CRISTINA Tavío, a quien un éticamente asqueroso pacto convencional contra natura arrebató la legalmente ganada Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife en las elecciones de mayo pasado, está dando la alta medida de su valor como personalidad política destacada en los merecidos cargos que viene desempeñando en la presente legislatura.

Primero fue su nombramiento, por el Partido Popular, de la Presidencia insular de Tenerife; luego, o simultáneamente, porque no recuerdo fechas, fue elegida en los comicios correspondientes consejera del Cabildo Insular de Tenerife; y, desde este cargo, sugirió a la corporación insular la apertura del Hospital del Norte, solucionando el problema de la falta de personal de este centro con algunos de los empleados del Hospital Universitario de Canarias, que no están trabajando también a causa de órdenes de la Consejería de Sanidad, que prohíbe la apertura de los quirófanos y otros servicios en los turnos de tarde.

Esta petición de la consejera no sé si se llegó a estudiar por los responsables del Cabildo, pero fue comentada como positiva por la prensa tinerfeña, como este periódico, que publicó un comentario del periodista que firma el actual escrito. Este diario, en su número del lunes pasado, publica que la misma consejera plantea liquidar parte de la administración de esta comunidad autónoma antes de que imponga esa necesaria medida la Unión Europea. Propone Cristina Tavío la urgente creación de un Gobierno de transición durante los tres años que restan de legislatura que evite la necesidad de hacer más recortes, muchos de los cuales afectan a cuestiones tan importantes y necesarias, incluso imprescindibles, como la sanidad y la enseñanza.

El Gobierno de transición tendría intervención, en Canarias, de los cabildos y un equipo técnico que debe estar sostenido por recursos humanos y económicos del ejecutivo regional. La señora Tavío entiende su propuesta como en clave de regeneración institucional de replanteamiento y de una redefinición de la organización político-administrativa de Canarias. Añade que es la única forma de eliminar la maraña administrativa que ahoga a los canarios y que hay que abrir un debate serio que evitaría muchos recortes injustos. En concreto, se trata de liquidar la administración autonómica a favor de los cabildos y ayuntamientos y comenzar un proceso de transferencia de funcionarios y recursos económicos a las corporaciones locales. Resume la consejera que se trata de un Gobierno de transición que prepare urgentemente una descentralización que significa una emergencia de la actual situación.

Ese Gobierno estaría formado por los siete presidentes de Cabildos y un equipo técnico de especialistas profesionales de la comunidad autónoma.

Se estima como muy interesante y posible en las actuales circunstancias esta propuesta de Tavío, quien, antes de ponerla en conocimiento de la corporación insular de Tenerife y varios ayuntamientos, puede adelantarse a lo que la Unión Europea debe establecer próximamente.