DICE un viejo proverbio que "el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras", lo cual es rigurosamente cierto; pese a ello, no tengo ningún inconveniente en seguir escribiendo sobre Marruecos, el Estado costero y, por lo tanto, el país de nuestro continente africano más cercano a Canarias. Y, además, posicionarme a favor de nuestros vecinos -con los que, lejos de tópicos al uso, estamos condenados a entendernos- y en contra de ese instrumento de Argelia llamado Frente Polisario, que, hablando en plata, bastante nos ha estado jodiendo en todo este tiempo a los canarios con el conflicto artificial del Sahara Occidental, la excolonia española, y su falsa defensa del pueblo saharaui, cuya representación se atribuyen indebidamente. Sobre todo, y aquí quiero ser muy claro y transparente, por la máxima de que "los enemigos de mis amigos son mis enemigos". Cuestión que ya he dejado meridianamente clara desde hace tiempo, y más recientemente en un sonado artículo titulado "Marruecos, sí; Polisario, no" (ver EL DÍA del 30 de junio de 2012).

En esa línea de afinidades, hoy quiero hacer mención al discurso pronunciado por S. M. Mohamed VI, rey de Marruecos, con motivo del 37º aniversario de la Marcha Verde, a la que, por cierto, me referí en mi artículo del pasado martes día 6 de noviembre, titulado, precisamente, "La Marcha Verde", al coincidir ese día con fiesta nacional en el vecino país; y donde abordaba dicho acontecimiento, desde otra perspectiva menos historicista, resaltando su enorme importancia para la historia reciente de Marruecos, por cuanto significó la reunificación territorial con la incorporación de las Provincias del Sur, cuya capital administrativa es El Aaiún. Y donde días pasados fueron de nuevo expulsados por las autoridades marroquíes un grupo de provocadores, a cuyo frente iba el tal Carmelo Ramírez, que pretendían entrar en el territorio para alborotar y alterar la paz social de la zona. ¡¡Esos son los mal llamados "amigos del pueblo saharaui"!!

Pero antes de comentar los importantes pasajes del discurso real, quiero significar algo sumamente importante: ¿por qué la Primavera Árabe pasó de largo por Marruecos? Pues gracias, sobre todo, a la inconmensurable labor de Mohamed VI, quien, con sus grandes reformas, ha convertido a Marruecos en todo un referente no solo en el Magreb, sino en toda África y en Próximo y Medio Oriente. Porque el monarca marroquí tenía bien aprendida la lección. Mohamed VI ha sido, sin duda alguna, el verdadero artífice del Marruecos del siglo XXI: un país pujante, en vías de desarrollo, con grandes potencialidades, y todo un ejemplo a seguir; donde la población ha sabido apreciar en su justa medida los desvelos de su rey en la defensa de sus derechos y libertades.

El rey Mohamed VI comenzó su esperada alocución con las siguientes palabras: "Querido pueblo: con total orgullo, conmemoramos en el día de hoy el 37º aniversario de la gloriosa Marcha Verde. Este evento no solo constituye una hazaña nacional que materializó la conducta civilizada adoptada por Marruecos en la recuperación de su Sáhara, sino porque representa un logro histórico, por excelencia, que continuamente nos inspira valores de patriotismo y cohesión entre Trono y pueblo, amén del sólido consenso logrado en torno a los valores inmutables y sagrados de la nación. Fieles al eterno Juramento de la Marcha, con total confianza y tesón, perseguimos el renovado camino emprendido hacia el afianzamiento de nuestro modelo nacional, consentido por todos los marroquíes".

"Gracias a Dios, nuestro país ha conseguido importantes logros merced a las básicas reformas políticas e institucionales, que hemos emprendido con voluntad sincera y conciencia responsable, a las que hay que añadir las distintas obras estructurales de desarrollo y las ambiciosas iniciativas que buscan reforzar la cohesión social y garantizar la vida libre y digna a nuestros ciudadanos, en el seno de una profunda sinergia con las legítimas ambiciones que animan a nuestro fiel pueblo".

"...Esto mismo es lo que vienen a reflejar las distintas reformas profundas y las grandes realizaciones conseguidas por nuestro país, como puede ser la consagración de la alternancia democrática entre mayoría y oposición, que desde 1997 se verifica en Marruecos. En este sentido, queremos exhortar a todos los actores y responsables en las distintas instituciones para que estén a la altura de la misión que les ha sido confiada. Así pues, además de los poderes ejecutivo y judicial, invitamos a todos los órganos electos, en sus distintos niveles, a guardar constante respeto al nuevo concepto de autoridad en todas sus dimensiones. De ahí que el diputado electo ha de estar al servicio del ciudadano, además de mostrarse digno de la confianza en él depositada, lejos de cualquier estrecha consideración personal o sectorial".

Las líneas maestras del discurso de Mohamed VI se centraron además en otros aspectos internos: "La pertinente iniciativa de dotar al Sahara marroquí de gobierno autonómico en el marco de la soberanía y unidad nacional y territorial del Reino ha constituido un importante viraje en el proceso de arreglo definitivo de este artificial diferendo regional, en consideración de que se halla en armonía con la legalidad internacional y que confiere a todos los habitantes de la zona una amplia gestión en sus asuntos locales, dentro del respeto de sus especificidades culturales. No obstante, la dinámica lanzada por esta valiente iniciativa, a través de un nuevo proceso de negociaciones, no ha conseguido hasta el momento alcanzar la deseada solución política consensuada y definitiva, a causa de una voluntad sincera de las demás partes, acampadas en una actitud de obstaculización y maquinación. Amén de lo referido, Marruecos invita a la comunidad internacional a una fuerte implicación con el fin de acabar con el drama vivido por nuestros hijos en Tinduf, dentro del territorio argelino, donde imperan la opresión, la represión, la desesperación y las privaciones, bajo sus normas más infames y en flagrante violación de los más elementales derechos humanos".

En este sentido, enfatizó Mohamed VI, "queremos renovar nuestra llamada al ACNUR, en el marco de sus responsabilidades en el ámbito de la protección, y en consideración de las responsabilidades internacionales de Argelia, país de acogida, para llevar a cabo el registro y el censo de los habitantes de los campamentos, en aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de 2011 y 2012".

Otro de los aspectos importantes señalados en su discurso por el monarca marroquí se refiere al Magreb: "El nuevo orden magrebí al que hemos llamado el año pasado se ha convertido en una imperiosa necesidad, más que en cualquier otro momento pasado, y que debemos plasmar en una verdadera realidad palpable, para poder edificar el hogar magrebí común. Esto obliga a los cinco países magrebíes (Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania) a asumir el compromiso de ruptura con la lógica del inmovilismo que hipoteca el futuro de la Unión Mabrebí, incluso le convierte en el proceso integrador regional menos avanzado del continente africano".

Las relaciones exteriores fue otro de los capítulos importantes del discurso real: "Marruecos continuará consolidando sus relaciones con los países africanos hermanos, tanto en el ámbito bilateral como regional, a pesar de la persistencia de determinadas partes de aferrarse a posturas superadas, basadas en tesis estériles e inaplicables, ignorando y contradiciendo el desarrollo objetivo que conoce el expediente del Sahara marroquí. En cambio, nuestro país, desde su fuerte convencimiento en cuanto a la justicia de su causa y la corrección de sus orientaciones, y desde su plena conciencia de su deber hacia los habitantes de su Sahara, no va a permitir, cualesquiera que fueran las circunstancias y condiciones, que el destino de su Sahara se supedite a los cálculos de otras partes y de sus desesperadas maniobras. Por ello vamos a continuar nuestras marchas de desarrollo y modernización de nuestro Sahara, con mayor empeño y esfuerzo perseverante. En este marco, queremos reiterar nuestro compromiso de poner en práctica la regionalización avanzada, dando prioridad a nuestras Provincias del Sur, que acometerá el Consejo Económico Social".

El rey Mohamed VI finalizó su grandioso discurso con las siguientes palabras: "He aquí la mejor expresión de fidelidad a la memoria del artífice de la Marcha Verde, Nuestro Venerado Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios le tenga en su gloria, y a las almas de los mártires de la integridad territorial". ¿Alguien en Canarias tiene aún alguna duda de con quién nos conviene estar? La cuestión no admite dudas: entre el Polisario y su fantasmagórica RASD y Marruecos, un Estado soberano y amigo, ¡¡la elección es obvia!!

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