LA ACTUALIDAD nos trae varios temas noticiables en las últimas horas. Es la primera vez que he visto y oído una entrevista al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por varios periodistas, cara a cara y sin acompañantes. El presidente, solo y sin un papel delante, contestó, uno a uno, a los informadores en conversación tranquila y realmente cordial. Que convenciera al auditorio lo que dijo es cosa distinta. Por ejemplo, lo que afirmó de su reforma laboral, la cual, aunque no fue discutida por los asistentes a la reunión, ha sido rechazada por los trabajadores, como se sabe, por poco satisfactoria, y se pide transformarla. Respecto a otras decisiones, Rajoy explicó que está consiguiendo progresar hacia unos objetivos que se están alcanzando, que espera que tendrán el resultado que persigue el Gobierno y que cree que se lograrán.

En resumen, sin que se diera lugar a discusiones, el presidente explicó sus planes, que no fueron aceptados por los periodistas, aunque sí se pidieron explicaciones sobre detalles, y el diálogo terminó sin que se diera lugar a contradicciones expresadas por los periodistas, que aceptaron las decisiones del presidente. Si estos encuentros fueran frecuentes, es seguro que habría mayor entendimiento entre gobernantes y gobernados y la situación política seguiría el mejor camino.

Otro tema de interés en el ámbito insular es la reciente reducción de ayuntamientos y, claro está, de los integrantes de las corporaciones municipales. Dice este periódico que la reforma de administración municipal será uno de los asuntos importantes del otoño político. De los 31 municipios actuales de la isla de Tenerife, se pasará a solo 8, al unificarse comarcas, lo cual supondría la reducción del número de concejales, pasando de 531 actuales a contar con solo 171 ediles, al llevarse a cabo la reforma de la administración. Los criterios que se han estudiado aluden a la eliminación de aquellas poblaciones con menos de 5.000 habitantes, cifra que fue aumentada a 20.000, así como a la desaparición del 30 por ciento del número de ediles. Según esos preceptos, Tenerife pasaría a contar con 28 municipios, ya que se eliminarían como tales Fasnia, Vilaflor y El Tanque si se optara por la tesis de fusionar los municipios que tengan un censo inferior a cinco mil habitantes, pero si la elección final fuera eliminar los que cuentan con menos de 20.000 habitantes, solo quedarían doce municipios. Ocurre que el presidente del Gobierno de la nación, Mariano Rajoy, anunció durante el pleno del Congreso del 11 de julio pasado que recortará un 30 por ciento el número de concejales de los más de 8.000 ayuntamientos del país; los 31 municipios actuales de Tenerife suman 531 concejales, de los que cobrarían sueldo 159, lo que dejaría a 372 ediles en activo, si bien la aplicación de la medida está condicionada a tramos de población. Y aquí se introduce una cuenta de antiguos menceyatos, pero hoy dispone de ocho comarcas que bien podrían configurar otros tantos municipios. Se dispone que la reordenación de administraciones requiere compartir servicios y prestaciones. De esta forma discrepa el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Ricardo Melchior, quien se declara incapaz de suprimir cualquier ayuntamiento, aunque Rajoy sostenga que se trata de racionalizar la acción de las administraciones municipales. Y como curiosidad citamos a Santa Cruz, cuyo ayuntamiento comprenderá, con la denominación de Anaga, a la propia capital de la Isla, La Laguna, El Rosario y Tegueste y vería su población aumentada a 403.000 habitantes, pasando tener de 29 a los 88 concejales actuales y habrá fusión de Tacoronte con El Sauzal, La Matanza, La Victoria y Santa Úrsula, con 64.800 habitantes y 25 ediles de los 77 actuales; La Orotava, con el Puerto de la Cruz y Los Realejos, con 113.000 habitantes y 27 de los actuales 63 concejales.

Los restantes ayuntamientos figuran en lo publicado por este periódico en su edición del pasado lunes.