Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, pidió el sábado más competencias para esta institución. ¿Por qué Melchior, que ha demostrado su valía como hombre de proyectos, no da el paso decisivo y exige la independencia de Canarias? Con la soberanía no tendríamos necesidad de estar mendigando porque seríamos dueños, de la noche a la mañana, de todos nuestros recursos. En vez de quejarse por la ausencia de la realeza española en los actos conmemorativos de los primeros cien años del Cabildo, como decíamos hace unos días, debería nuestro buen amigo icardo Melchior centrarse en la realidad de su tierra. Una realidad cargada de problemas que se derivan de la situación colonial y del mal Gobierno regional que tenemos porque está en unas manos nefastas. Sabemos que Melchior es persona influyente en Coalición Canaria. ¿Por qué no usa su capacidad de convicción para urgir el cese de Paulino ivero? De esa forma le haría un gran servicio a su partido, a su Isla y a todo el Archipiélago. Lamentando la ausencia de los Príncipes de Asturias, poco o nada consigue para el bienestar de los canarios.

icardo Melchior es, como decimos, un hombre que será recordado por las obras que ha realizado. Nos gustaría que su nombre también quedara inscrito en la historia de Canarias como el primer presidente de un cabildo que exigió la independencia. Lamentar la ausencia de la realeza, insistimos, es un error. ¿Qué tenemos que ver nosotros con la monarquía española si los monarcas españoles han sido el símbolo de nuestro sometimiento colonial desde el tiempo de los eyes Católicos? El alma de los canarios no es española; es isleña. Por lo tanto, los eyes de España no son nuestros reyes. Además, en algunos casos tanto la realeza española como la europea -tampoco somos europeos; somos africanos con cultura europea- está compuesta por chatarra popular.

Pidiendo la independencia de Canarias, icardo Melchior, o el presidente de cualquier otro cabildo, o inclusive el alcalde del más humilde ayuntamiento del Archipiélago, no estaría cometiendo un disparate como piensan los amantes de la españolidad y los españolistas. Estaría recogiendo el sentir popular porque, por mucho que les pese a quienes no quieren la libertad de los canarios, cada vez se oye más por las esquinas que el pueblo está cansado de tanto sometimiento y de tanta necedad política porque ambas lacras, sometimiento colonial e incapacidad para gobernar, nos han conducido al paro, a la miseria, al hambre, a las muertes en las listas de espera sanitarias y a la emigración de nuestros jóvenes. El colonialismo y la ineptitud como político del presidente del Gobierno de Canarias nos han arrojado al pozo negro en el que nos encontramos.

Hubiera sido conveniente la presencia de los herederos de la Corona española en los actos del centenario del Cabildo si el presidente de la Corporación insular hubiese aprovechado la ocasión para decirles que estamos hartos de que España saquee nuestros recursos; para decirles que no queremos que los españoles sigan robando el pan de nuestros hijos; para decirles que seis siglos de colonialismo han sido suficientes para que los canarios hayan renunciado a ser esclavos un solo día más.

No estaría de más que el presidente del Cabildo les enviase una carta a los Príncipes de Asturias en la que les expresase que su ausencia de Tenerife fue, a posteriori, un acierto porque, después de pensarlo mejor, en esta isla no necesitamos a los monarcas colonialistas; ni a los actuales, ni a los futuros. Lo que necesitamos en Tenerife y en el resto de las islas es libertad. Independencia para dotar a la nación canaria de su propio estado. Soberanía para que los canarios tengamos la nacionalidad que nos corresponde, que es la de canarios y no la de españoles o, peor aún, la de europeos ultraperiféricos, pues esta denominación equivale a decir que somos nativos colonizados como los habitantes de las colonias francesas de ultramar.

Si Coalición Canaria hiciese suyas estas ideas -aunque lo son ya de sus militantes patrióticos-, no solo se salvaría como partido sino que asumiría el enorme honor de encabezar el movimiento libertador de Canarias. En cambio, si no lo hace, está formación política está condenada a desaparecer. Unos cuantos mercantilistas que han logrado situarse bien en política, de una forma hábil, pero sucia, no van a seguir engañando al pueblo.