No dudamos de la legalidad del entramado jurídico por el cual una productora de televisión en cuyo accionariado hay dos periódicos acaba siendo la tabla de salvación económica de estos. Esto es lo que ocurre desde hace algunos años con la Televisión Canaria y Videoreport. Ahora bien, legal no significa moral, es decir, ético, y ahí es donde pensamos que deberían intervenir ciertas instancias. Por ejemplo, el Parlamento canario, para que los partidos se pronuncien sobre esta fórmula; quién sabe si los Servicios Jurídicos de la Comunidad y hasta la Audiencia de Cuentas, esto es, los órganos de control de acción del Gobierno, pues, a fin de cuentas, se trata del uso que hace este último del presupuesto, que es tanto como decir el dinero de todos los canarios.

Porque no se puede decir, precisamente, que aquí nos sobre algo, ni un céntimo se puede desperdiciar. La última prueba de la pobreza de esta colonia que se cree comunidad autónoma en igualdad de condiciones que otras que la doblan y casi triplican en renta per cápita la tenemos en la Encuesta de Coste Laboral hecha pública ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Ahí está Canarias en el último lugar de las 17 regiones, con un sueldo medio anual de 18.876 euros por trabajador. Hasta hace unos años, el Archipiélago todavía superaba a Extremadura, Galicia, Murcia y hasta Andalucía, pero la recesión económica nos ha dejado totalmente rezagados. Otra prueba más de los males del colonialismo que no intenta siquiera sacudirnos de encima el nacionalismo postizo que gobierna estas islas.

Porque, al margen de que estemos pagando el precio de no poder decidir por nosotros mismos, de que no tengamos una Hacienda propia, buena parte de la culpa de este retroceso, que se agudiza cada vez más (véanse las cifras de la Encuesta de Población Activa dadas ayer), hay que atribuírsela a quienes gobiernan en esta colonia ¡desde hace 19 años! ¿Y quiénes son esos?: los falsos nacionalistas de Coalición Canaria, ahora más falsos que nunca, merced a los enjuagues de un dirigente que quiere todo el poder, en el Gobierno y en el partido, y que además ya está moviendo los hilos para que lo elijan candidato de nuevo en las próximas elecciones. Por supuesto, hablamos de Paulino Rivero.

Por cierto, ahora dice su portavoz que lleva diez meses sin usar el helicóptero. Por algo será. Y lo vamos a decir: porque sus viajes le costaban dinero al erario, y el contrato del aparato no se regía, como se demostró en un reportaje que publicó EL DÍA, por una especie de "tarifa plana", que era la versión de Rivero y sus adláteres. Es decir, el presidente ha rectificado porque un medio, este, descubrió su jugada; no por sus escrúpulos morales. En todo caso, aunque demos por buena la versión de que ya no usa el helicóptero, nos escama que nadie vea a Paulino Rivero en un avión o en un barco.

Y ahora, viendo el desastre en que ha metido a Canarias y a su partido, los correligionarios del presidente autonómico intentan resucitar a un muerto, su partido, Coalición Canaria, marcando distancias con él, pero no tantas, en el Congreso Insular de Tenerife, que empieza hoy. Mucho nos tememos, por lo que ya ha trascendido, que el hombre llamado a renovar el partido, Fernando Clavijo, se va a quedar a medias: ya ha hecho las paces con los "paulinistas", cuando lo que necesita es extirpar ese mal en la formación. Un mal que tiene nombre: el primero, Paulino Rivero; pero también Ángela Mena, Barragán, Ruano, José Miguel González, Fernando Ríos y demás putrefactos políticos de CC. Clavijo va de pastelero, cuando ese partido necesita un cirujano de hierro. Más de lo mismo, y seguirá la desgracia de los canarios con el falso nacionalismo.

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El dinero que recauda la Hacienda canaria no se emplea para aliviar las pavorosas cifras de paro causadas por el Gobierno de Paulino Rivero. Su aplicación está dedicada, entre otros despilfarros, a sostener la inútil televisión autonómica, la radio "nacional" canaria y la inservible Policía Canaria. Pero lo que es más cruel es que, además de mantener esos tres entes que no sirven para nada, produce lágrimas que ese dinero se malgaste en dos periódicos, uno de Tenerife y otro de Canaria, para cantar todos los días las alabanzas al presidente Rivero, a su esposa y a sus secuaces políticos. Como en la antigua República Dominicana, despilfarro, terror, hambre y miseria. Y CC, ¿qué hace?