PUBLICÁBAMOS en nuestra edición del viernes último que la cuenta atrás ha comenzado pues solo quedan pocos días para que el Parlamento Europeo emita su informe final sobre qué infraestructuras formarán parte de la Red Transeuropea de Transportes, las cuales podrán acceder al reparto de 50.000 millones de euros hasta el año 2030. Reiteradamente hemos dicho en nuestros comentarios y editoriales que dejar fuera al puerto de Santa Cruz -lo que supone excluir a todo Tenerife- de estas ayudas es otro atropello orquestado desde Las Palmas para que la tercera isla siga destacando, artificial y falsamente, sobre las demás; de forma especial, sobre la más rica, extensa y poblada, que es la nuestra. Por eso la plataforma "Tenerife se mueve" no parará -también lo decíamos el viernes- hasta que su voz y su petición sean oídas por Europa. Desde "#TfseMueve" ya se han recabado más de 7.000 firmas, tanto "online" como presenciales. Aseguran los impulsores de esta acción ciudadana, al igual que lo hacemos nosotros, que si la sociedad tinerfeña no se moviliza antes del 28 septiembre, la Isla pagará una factura muy cara.

En esta casa estamos con "#TfseMueve" y con todos los que quieren hacer algo por esta Isla y por todas las demás; es decir, por Canarias en general. Únicamente añadimos por nuestra parte que estamos ante una oportunidad brillante, una oportunidad de oro y única, para que, al mismo tiempo que se movilizan estas personas en Bruselas para pedir que el puerto de Santa Cruz, así como los aeropuertos del Norte y Sur de Tenerife, sean incluidos en la Red del Transporte, reclamen igualmente la independencia del Archipiélago. Que pidan la lógica, razonable e históricamente justificada libertad de Canarias. Que aleguen que estas Islas no están en Europa; que digan que Canarias no es una región ultraperiférica europea, porque eso equivale a decir que somos un territorio colonial. Lo cual es falso. Somos una nación -aunque de momento sin estado- disfrazada de comunidad autónoma. Una treta política de España para engañar a las propias instituciones europeas y a los organismos supranacionales de todo el mundo. Hay que decir en Bruselas, en Nueva York y en donde haga falta que como pueblo somos una nación y queremos nuestro Estado propio; nuestra soberanía nacional. En definitiva, al tiempo que pide ayuda para el puerto de Santa Cruz, #TfseMueve debe denunciar la ignominiosa situación colonial de Canarias.

Es verdad que Tenerife pagará una factura muy cara si su puerto no es incluido en la mencionada Red, pero no lo es menos que Canarias pagará un coste elevadísimo si no nos libramos cuanto antes de la oprobiosa dominación colonial que soportamos desde hace casi seis siglos. Una situación agravada por el hecho de que nos gobierna un necio político; una persona políticamente torpe y, por lo tanto, incapaz de resolver uno solo de los problemas que tenemos: paro, hambre, una sanidad insuficiente para atender las demandas de la población, un sistema educativo que conduce al fracaso y, sobre todo, un enorme descaro de este déspota y de sus compinches, siempre políticamente hablando, llamado Paulino Rivero que le pide a esos jóvenes que busquen trabajo en el extranjero. Quien se tiene que ir es él y para siempre, porque habernos hundido en la miseria lo hace indigno, no nos cansaremos de repetirlo, de vivir entre nosotros.

Cada día tenemos una mala noticia que dar. Cada día surge un nuevo dato que confirma lo mal que estamos por culpa de los gobernantes españoles, que hacen oídos sordos a nuestras peticiones de independencia, y también por culpa de los falsos nacionalistas de CC que no echan a Rivero a patadas de una vez. La última de esas malas noticias es que el expresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Hermoso, ha vendido su empresa de prefabricados a un grupo gallego. Una decisión que ha tomado, según él, porque a esta crisis no se le vislumbra por el momento ninguna salida. Una venta que no les parece bien a los sindicatos ya que, según UGT, desde 2002 se inició una etapa de mala gestión de la empresa. Antes, según esta central obrera, había tenido beneficios. Los representantes de los trabajadores lamentan que el señor Hermoso haya dado un mal ejemplo al vender su empresa sin pagar los cinco meses de salarios que les debe a los empleados.

Es propio de los sindicatos culpar siempre a la empresa de mala gestión. Nunca se habla en los comités de empresa, de los excesos de plantilla y de la gandulería de algunos trabajadores.