QUE EL REINO de Marruecos no está dispuesto, bajo ningún concepto, a que se ponga en tela de juicio su soberanía sobre el Sahara Occidental es un hecho tan evidente que, inclusive, hasta en la nomenclatura interna se le denomina las "provincias del Sur". Así, SM el Rey Mohamed VI dirigió un discurso a la 67ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que fue leído por el hermano menor del monarca, SAR el príncipe Moulay Rachid, en el cual, ha trasladado a la ONU la disposición de Marruecos de negociar sobre el Sahara, pero defendiendo en todos los casos la integridad territorial.

Recuérdese que Naciones Unidas auspicia desde 1976 las conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario -que "gobierna" de facto la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (la fantasmagórica RASD)- para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la antigua colonia española. El príncipe Moulay Rachid ha plasmado en su discurso ante la Asamblea General la disposición inamovible de su país en lo que ha calificado de un "conflicto artificial", subrayando la necesidad de garantizar "la soberanía nacional y la integridad territorial" frente a cualquier pretensión de autodeterminación.

El hermano de Mohamed VI ha defendido la "sinceridad y seriedad" con que el Reino de Marruecos ha participado en unos contactos que, según ha dicho, deberían concluir con una solución política "realista y consensuada". En este sentido, ha apuntado que la oferta de autonomía ofrecida por Rabat ha sido considerada "seria, realista y digna de credibilidad" por la comunidad internacional. El Frente Polisario, sin embargo, mantiene que el estatus del Sahara Occidental debe decidirse a través de un referéndum de autodeterminación que pueda conducir a la independencia. Con la particularidad, añado, que el gran problema que se plantea en ese terreno es el dichoso censo, que la administración española en su día infló artificialmente para beneficiar a los independentistas, e introducir un elemento sensible de discrepancia y permanente conflicto.

El príncipe marroquí también se refirió desde la tribuna de Naciones Unidas a la "constructiva cooperación" de Rabat con la misión de la ONU en el Sahara Occidental (MINURSO), aunque acto seguido añadió que siempre "sobre la base del mandato que el Consejo de Seguridad le ha asignado". Frente a quienes piden que la MINURSO pase a supervisar también los Derechos Humanos en la excolonia española, el representante de la Monarquía Alauita reinante en Marruecos, ha condicionado la colaboración a que "ninguna modificación alcance la naturaleza o contenido" de la misión internacional. Y en este punto, es oportuno recordar que ese, precisamente, es uno de los motivos por los cuales Marruecos ha vetado reiteradamente al representante personal del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para el Sahara Occidental, Christopher Ross; que, casualmente, fue embajador de los Estados Unidos en Argelia.

Al margen del conflicto interno del Sahara, el príncipe Moulay Rachid también realizó un detenido repaso por la situación internacional durante el cual defendió la importancia de Naciones Unidas como instrumento para la "realización de la paz" en el mundo, especialmente en zonas de África donde se ha producido un "grave deterioro" de la situación. El príncipe ha puesto a Mali como ejemplo de inestabilidad en la zona (Marruecos aboga por un enfoque regional a través de la CEDEAO) y ha citado a los países de la "primavera árabe" para referirse a la "nueva era" que atraviesa el Norte de África y Oriente Próximo. Los cambios en Túnez, Libia, Egipto y Yemen "han puesto de manifiesto la voluntad de los pueblos de edificar unas sociedades democráticas donde el respeto de los Derechos Humanos, la igualdad de oportunidades y la vida digna constituyan la nota dominante", enfatizó el príncipe marroquí. Como cara opuesta, Moulay Rachid ha mencionado Siria, país en el que la población "sigue pagando con su sangre el precio de la libertad"; instando a la comunidad internacional a unir fuerzas y actuar "con determinación", para obligar al régimen de Bashar Al Assad a poner fin a la violencia.

Por cierto, que en el marco de las Naciones Unidas, y según informa la agencia MAP, Marruecos y España lanzaron, el pasado viernes en Nueva York, la iniciativa sobre "la promoción de la mediación en la región del Mediterráneo" en su calidad de miembros del Grupo de los Amigos de la Mediación, que comparten un conjunto de valores y de objetivos comunes que pretenden promover el diálogo y el arreglo pacífico de las controversias tal como son enunciados en el capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas.

Y en el ámbito de las relaciones bilaterales hispano-marroquíes, es importante resaltar el "buen momento" por el que atraviesan las mismas, puestas de relieve en la X Reunión de Alto Nivel entre los Reinos de Marruecos y de España, que se celebró el pasado miércoles en Rabat, y que culminaba así la intensificación de los contactos que se vienen produciendo desde principios de año. En efecto, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy viajó a Marruecos con nada menos que siete ministros: los titulares de Exteriores, Interior, Fomento, Agricultura, Industria, Educación y Justicia, a los que se sumó la secretaria de Estado de Comercio; y que se ha hecho coincidir con un foro de empresarios organizado por las patronales, CGEM marroquí y CEOE española.

El presidente del Gobierno español ha afirmado que "los lazos más profundos se traducirán en la creación de empleo, confirmando que España será en 2012 el primer socio inversor de Marruecos. "Juntos sortearemos mejor la crisis". Este fue, en resumen, el mensaje lanzado el pasado miércoles por Mariano Rajoy a su homólogo marroquí, el islamista Abdelilá Benkiran. El estrechamiento de una relación que ya va viento en popa puede ayudar a mitigar la mala racha que atraviesa España y que se cierne sobre Marruecos contagiado por la crisis europea.

Rajoy y Benkiran inauguraron en Rabat la cumbre bilateral, a la que asistieron los titulares de los ministerios españoles señalados, con sendos discursos ante lo más representativo del empresariado marroquí y español encabezado por los presidentes de las patronales citadas, Miriem Bensalah-Chakroun y Joan Rosell respectivamente. "Unos lazos comerciales y económicos cada vez más estrechos se traducirán en la creación de puestos de trabajo y en crecimiento en ambos países", declaró Mariano Rajoy; quién ensalzó "las virtudes de sus reformas y de sus Presupuestos para 2013. Benkiran, por su parte, recogió el testigo declarando que "los lazos económicos entre Marruecos y España ayudarán a superar los desafíos económicos a los que se enfrentan nuestros dos países", recalcó el primer ministro marroquí. Añadiendo que, "nos alegraremos de ver que nuestros hermanos españoles tiene éxito en Marruecos".

En el contexto económico, las estadísticas comerciales son impresionantes. De enero a julio, las exportaciones de unas 20.000 empresas españolas, en su mayoría pymes, han crecido un 22,40 %, convirtiendo a Marruecos en el segundo mercado de España, justo detrás de EEUU, fuera de la UE. La cobertura de la balanza comercial alcanzó un nuevo récord: 170%. Todo ello ha sido posible, según Rajoy, "por la enorme capacidad de las empresas españolas para reorientar sus relaciones comerciales" y que "Marruecos y España ofrecen oportunidades únicas que el actual panorama pone en evidencia".

El presidente del Gobierno español fue también recibido en audiencia en el Palacio Real de Marrakech por el monarca marroquí, Mohamed VI.

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