DESDE que tenemos nuevo gobierno en España, diariamente leo y escucho un elogio que llegó a resultarme sospechoso sobre lo que llaman el pluralismo informativo imperante en la radio y en la televisión públicas españolas desde la llegada al Gobierno de Zapatero. No soy teleadicto, apenas veo algunos partidos de fútbol y poco más. Pero escucho mucha radio y leo mucha prensa. Hace tiempo aprendí que todas las informaciones tienen algún tipo de sesgo y por eso trato de informarme en diversas fuentes para conformar mi propia opinión. Del pluralismo informativo en Radio Nacional de España tenía criterio formado, pero desde hace cinco meses he tratado de conocer los programas informativos de TVE para estar en condiciones de opinar. Hablo de la programación nacional, y diré enseguida que tanto RNE como TVE ofrecen los informativos de mayor calidad, porque dispone de más y mejores medios materiales y humanos. Distinto es que esa información tenga o no un sesgo político, que sea más o menos plural, como propagan los muchos que ahora predican sobre ese llamado pluralismo de la radio y de la televisión públicas en España.

Como aquí nos conocemos todos, resulta sospechoso que esos predicadores del pluralismo sean en su inmensa mayoría periodistas o simples tertulianos habituales en esos medios públicos; y todos o casi todos de tendencia izquierdista en sus juicios y opiniones. Y otra curiosa coincidencia. Si uno repasa el currículum de los responsables de la información en la Radio Nacional y en TVE, verá que muchos de ellos tuvieron o tienen alguna relación con el grupo Prisa, con la Cadena SER o El País, que como todos sabemos son muy plurales y sin ningún sesgo ideológico en sus contenidos. Curioso, ¿verdad? Hasta la agencia EFE ha estado dirigida por alguien procedente del mismo grupo, al que ahora vuelve, dejando, eso sí, un pufo multimillonario en euros, producto de su gestión, que ahora pone en apuros la continuidad de la agencia de noticias más importante de España.

En TVE, su director de informativos, Fran Llorente, es un "hombre de la casa" desde hace un cuarto de siglo. Cualquiera que le haya leído o escuchado sabe que milita en ideas de izquierda, lo que no impidió que durante años, incluidos los ocho de gobiernos de Aznar, tuviera importantes cometidos. Con el cambio de gobierno, en abril de 2004, fue nombrado director de informativos de TVE. Sus objetivos declarados en aquel momento fueron "la independencia, pluralidad, regeneración ética y democrática de RTVE". Para lograrlo introdujo numerosos cambios en los contenidos y en las personas responsables de los programas informativos. Por las mañanas, pronto apareció el rostro de Ana Pastor, que, procedente de la Cadena SER, presentó el programa "59 Segundos" y, desde 2009, "Los desayunos de TVE". A mediodía, en el telediario seguimos viendo a la muy profesional Ana Blanco, procedente también de la Cadena SER, con una larga permanencia en TVE y superviviente a los cambios producidos con gobiernos del PP y PSOE. En el telediario de la noche, Pepa Bueno es otra periodista de la casa desde comienzos de los 90. Escribe habitualmente en El Periódico de Cataluña, de conocida tendencia de izquierda y socialista. Y por último, en "La Noche en 24 horas", un programa de información y debate, que ahora veo a ratos casi a diario, dirige y presenta desde hace nueve meses Xabier Fortes, procedente del Centro Territorial de TVE en Galicia. Lo hace de manera profesional, pero a veces deja ver su patita ideológica. Suele invitar a cuatro tertulianos, en un formato que no ha variado desde el cambio de gobierno, con dos periodistas, alguna vez tres, que defienden tesis de izquierda, y uno o dos que podríamos considerar próximos a posiciones centristas o de derecha. Pero con delicados y sutiles matices que no escapan al buen observador. Solo mencionaré la presencia de periodistas procedentes del diario Público, desaparecido por falta de lectores, y hasta la del director de la revista Interviú, cuyo hondo contenido intelectual es bien conocido; todos con opiniones muy a la izquierda, curiosamente. O la mención a los medios a que pertenecen los invitados, que a veces induce a equívoco.

Sobre RNE haré unos breves comentarios. Desde mi infancia palmera escuché sus programas deportivos. Los domingos, el programa "La liga vista por los internacionales, a través de Eduardo Teus" me permitía informarme allá por los 50. De aquella época recuerdo a Matías Prats (padre), Enrique Mariñas o Carlos Alcaraz, que comenzaba invariablemente sus comentarios deportivos con un "Señores...". Después vinieron los largos años de Juan Manuel Gonzalo, hasta llegar al actual director (desde 2008) del programa "Tablero Deportivo", cuyos frecuentes deslices políticos me han hecho dimitir de medio siglo de fidelidad al mismo.

Quien por la tarde haya tenido ocasión de escuchar a un tal Toni Garrido, un sectario como la copa de un pino con hermosa voz, que conduce el programa "Asuntos Propios", no necesita explicaciones. A quien no lo conozca, le invito a hacerlo un ratito. Procedente también de la Cadena SER, intenta hacer un magazín en el que mezcla un poco de todo, y casi todo de mal gusto, con un lenguaje a veces soez y con un sesgo ideológico intolerable. Este tal Garrido es carne de cese fulminante. Y termino con el director del matinal "En días como hoy", del que mi padre diría que es como los burgaños, nombre que en La Palma dan a los ratoncitos que muerden y soplan al mismo tiempo para que no duela. Puro veneno escondido en un lenguaje casi poético, tan suave como amanerado. Es otro al que le quedan pocos telediarios antes de ser cesado.

Este es, en esquema, el pluralismo imperante en la radio y la televisión públicas españolas, tan defendido por sus tertulianos habituales, muchos de los cuales ven peligrar ahora los 300 euros que cobran cada vez que opinan un ratito de lo divino y de lo humano y, casi siempre, muy críticos con el actual gobierno de España.