Hace unos días hemos comprobado la posición en contra de la subida de las tasas universitarias por parte de un amplio número de estudiantes en la ULL. Primero, estaba claro que era necesario un cambio en la manera de otorgar las becas por parte del Ministerio de Educación, pues no era normal que alguien que hubiera suspendido asignaturas obtuviera una ayuda económica, mientras otros con excelentes resultados académicos quedaran excluidos de cualquier beca. Hasta el momento, el nivel de renta familiar era más que suficiente para designar quiénes eran aptos. Ahora, aparte de tener en cuenta esto, tocará "poner codos" para poder adjudicarse una de esas ansiadas becas.

Ahora bien, esta subida respecto a la matrícula del curso universitario provocará más argumentos en contra que a favor por parte de prácticamente cualquier joven que pretenda estudiar un grado, ya sea en nuestra universidad lagunera o en cualquiera de las que se encuentran en nuestro país. Aquellos que dispongan de beca para el próximo curso no tendrán problemas para poder hacer frente a la cuantía de sus estudios, pero los que no hayan sido tan afortunados se las verán difíciles para costear una matrícula, que podría ascender a más de mil euros, sumando a esta cantidad el material didáctico, el transporte, etc.

La difícil situación en el ámbito laboral hace realmente complicado encontrar un empleo para poder pagarte los estudios, como era común hace unos años, cuando lo normal era trabajar y estudiar a la vez en la etapa universitaria. En estos momentos no es que los jóvenes no quieran hacerlo y se conformen con el dinero que les dan sus padres, sino que tienen unas posibilidades casi nulas de encontrar trabajo. Es cierto que para al alumnado que provenga de clases altas le será indiferente la subida o no de las tasas, pero para el resto del alumnado perteneciente a la clase media (que en este caso es la mayoría) y sobre todo para sus familias, que suelen ser las que costean sus estudios, este aumento por parte del Gobierno es poco más que una hipoteca anual.

Se entiende que haya recortes, pues tenemos que remontar en esta crisis, pero recortar tanto en educación y en sanidad para subir precios a los estudios y las medicinas, entre otras cosas, conociendo el nivel de vida del español medio..., eso, señores políticos, no hay quien lo entienda.

En Canarias, donde se encuentra el mayor índice de fracaso escolar del país, el aumento de las tasas no va a ayudar a que los jóvenes se animen a estudiar y, por ende, seguiremos fracasando en este sector tan importante como es la educación. Una educación pública que se está convirtiendo en un derecho al que solo unos pocos podrán acceder. Tiempo al tiempo.

Gabriel Regalado Fernández

(Los Realejos)

Don César Fernández-Trujillo

Todavía me parece mentira. Hay noticias que no estamos preparados para oír (escuchar, maestro). Dicen que no es lo mismo oír que escuchar.

Su voz se ha apagado, pero siempre nos parecerá estarte escuchando. ¡Cuántas veces he querido sintonizar Radio Isla y al otro lado se oye el silencio!

Como usted sabía de mis tristezas, mucho ánimo me daba. Gracias.

¡Qué huérfana me he quedado!

Mary Nieves del Pino de Vera