1.- Ha enseñado una teta Kate Middleton, que es la mujer del heredero del heredero en la Corte de San Jaime. ¿Y qué? Los periódicos ingleses, incluso los más sucios, los que jamás tienen piedad con nadie, salen en defensa de la intimidad de Catalina y de la Corona de Isabel. A buenas horas, cuando masacraron en su día a la bella Diana y a su amigo el egipcio, hasta que acabaron con ellos. Si Kate enseña una teta, la prensa la saca. ¿Qué diferencia hay entre el culo de Scarlett Johanson, robado igualmente en la Internet y la teta de Catalina, hurtada en un palacio lejano? Ninguna. Lo que Dios puso en el hombre y en la mujer es para enseñarlo. Adán y Eva iban en pelotas y sólo escandalizaron a la serpiente. Los pueblos de la selva no tapan sus vergüenzas, o sea que si Catalina se ha puesto cachonda en una relajación familiar y palaciega, el mundo no tiene por qué cerrar los ojos. Ya cogieron en pelotas a su cuñadito, el hermano del heredero del heredero, o sea Harry, pero esta vez rabeando a una dama. Cualquiera lo suelta en una procesión lagunera. No quedaría una redoma derecha.

2.- Este verano ha sido un verano de tutes. Ahí tienen a Olvido Hormigos dándole a la manivela para el gran público de la Internet, con cara de vicio. Y antes vimos a la no menos bella Karina Bolaños ofreciéndose a su hombre, con un muestreo, a modo de aperitivo, de medio pezón que valía por tres. Es decir, que con Catalina se completa el trío de pechonalidades en distintas partes del mundo. Dicen que la reina Victoria, que mandó en el Reino Unido tropecientos años, era una mujer liberal; así que su sucesora, la reina Isabel actual, tampoco se sorprenderá demasiado porque su nieta (consorte) Catalina enseñe una teta al personal. Además, siempre da morbo verle la cacharra a una princesa.

3.- Yo creo que este mundo se está volviendo loco. La economía, descalabrada, da paso a la teta real sin punto y aparte. Todo tieso. Periódicos de varios países se plantean si imitar a la revista francesa "Closer" y publicar a Kate en bolas. Las monarquías y las repúblicas no tienen patentes de corso. Ya enseñó una teta Raisa Gorbachov, paz descanse, por la ventana de un hotel de Madrid; se publicó y no pasó nada. Y al Borbón de España lo cogieron una vez en pelota picada y creo que fue "Paris Match" el medio que publicó las cositas reales. En España no quisieron abusar. Ahora, la pérfida Albión -¿recuerdan?- protege a su princesita. Cuánta ternura puede albergar una teta real.

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