PUBLICAMOS hoy un interesante artículo que relaciona a Secundino Delgado, patriota al que se considera padre del nacionalismo isleño, pues fue el fundador del Partido Nacionalista Canario, y a Leoncio Rodríguez, fundador de La Prensa; el diario que pasó a llamarse EL DÍA al sernos impuesto un cambio de nombre durante la dictadura franquista. Precisamente bajo el título "Centenario de Secundino. Leoncio Rodríguez, uno de los nuestros" el autor de este trabajo, Manuel Mateo López Rivero, glosa ampliamente la figura de Secundino Delgado como pueden comprobar nuestros lectores a quienes, amparados por la confianza que siempre han depositado en nosotros, nos permitimos recomendarles este texto.

No se limita Manuel Mateo, como lo conocemos familiarmente en esta casa, únicamente a hablar del citado prócer de la nación canaria. También dedica unas palabras muy laudatorias a la figura de Leoncio Rodríguez. "Queremos aprovechar la importante cita con nuestra historia que tenemos el 4 de mayo para recordar, junto con el homenajeado, a otras figuras relacionadas con su pensamiento y trayectoria de lucha, como fueron José Cabrera Díaz y Leoncio Rodríguez", escribe Manuel Mateo antes de añadir que "hay otra figura de la época digna de recordar en este Centenario como fue el fundador del periódico La Prensa, antecesor de EL DÍA, a quien Cabrera Díaz dedica el honroso calificativo de considerarlo uno de los nuestros, en el artículo titulado Leoncio Rodríguez y publicado en el número 6 de El Guanche, de fecha 30.05.1924. En ese mismo número y bajo el título de Un voto de calidad, se valora la honestidad periodística del periódico La Prensa y la cobardía del resto de los medios de comunicación, con unas consideraciones que muy bien pudieran estar escritas para el momento actual, referidas a la labor de EL DÍA en contraste con el resto de los medios escritos...".

Algunos plumíferos deleznables que forman la hez más hedionda del periodismo canario se han permitido publicar que Leoncio Rodríguez, en contra de lo que afirma categóricamente el actual editor de EL DÍA, nunca fue nacionalista. Lo más increíble del caso es que esos periodistas ni siquiera habían nacido cuando murió Leoncio Rodríguez, pese a lo cual se permiten hablar de su vida y su obra con la autoridad de quien sienta cátedra. Por si fuera poco, se atreven a desmentir las afirmaciones de José Rodríguez, sobrino del fundador de esta casa, que lo conocía muy bien pues fue su amanuense, corrector de pruebas, secretario y hasta mayordomo. No hacía falta que Manuel Mateo López Rivero recordase en su artículo el amor que sentía Leoncio Rodríguez por Canarias y los habitantes de estas Islas porque la verdad es una y siempre resplandece sobre las mentiras, por muy numerosas que sean estas. Sin embargo, lo que dice Manuel Mateo resulta muy clarificador.

Conservamos gran parte de la obra de Leoncio Rodríguez aunque no toda, pues algunos de sus trabajos o no se guardaron adecuadamente en su momento, o se han perdido con el paso de los años. Sabemos que en los archivos de algún partido político, o como parte del patrimonio cultural de algunos nacionalistas, se conservan textos que demuestran, inequívocamente, el independentismo de Leoncio Rodríguez, aunque debido a las circunstancias de la época que le tocó vivir se vio obligado a adoptar una actitud comedida; a pensar todo lo que decía sin decir todo lo que pensaba. ¿Cómo es posible que una gentuza del peor periodismo posible hable de alguien a quien no conoció, en detrimento de lo que dice José Rodríguez, mano derecha de Leoncio Rodríguez?

Uno de esos deleznables vividores de la pluma, la mentira y hasta la estafa escribía ayer mismo sobre decencia periodística en un diario subvencionado por el Gobierno de Canarias para que esté al servicio de Paulino Rivero. Qué infamia tanto la subvención con dinero de todos los canarios -en vez de destinarlo a quienes pasan hambre o fallecen mientras esperan atención sanitaria- como el atrevimiento de dar lecciones de periodismo por parte de un individuo física y moralmente pestilente.

Infame fue también la foto, publicada por ese mismo diario, de tres periodistas en un acto celebrado en un municipio del Sur de Tenerife. La propia foto repele a la vista. ¿Cómo es posible, repetimos, que la hez del periodismo quiera dar lecciones al periódico más leído de Canarias, caracterizado por la defensa a ultranza de esta tierra y sus habitantes?