saneando, como si ellos tuviesen la culpa de los disparates que han hecho los consejeros, siempre distraídos con el monedero.

Con la que está cayendo, y con lo poco afortunado que ha sido con su familia política, unos yernos a los que ya no quieren ni en el Museo de Cera y una nuera que nunca le gustó, sería muy a considerar eso de que le quitan el sueño los parados, y tal vez para conciliarlo y no presentarse en sus audiencias ojeroso ha optado por contar animales de otra categoría que las manoseadas churras o merinas.

No me gustaría que alguien me colocase el sambenito de antimonárquico, por la sencillísima razón de que tampoco sería exacto. Acaso, por comodidad, podría ser considerado como uno más de los ciudadanos de este país que ha optado por no pretender cambiar las cosas, un poco por aquello de mejor es no meneallo, y han decidido hacerse juancarlistas. Sí permitirme una admonición refranesca, y es la de "mejor prevenir", ya que dudo mucho que si prende esta dolencia pueda ser curada. Más fundamento, Señor.

José Luis Martín Meyerhans

Del ostracismo al protagonismo

Un partido que se mantuvo en la oposición, sin plantar cara al Gobierno del PSOE y a su entonces presidente, Sr. Zapatero, que iba lentamente sumergiéndonos en la crisis que ahora estamos padeciendo, con la voz callada y la mirada clavada en el calendario esperando su momento, ahora ironiza en la voz de su máximo representante y presidente del actual Gobierno, Mariano Rajoy, con los recortes. "Dadme algo", parece decir el líder del PP, "no tengo suelto para pagar los servicios públicos". Apoyándose en que la culpa de todo la tiene el PSOE por haber agotado los recursos del Estado.

Uno tras otro, los días van pasando sin el más mínimo respiro para el ciudadano, un nuevo problema viene a sumarse ahora a los ya existentes. Las familias con hijos cursando estudios universitarios se verán afectadas por la subida desmesurada de las tasas impuestas por Real Decreto Ley, junto a la ansiedad que terminará por padecer la mayoría de estudiantes ante el miedo de tener que repetir un curso. Un desasosiego que influirá negativamente en su rendimiento y que, en caso de suspender, le causará un grave trastorno económico a su familia (hasta 8.000 euros) por el reinicio de su actividad académica.

Las CCAA gobernadas por el PP se obstinan en dar demasiado protagonismo a la palabra "privado" cuando se refieren a centros de educación, y eso demuestra el desafortunado goteo de declaraciones y evasivas. Declaraciones en las que se lee entre líneas el verdadero objetivo de los dirigentes populares: pasar de la palabra "privado" al verbo "privatizar" es solo cuestión de léxico. Ahora la gente "tiene que esforzarse más". Es la arenga preferida de D. Mariano, incapaz de sosegarse por falta de tiempo concedido por la UE, bloqueado por la intensa política del reajuste comprometida.

Los sindicatos avisan del "malestar social" que todas estas imposiciones están generando por parte del Gobierno y que ese descontento puede plasmarse en futuras movilizaciones. Pero al Sr. Rajoy no parece dolerle en prendas, metido de lleno en campaña de recortes; lo que los demás opinen, a pesar de ser el pueblo soberano el que lidere la propuesta, no le hará perder el rumbo que se ha marcado. Ya se encargarán sus colaboradores cercanos de pasar a explicarle al ciudadano los motivos de su lucha.

Ajuste, reajuste, recesión, reforma, todo va al mismo saco, que aumenta ostensiblemente: el del desempleo y la acelerada pérdida de libertad en educación. La nube de la privatización ha empezado a formarse sobre el cielo de España, y de seguir con estos aires el Gobierno del PP hará que caiga sobre sus ciudadanos la tormenta del clasismo. Al fin y al cabo, quien gobierna este país es la derecha, escondida tras el traje de la austeridad. Ah, por cierto, en enero subirá el IVA.

Juan Antonio Sánchez Campos

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, in albis

Es inexplicable el abandono en que se encuentran lugares tan emblemáticos de Santa Cruz de Tenerife como los que a continuación describo: Balneario, Cuartel de San Carlos, Parque Viera y Clavijo, Templo Masónico, Plaza de Toros, plaza de San Francisco y sus jardines, Castillo de San Andrés, Las Teresitas, conjunto escultórico de Juan Ávalos, entre Rambla y Francisco La Roche, Museo Militar de Canarias, el Tanque, etc. Describir la problemática de cada uno de ellos y la situación actual no lo permite el espacio de nuestro escrito. Sin embargo, sin menospreciar el interés de los demás, deseo destacar el futuro del Museo de Almeida, que ocupa un lugar prominente y que está bajo el auspicio del Ministerio de Defensa. ¡Ojo con el futuro de este lugar, que hay muchas apetencias!

Otro lugar que, desde luego, es un auténtico adefesio y que, en este caso, debería desaparecer es el depósito de la refinería llamado el Tanque, y habrá que darle una medalla a la persona que ideó tal bodrio para celebrar eventos. Lugar que más que un bien es un estorbo para el desarrollo de una zona que se merece un mejor futuro.

Ante todo lo expuesto, pregunto: ¿qué es más importante: las fiestas y eventos al libre albedrío y las grandes cuchipandas o el arreglo de estos lugares?

Es una pena que por la ineptitud y apatía de nuestros políticos Santa Cruz haya ido perdiendo la belleza de una ciudad que era la admiración de todo el que la visitaba. Incluso, sus habitantes ya se sienten incómodos por el total abandono. Con el agravante de las pintadas y las cacas de los perros, unido al ruido del tráfico, donde destaca el de las motos, que en un tiempo recuerdo a la Policía Local controlando con asiduidad estos vehículos. Así que ¡pobre Santa Cruz, qué mal te veo!

Juan de la Rosa González

Mate a Repsol

Hemos vuelto a las viejas pero infaliblemente efectivas tácticas políticas de siempre. Aquellas que han sido manejadas por gobernantes a lo largo de la historia para desviar la atención de una población que señala un día sí y el siguiente más a los políticos con ánimo inquisidor.

Unos ciudadanos que, sin empleo y desahuciados económicamente, han sido acusados de ser los causantes de la crisis y cuya penitencia es, aunque ya no queden agujeros, apretarse el cinturón. Y todo mientras los principales causantes, aquellos del ordeno y mando, que con políticas ineficaces a favor del más agresivo de los mercados despilfarraron el dinero a manos llenas en obras faraónicas de nula funcionalidad, a la par que hacían la vista gorda para que evadieran capital a la espera de una amnistía fiscal, no responden judicialmente y ni siquiera disminuyen un ápice sus ingresos a costa del Estado.

Así es. El Gobierno de España desvía la miseria y tensión que se respira creando un enemigo más allá del Atlántico, en el país de la Pampa y el mate, que algunos han osado calificar de país de gobierno poco democrático mientras defienden los gobiernos puestos a dedo en la vieja Europa. Un nuevo enemigo en pro de la patria, de esa patria que desde el colegio nos ha enseñado que Repsol tanto representa.

Ahora escuchamos, por parte de políticos y personalidades influyentes de la órbita laboral de la petrolera, y que antaño llevaron a la privatización empresas capital cien por cien español, que Repsol es más española que el aceite de oliva jienense. Esa misma empresa que, como tal, utiliza paraísos fiscales para evitar dejar en España la menor carga fiscal posible y cuya participación de capital español es minoritaria, donde los pequeños inversores son casi inexistentes.

Recuperen o no Repsol, es intolerable que basen su defensa en la protección del español medio cuando son un "mínimo minimórum" de los accionistas, y poco o nada han hecho frente a verdaderas agresiones a los ciudadanos de a pie, como, por ejemplo, el atropello que han sufrido miles de pequeños ahorradores que invirtieron en participaciones preferentes condenadas a perpetuidad en las entidades financieras españolas.

Luis S. Hernández Bethencourt