No, no me he vuelto loco, ni he sufrido un ataque de estupidez, ni siquiera de barroquismo; ni de rococó intelectual. El título viene dado por unas declaraciones que hizo el otro día en la Cope, a Mayer Trujillo, una de esas sindicalistas a las que supongo con pelos en las patas, peinado como el de la monja alférez y cerebro de mosquito integrado por frases aprendidas de un libro comunista rancio desechado por su propio sindicato, por ininteligible. Hablaba de la educación, según creo, y estaba poniendo de chupa de dómine a ese híbrido físico entre Juanito Cruz y Manolo Vieira, que es el consejero de Educación, José Miguel Pérez; por otra parte un hombre caballeroso y que jamás pierde las formas. La fulana se arrancó por filosofía barata y cuando Mayer le preguntó por lo de rigor, ella se despachó a gusto. Yo iba conduciendo, di un frenazo, saqué el cuaderno y apunté: "Todo esto" -decía- "no es sino una consecuencia de la crisis estructural del capitalismo". ¡Toma coño! Una frase digna de la película "Tal como éramos", con Robert Redford en plan chachi y ella -la activista, Barbra Streisand- repartiendo octavillas reivindicativas en la puerta del "Plaza" de NuevaYork, el hotel de mis amores.
2.- Sólo que no me imagino a la Streisand con pelos en las patas sino con un cuidado y suave rasurado que no me dio a tiempo a comprobar cuando en su apartamento se desnuda ante un Redford vestido de marinerito. Me quedé ciertamente perplejo con la reivindicación de la doña, a quien no vi sino oí -menos mal-, largando por esa boquita frases de ese tenor. Y me dije que en pleno siglo XXI, con el mundo pegando tumbos en el espacio sideral y con otro papa bueno en Roma, ¿cómo es que todavía se habla así? Ella quería referirse a la crisis, sin más, pero le salió lo otro, en un ejercicio peligroso de vuelta a la revolución bolchevique. Que Dios nos coja confesados si realmente se produjera una crisis estructural del capitalismo.
3.- Recupero el papelito arrugado que me metí en el bolsillo con la frase de la jermu -mujer, en lunfo- apuntada en él. Qué candidez, Dios mío, la de algunas personas que todavía hablan así, ungidas con el desodorante de Mao; desodorante chino y, por tanto, chimbo. Evoluciona todo, hasta los chinos, apuntados ahora al capitalismo; evolucionan todos menos la chica comunista entrevistada por Mayer para la Cope, un día de estos, en la lejana isla de Tenerife. Tal como éramos; no hay más que escuchar estas cosas para darse uno cuenta de que no hemos cambiado, seguimos en el amado siglo XX de nuestra juventud y de nuestros pecados. Lo que nos pasa es por causa de la crisis estructural del capitalismo. Manda huevos.
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