No son desvaríos, como afirma Asier Antona, lo que caracteriza la actitud política de Paulino Rivero en estos tiempos. Antona, que es secretario general del PP canario, considera que el presidente del Gobierno regional compromete seriamente la posición política e institucional de estas Islas al echarse a un monte que está cerca del independentismo. Tal vez sí, aunque la razón última de los supuestos desbarres del paulinato es otra. Del paulinato o del paulinismo, como dice mi admirada María Australia Navarro; María Australia sería perfecta si no se le escapase de vez en cuando un ramalazo de insularismo canarión, pero qué se le va a hacer. ¿Y cuál es esa razón última de ese viraje independentista de algunos dirigentes de CC? No hace falta que les escriba aquí la respuesta porque pueden leerla todos los días en la primera página de cualquier periódico. En la portada de ayer de EL DÍA, sin ir más lejos, se decía que solo siete de cada cien canarios han encontrado trabajo desde el mes de abril.

Habría que preguntar cuántos de los 372.700 parados que habitan en este Archipiélago, según las empresas de trabajo temporal, se han puesto de verdad a buscar un empleo durante estos meses o, como es harto habitual, han preferido vivir del subsidio mientras dure. En este sentido es revelador lo que manifestaba hace unos días Pablo Zurita, citando a varios economistas, sobre el hecho irrefutable de que una persona que cobre una ayuda de 400 euros mensuales difícilmente va a aceptar un empleo, aunque sea a tiempo parcial, por 500. Nadie se obliga a levantarse temprano y acicalarse mínimamente para ir a romperse la espalda descargando camiones -o sentado detrás de la pantalla de un ordenador- para ganar cien euros adicionales. A quien albergue la menor duda al respecto le recomiendo que lea algo sobre psicología social.

Sea como fuese, no es de recibo que la probabilidad de que un desempleado encuentre trabajo en Canarias sea únicamente del 6,9 por ciento. Solo Castilla-La Mancha (6,4%) y Extremadura (6,5%) están peor, aunque Cataluña (7,9%) no se sitúa en un puesto mucho mejor. Quizá con la independencia... En fin; no le quitemos a nadie las ilusiones. En cualquier caso, ¿quiénes son los responsables de las políticas de empleo en Canarias? ¿En manos de quiénes está desde tiempos inmemoriales la formación que se imparte en esta comunidad? Y este es uno de los aspectos claves para el acceso a un mercado laboral cada vez más tecnificado y competitivo.

Como ni Paulino Rivero ni sus sacristanes pueden aguantar el tipo ante las respuestas a estas preguntas, la opción es culpar a Madrid. Lo de siempre. No estamos, por lo tanto, ante esos supuestos desvaríos que menciona el secretario general del PP canario; estamos ante una huida hacia delante siguiendo los vericuetos victimistas de siempre: los responsables de que en Canarias miles de personas no tengan trabajo ni posibilidades de encontrarlo no son los que gobiernan en Canarias, sino quienes están a 2.000 kilómetros. ¿Hay alguien que se siga creyendo este discurso? ¿Habrá alguien capaz de votar por esta gente la próxima vez que toque hacerlo?

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