1.- Siempre se habló de la llegada de los marcianos como la invasión clásica. Incluso hay un chiste gomero que habla de una invasión marciana a la isla colombina y de una recomendación hecha por radio a sus habitantes, por si se encuentran con algún marciano: "Hay que hablarles bajito", dice el locutor, "para no asustarlos". En esto que un gomero, conductor de guagua, va por la carretera de Agando, hoy cerrada por el incendio, y se encuentra a un señor bajito en la cuneta, entre la maleza, con una gorra, y a su lado una luz amarilla que da vueltas. Es muy bajito, repito. Creyendo haber visto a un marciano, se baja de la guagua y acercándose con cuidado, le dice: "Yo soy , soy chófer de la guagua y esta es la isla de La Gomera". A lo que el de la cuneta le contesta, igualmente despacio: "Yo soy Juan, eso que ve ahí es la luz de la ambulancia del Cabildo, que yo conduzco, y no soy bajito, sino que estoy acuclillado, cagando". Bueno pues en Marte, chistes aparte, se produce la invasión al revés. El terrícola ha colocado un tractor en un cráter del planeta rojo, en busca de agua y de signos viejos de vida.

2 .- Empezaremos muy pronto a tener respuestas. Los marcianos que Hitchcock colocó en la Tierra una noche de Navidad probablemente no existen. Exploramos nuevos mundos, pero no hallamos en ellos seres vivos, sólo desiertos, grandes piedras, frío (-90º en este caso) y desolación. Parece que, por ahora, somos los únicos. Así no nos tendremos que plantear nuevas filosofías, nuevas creencias y nuevos debates sobre los orígenes. El "Curiosity" y todo lo que rodea a este vehículo espacial han costado algo así como 2.500 millones de dólares. Veinte minutos de zozobra en un descenso de vértigo, con paracaídas supersónicos. Qué espectáculo tuvo que ser. Y una nave que aportará información vital a la NASA sobre lo que hay en un mundo que creíamos inalcanzable.

3.- Mas, al menos por ahora, somos los únicos. Quizá en un tiempo habitaran Marte los marcianos, los hombres bajitos parecidos a ET. No sé por qué todos los supuestos habitantes de otros mundos tienen que ser bajitos. Yo conocí a una persona seria, ya murió, que sostenía que estuvo en el interior de una nave espacial, en Abades. Pero el único marciano de Abades que yo conozco es Pedrito, el futbolista del F.C. Barcelona, que no se sabe de qué juega y es internacional. Y marca goles como un marciano. En fin, que esta semana conoceremos los primeros datos que nos mande esta nave "Curiosity", que ha aterrizado con éxito en el planeta rojo. A ver qué nos dice.

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