EL COLONIALISMO ha establecido en nuestra patria una especie de casta o burguesía de hojalata o cacharro con la que mantiene el control del pueblo, embrutecido y domesticado por siglos de colonialismo, años de fascismo y ahora de autonomistas a sueldo, que siguen engañando a su pueblo y vendiéndose por dinero a la metrópoli por sustanciosos sueldos y por cargos en su administración.

El pueblo, analfabeto cultural, no sabe a dónde ir, pues algunos que piensan en izquierdas se apuntan a partidos o sindicatos españoles; otros liberales, a sucursales españolas, y de derecha entran en grupos españoles, y los folclóricos sentimentales bolsilleros, en grupos autonomistas como Coalición Canaria, Centro Canario de Negocios o los olartistas de Nueva Canaria y en los grupos insularistas contrarios a una patria única y libre.

Todos estos hojalateros tienen un denominador común: estar unidos contra los independentistas y soberanistas o contra periódicos independientes como el de la empresa centenaria de EL DÍA, que luchan por la libertad de nuestra nación a pesar del odio de eso que llaman el falso Parlamento canario, que dirige y controla a través de sus redes el exalcalde de El Sauzal, un tal Paulino Rivero, el del helicóptero, presidente de CC y del Gobierno autónomo, que, por cierto, cobra tanto como el presidente del Gobierno español, 77.450 euros anuales, primas, gastos, escoltas y viajes aparte..., y ningún parado canario protesta por ahora.

En esta colonia, la situación social empeora cada día por el paro, la falta de trabajo y el hambre, que está entrando en miles de hogares. No hay más que leer los periódicos en los hechos diversos para ver los robos, asaltos y hurtos al descuido en los almacenes, pero, como decía san Agustín, el obispo bereber nacido en Tegueste en el siglo V, viendo la terrible situación de la ocupación romana en su tierra y los asaltos de las bandas de hambrientos Circoncellions, dijo, y con toda razón: "Donde hay hambre no hay ley", para justificar la situación, como sucede hoy en Canarias.

La corona española, el colonialismo decadente español, está en crisis y no sabe cómo salir de ella aunque la hayan rescatado. Pronto empezará el hambre en la metrópoli y sus consecuencias las pagaremos nosotros, los colonizados, pues muchos vendrán a las Islas a ver si encuentran trabajo, que será facilitado por la administración colonial a sus súbditos, en contra y desfavoreciendo a los canarios.

El pueblo sano está harto, pero tiene miedo de salir a la calle y explotar de una vez pidiendo libertad y que se vayan los colonialistas. Nosotros los independentistas debemos canalizar esas fuerzas y unificarlas para el combate final, el de la independencia y la libertad, que acabará con el colonialismo y las mafias políticas canarias que se han ido instalando en nuestra tierra africana. Para acabar con la fiera, hay que unirse todos, pues hay que tensar el arco, colocar la flecha y disparar al corazón, ya que si falla algo, en vez de flecha se convierte en búmeran.

Cuidado con las mafias políticas de diferentes ideologías que controlan Canarias, así como las sucursales de los partidos españoles. Cuidado incluso con los nuevos analistas de una llamada izquierda abierta española, que no son capaces de hacer un análisis moderno de la situación colonial que vivimos. Los análisis marxistas estaban bien para las sociedades precapitalistas europeas, o los leninistas para las sociedades industrializadas capitalistas europeas o de los USA, pero aquí se trata de un problema colonial que dura ya seis siglos, el cual se instaló por la fuerza de las armas y la venta de esclavos guanches o la forzada emigración.

Las mafias políticas que gobiernan la colonia, con el acuerdo tácito de Madrid, son tan enemigas de nuestras libertades como la administración colonial. El pasado miércoles 26 de junio, en el llamado parlamento de la calle T. Power, el administrador de la colonia, Paulino Rivero, exalcalde de El Sauzal, ante el acoso de diversos parlamentarios y de los del PP, que le pedían explicaciones por los enormes gastos de su viaje de negocios al Uruguay, en busca de hipotéticos negocios que nunca salen, saltó de su asiento diciendo que se callaran porque él tenía documentos secretos que implicaban a todos los parlamentarios y que por qué, preguntó, no se hablaba de los gastos del presidente español Rajoy, que se fue a ver el partido de fútbol España-Croacia y otros disparates más como nos tiene acostumbrados.

Este grupo dominante, el paulinato de CC, ya no sabe qué hacer para mantenerse en el machito y seguir viviendo del cuento y a costa nuestra. En su último congreso fracasado, sacan una serie de ponencias diciendo a la corona borbónica: "Dennos más poder, más autonomía, más control de la administración y, sobre todo, más dinero, más millones de euros, más ayudas, déjennos hacer una policía de perros vestidos de canarios, que nosotros seguiremos controlando al pueblo canario, que está a punto de estallar. Si nos dejan crear nuestra propia policía o guanchancha, estará formada por pobres trabajadores canarios en paro, para proteger a los ricos canarios enchufados o políticos a dedo y sus propiedades mal adquiridas".

El desprestigio de la clase política en Canarias es tal que incluso a quienes defendemos nuestras libertades se nos dice: "¿Luchar? ¿Pa qué? ¿Pa que sigan los mismos sinvergüenzas?". Los independentistas debemos aclarar que una vez seamos independientes, una vez instalada nuestra República Federal Canaria, Laica y Social, las cosas van a cambiar y no pasará como cuando en tiempos del dictador, que todos eran franquistas y camisas viejas y a su muerte casi todos eran demócratas de siempre y de una supuesta oposición. La descolonización es un proceso histórico del que saldrán fuerzas y personas nuevas que no habían podido expresarse libremente, mujeres y hombres nuevos saldrán a la luz y ocuparán los nuevos puestos, siempre que no estén contaminados del espíritu del colonizado, de la corrupción y del españolismo.

Nuestro partido independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de Liberación Africano de Canarias, el MPAIAC, ha ido marcando las pautas sucesivas y los pasos que debemos dar. Por eso, desde 1997 publicamos en el periódico independiente EL DÍA nuestro Anteproyecto de Constitución durante seis meses.

Es hora de ponernos a trabajar con nuestros proyectos en favor de la independencia y en nuestra futura Constitución, y en la manera de ponerlos en práctica y preparar ya una Asamblea Provisional Constituyente con canarios serios y conscientes, que van a representar a nuestro pueblo, el pueblo de Canarias, así, reunidos, ejerciendo sus poderes soberanos e invocando ante los pueblos y Estados del mundo el apoyo y la simpatía por las reivindicaciones de nuestros justos y legítimos derechos nacionales, en tanto que pueblo del continente africano, colonizado desde hace seis siglos y honrando la memoria sagrada del pueblo guanche, del cual somos descendientes directos y de cuantos antepasados y precursores nos precedieron durante siglos en nuestra lucha por la independencia o la resistencia contra el colonialismo, resistencia que siempre subsistió en las Islas, a pesar de la vergonzosa venta de esclavos guanches, de la destrucción de nuestra cultura y del impuesto de la sangre aplicado en Canarias para expulsar a parte de nuestra población hacia América para poblar aquellas colonias americanas. Este pueblo siempre ha luchado desde hace siglos, y así podemos documentarlo como los primeros intentos organizados independentistas en Tenerife en 1827, los del Ateneo de La Laguna, Tenerife, en 1907, y también, ya en América, los esfuerzos del prócer Secundino Delgado y José Guerra, en Venezuela, entre los años 1897-98, a través del periódico "El Guanche", o el de los patriotas independentistas José Cabrera y Luis Wangüemert, quienes fundaron el PNC en Cuba, en 1924, donde proclamaban la independencia del Archipiélago hasta la creación del MPAIAC y la bandera nacional de las siete estrellas verdes, en 1964, en Argel, y cuantos militantes de dicho movimiento se han batido desde aquella fecha y han derramado su sangre asesinados y sufriendo prisión y torturas, en los años 1975 a 1980, con el fin supremo de conseguir una patria libre y soberana y fundar una República Federal para establecer una sociedad democrática, participativa y federal que reafirme los valores de libertad, igualdad, fraternidad y solidaridad, así como el imperio de la ley y la justicia social para nosotros y las futuras generaciones, que promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide el desarrollo y la integración interafricana, de acuerdo con el principio de no intervención entre las naciones y la garantía del respeto de los derechos humanos, la negación de la aplicación de la pena de muerte o la tortura, el desarme nuclear, el derecho sagrado del asilo político y protección de los desamparados, por todo lo cual, actuando en ejercicio de nuestro poder soberano y natural, en tanto que hombres libres, decretamos el Anteproyecto de Constitución, que una vez refrendada por nuestro pueblo, será la Carta Magna de la República Federal Canaria, Laica y Social.

Este Anteproyecto a discutir por una futura Asamblea Nacional Constituyente Provisional después de un amplio debate público por prensa y radio de entidades netamente canarias, o en círculos de opinión independientes y patrióticos o de patriotas y partidos organizados canarios e independentistas, de donde podrán salir los futuros componentes de esa Asamblea Nacional Constituyente Provisional, siempre teniendo en cuenta que la metrópoli monárquica y las mafias políticas canarias harán todo lo posible para que no se lleve a efecto pacífica y democráticamente.

La primera Constitución francesa, surgida de la revolución de 1789, fue preparada durante años y engendrada en las tertulias de intelectuales o en las tertulias de los salones de las damas progresistas de la burguesía francesa y en las discusiones celebradas en el café "Le Procope", que existe aún en París, donde se reunían intelectuales y escritores como Voltaire, Rousseau, Diderot, Lamarrk y, posteriormente, los revolucionarios de 1789, y se cuenta que el político y científico norteamericano Benjamin Franklin había venido a París desde lo que después fueron los Estados Unidos, para discutir los proyectos revolucionarios y republicanos franceses que después se inscribieron en la Constitución de los Estados Unidos, de ahí la importancia de las discusiones alrededor de un proyecto que va a ser fundamental para Canarias y su soberanía, proyecto que presenta a discusión el partido independentista Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del MPAIAC.

Hay que tener en cuenta que si todos los partidos canarios independentistas, constituidos y por constituirse, aceptan la Constitución que salga de la Asamblea Nacional Constituyente Provisional, aceptada solo por los canarios, esta asamblea podrá dirigirse oficialmente al Comité de la Descolonización de las Naciones Unidas, para que siga adelante el proceso de descolonización y autodeterminación que se había solicitado, en 1970, por el MPAIAC ante dicho comité y se suspendió en 1978 por un acto de terrorismo de Estado del Gobierno español, proceso que podrá ser continuado y solicitado por el MPAIAC, ya que el actual Parlamento Autónomo Canario no tiene personalidad jurídica internacional por encontrarse formando parte dentro del mismo, sucursales de partidos de la metrópoli colonial y parlamentarios no elegidos libremente por el pueblo canario.

Ya es hora de ponernos a trabajar, y cuanto antes mejor.

Africano de Canarias, el MPAIAC