1.- Claro, es que hay que saber beber y saber también dosificar lo que uno se mete en el cuerpo, sea cual sea el orificio. En esta vida es muy importante, y más con los tiempos que corren, controlar los orificios. Le pasó a un conocido político lanzaroteño, que se fue de copas y de actos, bebió -y eso- más de la cuenta, y a las cinco de la madrugada lo encontró la policía, todo babado, tirado en un rincón. La mujer del César, o en este caso el propio César, no sólo tiene que ser honrada sino parecerlo. Y honrado sí que parecía, pero babado y empotado también. La pasma lo llevó a su casa y el hombre no reaccionó hasta el día siguiente. Se trata de uno de esos pijillos de la nueva generación, que se creen que todo el monte es orégano. Yo prefiero tratar con los viejos zorros del champán y las putas antes que con estos que se ponen el jersey por encima de los hombros y llevan Ray-Ban hasta cuando van al retrete, a lo propio o a jalar por el resuello. Esos del cogote enderechado que parece que se tragaron el madero de Cristo amén de sustancias del recto proceder de V.I., cuya vida guarde Dios muchos años, como se decía, en tiempos, en los saludas del Casino de los Caballeros.

2.- ERE sin piedad en Radio Club Tenerife, pero Lourditas, que es muy lista, prefiere que se lo haga un godo. Cautivo y desarmado Javi Pons, su mentor, ella quiere ganarse el despacho de Prisa, muy deprisa. ¿Lo cogen? Y entonces prefiere que sea un godillo el que venga a despedir al canario y así la canariona se lava las manos, como Poncio Pilatos. Lourdes Santana es guapa y lince, por lo que veo y me cuentan. Yo, cuando sea mayor, quiero ser como Juanma Bethencourt, un mimado de la causa. Ahora sestea en la Concejalía de Urbanismo lagunera, a la espera de que Ani Oramas releve a Paulino y lo meta -ay, ay, ay- en la tele autonómica. Te digo yo a ti que los hay muy listos, pero que muy listos. Este sabe esperar. Y su hermano Quiquín lleva años tratando de tú al bicho de la papa sin que nadie le tosa. Estos de la agricultura están siempre agazapados y o luchan contra Europa o contra el mentado bicho, que viene a ser lo mismo.

3.- Me parece que Fernando Álamo, uno de nuestros mejores pintores, y yo estuvimos juntos en Israel, en un viaje fantástico que organizó el Gobierno de Jerónimo Saavedra. Ahí conocí yo a Simon Peres y me parece que a Golda Meier, o quizá lo de esta última lo soñé. También a otros líderes israelíes. Aquellos sí eran viajes, ¿eh, Fernando? El gran pintor acaba de entrar en el Club de los Sesenta y esta semana hablé con él para felicitarle. Tuve una novia israelita que se llamaba Aviela. Ay.

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