Limpiar Buenavista del Norte

Sr. director:

En su diario del pasado 21 de agosto, en primera página, destaca a un grupo de jóvenes en un campo de trabajo con misión de limpiar Buenavista del Norte de la plaga que representa la planta rabo de gato. ¡Enhorabuena y felicitaciones a tan noble compromiso!

No conozco nada de la agricultura ni de los procesos que se deberían de utilizar para erradicar esta planta. Solo quisiera hacer una reflexión personal que me parece razonable y digna de tenerla en cuenta.

Hace varios años ya, veo esta campaña de limpieza de Tenerife y siempre se hace cuando la planta ya está madura, cuando los granos ya germinaron y muchos cayeron al suelo llevados por el viento. Comprendo que es bueno arrancar las plantas adultas, pues en ellas quedan muchas semillas, pero, si no me equivoco, no sirve de mucho, pues los granos ya caídos volverán a reproducirse, florecer y aumentar cada año más el número de plantas.

¿No sería mejor arrancar las plantas mientras son verdes y no tienen aún granos? Eso, creo yo, evitaría su nueva reproducción y, poco a poco, se podría eliminar esa plaga.

Muy agradecido por su atención, con el deseo de que mi reflexión pueda ser útil a nuestra bonita tierra y, si así fuera, que Ud., que tiene muchas posibilidades, la hiciera valer.

Jean Dekany

Evaluación

En momentos como los que vivimos, en que se pone en duda, con una pasmosa ligereza, todo lo cuestionable, debemos considerar llegada la oportunidad de reclamar, desde la condición de ciudadanos, que las personas nominadas por los partidos sufran una valoración en la que se vean obligadas a demostrar si son merecedoras de que el pueblo liso y llano esté dispuesto a reconocer que tales sujetos puedan hacerse acreedores a ser sus representantes.

Resulta inaceptable que cuando se exige a todo el que desee optar a un puesto de trabajo, al más sencillo de todos, una capacitación determinada, cualquier tarugo sin preparación alguna, porque lo dice un partido y en su nombre otro incompetente, tenga el aval suficiente para sentirse investido y con capacidad bastante para tomar asiento en alguna de las cámaras, como si su única tarea fuese la de apretar el famoso pulsador de las votaciones, o más simple, levantar la manita. Y aún así fíjense ustedes en la cantidad de cenutrios que se equivocan a la hora de cumplir tan elemental cometido.

Este espaldarazo que reciben de sus compañeros de filas debería ser mucho más fácil de retirar por incompetencia, no obligando a los partidos a tener que contar a lo largo de toda una legislatura con un sujeto que indudablemente fue un error designar. De esta manera se acabaría con el transfuguismo, con las ausencias reiteradas en los parlamentos, escaños que da penita ver ocupados por dulces dormidores, acaso agobiados por pesadas digestiones, por jetas que leen diarios de papel, cuando con mayor discreción podrían ojear u hojear los mismos en los diferentes medios técnicos que gracias a la generosidad del parlamento les pagamos los ciudadanos. Sin tener que llegar a esos interfectos de difícil calificación que han sido pillados ocupándose con algún que otro número de revista porno.

El reciclado exigiría, después de escuchar la conversación mantenida entre el señor Rajoy y la titular de Empleo y Seguridad Social, señora Fátima Báñez, de visita en El Rocío, la intervención de alguna personalidad eclesiástica, ya que estamos pensando siempre en lo material y al final los seres humanos somos, sobre todo, personas con alma y con sentimientos. Dramático resulta pensar que los que conceden las hipotecas, o las grandes empresas de alimentación, no piensen de igual manera y se porten generosamente con los propietarios de esos espíritus y esas sensibilidades ayudándoles de forma altruista a mantener tan perecederas moradas terrenales donde se albergan por designio del sumo hacedor esencias y disposiciones de ánimo.

Me dolería poder ser tachado de excesivamente materialista, pero tal como están las cosas, resulta duro en demasía que al maltratado de forma inmisericorde se le exija además que piense en su alma inmortal. ¡¡Con qué ligereza aquellos que aún se pueden permitir unas tapas como aperitivo, un tentempié a media tarde, y si se tercia un resopón antes de ir a dormir, recomiendan al hambriento la oración a la espera del milagro, cuando ellos con seguridad no necesitan encomendarse ni a Dios ni al diablo, solo a su banquero!!

José Luis Martín Meyerhans

Lo que el fuego no se llevó

Perplejo por la trapisonda exculpatoria que se traen entre manos los degenerados socialistas gomeros, voy a recordar lo vivido cuando el fatídico incendio del 11 de septiembre de 1984. La actuación de Curbelo, que por entonces era el alcalde de San Sebastián, fue muy parecida a la de ahora. Pasada la medianoche, con las campanas tocando a rebato, convocó a los jóvenes en la plaza de la iglesia. Sin pertrechar y sin la indumentaria apropiada, envió a los jóvenes a sofocar el incendio. Las consecuencias de la temeridad: veinte carbonizados y otros tantos dañados. Durante los dos días que se llevó controlar el fuego, Curbelo estuvo desaparecido, no se supo nada de su paradero, si estaba en la Isla o si se había embarcado.

El Parlamento de Canarias constituyó una comisión para investigar los hechos: todo fue un fraude escandaloso. Los socialistas formábamos la mayoría de la comisión y todos, excepto yo, se aplicaron en la manipulación, la obstrucción y la ocultación de los hechos para exonerar de responsabilidad a sus conmilitones gomeros. Lo mismo que está sucediendo ahora con el caso de los ERE en Andalucía.

El presidente que fue de la comisión, el diputado Ramón Jerez, sacerdote del ocultismo, podría explicarnos más amplia y explícitamente lo sucedido, antes de que su conciencia -o "inconsciencia"- acabe por envenenarlo. Yo fui el único diputado socialista de esa comisión que se rebeló, rompiendo la disciplina de partido. Para ser sincero, esta decisión me enfrentó con el aparato del partido, pero, por otro lado, me aportó un considerable alivio, una conciencia tranquila. Un partido que obligue a cualquiera de sus afiliados a conculcar la ética y a faltar a la verdad, para ese partido no vale la pena ningún rescate; es una indecencia.

Cuando ocurrió el siniestro, como parlamentario y consejero del Cabildo, me encontraba junto a mi amigo el gobernador civil en la visita que hizo a la Isla para inspeccionar el incendio que le arrebató la vida.

¡Juzgado de Instrucción, ya! ¡Comisión de investigación, también!

Alonso Trujillo-Mora

Incendios

Sr. director:

Canarias ha sufrido un incendio en La Palma y otro terrible en La Gomera. Ahora también amenazan a las Islas las plataformas petrolíferas, que se quieren anclar entre Tenerife y Lanzarote, para obtener una energía obsoleta.

Tenerife y Gran Canaria (el sur, con Maspalomas como ejemplo destacado) han sufrido una presión urbanística, turística y un daño al paisaje terribles, como otros tantos sitios de España.

Llama la atención la conservación, el esfuerzo en Lanzarote y, en general, en otras islas de las Afortunadas por conservar sus esencias. En Lanzarote, en mantener la construcción de su tipo de vivienda (altura, color de pintura...); la conservación y protección de sus espacios naturales, sin cerrarlos a cal y canto, sino administrando racionalmente su uso; y aun más aprovechando y creando otros nuevos. Es de grandísima admiración la labor de César Manrique y otros compañeros suyos, de cómo consiguieron preservar, de todo lo que hicieron por un territorio. Al lado están en España otros, unos cuantos, unos conocidos y otros menos, que tanto daño han hecho a nuestro patrimonio natural y artístico. Ahora se ha modificado la ley de costas; que no continúe el destrozo.

En otro orden de cosas, ha habido polémica, se han mantenido los chiringuitos en las playas. Pero están casi desaparecidas las cabinas donde cambiarse, y a muchas personas les cuesta o les da corte cambiarse con una toalla, o no quieren pedir el favor de hacerlo en un bar. Las cabinas son un servicio que se debe mantener o recuperar.

Bernardo de Llobet Collado

Europa siempre nos abandona

Hace unos días, Francia ha homenajeado a los españoles republicanos que lucharon en dicho país contra el nazismo. Eso fue en la Segunda Guerra Mundial; muchos republicanos españoles que escaparon del fascismo de los golpistas de Franco lucharon y muchos dieron su vida en esa lucha contra los nazis alemanes, con la esperanza de que con esa lucha conseguirían no ya solo terminar con los nazis, sino también con los franquistas que usurparon el poder popular en España.

Pero una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, Europa, encabezada por Inglaterra con Churchill y Francia con Gaulle, decidió abandonar al pueblo español en las manos del dictador Franco, incumpliendo sus promesas a esos luchadores republicanos de liberar del yugo fascista a España, ¡y nos abandonaron!

En estos momentos de crisis económica para la mayoría de la población española, oímos que esos mismos países, pero esta vez encabezados por Alemania, entonces enemiga y ahora gobernanta de Europa, dicen que ayudarán a España. Lo dicen una y otra vez, pero lo que hacen en verdad es asfixiarnos cada día más haciendo que España pague intereses de la deuda que se pueden llamar usureros, imponiendo a nuestros gobiernos central y autonómicos (cobardes políticos todos ellos) unas condiciones para el pueblo que cada día más nos están arrastrando a la indigencia, mientras los bancos alemanes, franceses, etc., cada día ganan más a nuestra costa, recortándonos derechos adquiridos con mucha lucha y sacrificios, como fue la consecución de regular al mundo laboral con la negociación de convenios colectivos, convenios que se han cargado de un plumazo; recortando la sanidad pública hasta extremos que están dañando a la población, sobre todo a la más necesitada, a los mayores, con aumentos de repago intolerables; subida de impuestos directos e indirectos que gravan los alimentos, el material escolar, la cultura y abaratando los sueldos, que aquí en España son ya de por sí más bajos que en Europa, pero ellos, los de Europa, siguen de manera cínica diciendo que nos ayudan, y la verdad es que, como siempre, ¡nos abandonan!

Miguel Dueñas Muñoz

(Tarragona)