Sepan cuantos lectores lean este sufrido artículo que soy votante del Partido Popular; mejor dicho, fui votante del PP en las pasadas elecciones generales y autonómicas. En mi longeva vida me he arrepentido de muchas meteduras de pata, pero esta, paciente lector, es la que peor llevo y me tiene bastante malhumorado por no escribir cabreado. Por cuestiones familiares, que no vienen al caso, me ha tocado enterarme del follón que últimamente sacude al sector del transporte y concretamente al del taxi tinerfeño. Tengo, como tantos chicharreros, un pariente que trabaja de taxista. Este pariente, hombre prudente y bien intencionado, lleva con resignación cristiana todo esto de la crisis y como es lógico intenta arañar por dónde puede y dejan algunos euritos. No lo tiene fácil por el excesivo número de licencias y, como es lógico, también porque el ciudadano de a pie no está para gastarse muchos cuartos en los taxis para moverse por nuestro municipio. Además, el asunto de la regulación del sector con la nueva normativa le tiene de los nervios y no sabe ya a qué atenerse.

En la última reunión familiar nos expuso su particular embrollo laboral. Apuntaba algo molesto que no terminaba de entender la postura de las gentes del PP de Tenerife ya que venía oyendo por un lado a los concejales de Santa Cruz decir una cosa, a los de Granadilla otra, y por último -para terminar de rematarlo- a los consejeros del Cabildo otra bien distinta. Voy por partes: la concejala del PP chicharrero Zaida González arremetía hace unos días contra la concejala de CC Carmen Delia González por no defender suficientemente bien el mantenimiento de los denominados "tranfer". Un tranfer una contratación previa de un servicio de transporte entre una empresa y un taxista. Vamos contratar una carrera simple y llanamente para cubrir un momento excepcional como la llegada masiva de turistas y cosas así. Pues con la entrada en vigor del Reglamento del Taxi de Canarias corresponde a los Cabildos regular las denominadas "áreas sensibles"; para entendernos, puertos y aeropuertos, y así regular y ordenar, de la mejor manera posible, todo este sector con el fin último de que los trabajadores del taxi puedan vivir y convivir -todos- sin mayores inconvenientes.

Desde el Cabildo, nos consta, se ha coordinado y gestionado una negociación exquisita manteniendo y ajustando unos equilibrios harto complicados, de tal manera que por fin se ha llegado a un acuerdo con notable consenso. Pues no contentos con esto, los responsables del PP se echan al monte cargados de mecheros y gasolina para reventar la convivencia en el mundo del taxi bastante castigado ya.

Con este panorama observamos atónitos cómo los concejales y consejeros del PP dicen y mantienen una postura en el Ayuntamiento de Santa Cruz y otra distinta en el Cabildo de Tenerife. ¿Cómo se puede argumentar, con un mínimo de seriedad, que apoyen la figura del "transfer" en Santa Cruz y con la misma proponer su eliminación en el Cabildo? ¿En qué cabeza cabe, además de la del señor Alarcó, semejante dislate e incongruencia?

Pues estos son los que nos están gobernando en el Estado y pretenden gobernar por aquí. Apañados están y apañados vamos.

Armando Brito Morales

Éxito empresarial

Desde siempre el mundo empresarial me ha llamado la atención y he emprendido diversos proyectos con desigual fortuna, prevaleciendo los fracasos sobre los éxitos. Últimamente he montado una pequeña empresa del sector químico y a decir verdad marcha viento en popa. El producto que elaboro tiene una elevada aceptación y demanda. En los últimos tiempos he tenido pedidos de enorme importancia a cargo de grandes colectivos: parados, pensionistas, jóvenes, estudiantes, obreros, bancarios (no confundir con banqueros), sanitarios, docentes y un largo etc. Ayer, sin ir más lejos, el colectivo de funcionarios me ha solicitado la producción de seis meses; esto es debido a que se ha conocido que, aparte de no cobrar la paga extra de Navidad, tendrán que tributar los impuestos correspondientes tal como si la hubiesen cobrado en su totalidad. Creo llegado el momento de informar que el producto que mi empresa fabrica es la vulgar y simple vaselina.

Manuel Villena Lázaro