"El Gobierno de Canarias pone en peligro el programa de ayudas de medio centenar de ONG". ¿Y qué no pone en peligro el Gobierno de Canarias? No obstante, a estas alturas ya no es suficiente con decir que Paulino Rivero y los políticos, todos ellos tan ineptos como él para desempeñar un cargo público, que forman parte del Ejecutivo regional ponen en peligro esto o lo otro. A estas alturas, como decimos, ya se han llevado por delante el bienestar de miles de canarios, a los que han sumido en la más negra de las miserias. No hace falta que recordemos un día más cuál es el panorama de estas Islas cuando se cumplen seis años desde que Rivero, en mala hora, ascendió a la presidencia del Gobierno de Canarias. Nunca estuvo tan alto un político torpe ni jamás cayó tan bajo una institución que, pese a ser un instrumento de la colonización española -mientras no seamos una nación soberana no tendremos un auténtico Gobierno de Canarias-, merece un respeto por el mero hecho de estar al frente de dos millones de personas, que son los habitantes de estas Islas.

Lo malo es que las cosas se tuercen desde sus comienzos. Puede ser legal porque así lo establecen las leyes, pero es del todo inmoral que estén gobernando precisamente los dos partidos que perdieron las elecciones. Lo que empieza mal, sigue peor y acaba en un desastre. Por ejemplo, en la hecatombe social que supone tener casi 400.000 parados en el Archipiélago. Si todavía no se ha producido un estallido en las calles similar al que acabó en Francia con la corte de Versalles, o incluso parecido a las revueltas de la llamada primavera en los países árabes, es debido a la enorme economía sumergida que existe en Canarias; más del 28 por ciento del PIB regional, según estimaciones de Comisiones Obreras.

Esto tiene una explicación: la gente está cansada de que la esquilmen con impuestos abusivos tanto el Gobierno de Canarias como, lo que todavía es peor, las oficinas de recaudación de la Hacienda española, que están haciendo su agosto por adelantado, como ocurre cada año, con la campaña del IRPF. El pueblo está muy harto de deslomarse a trabajar para mantener a políticos zánganos de aquí y de allá. Los canarios no quieren seguir pagando tributos coloniales como si fueran negritos a los que, durante la ignominiosa época de la esclavitud, explotaban los colonizadores blancos para que cosecharan el café, el cacao o la caña de azúcar. La esclavitud, incluso la esclavitud administrativa que nos impone España con un colonialismo trasnochado e impropio del siglo XXI, es un crimen de lesa humanidad tan grave como el hecho de que hoy sigan existiendo colonias, entre ellas la de Canarias.

La gente también se refugia en la economía sumergida porque no quiere costear peinetas y mantillas de virreinas que se creen las amas de las vidas y haciendas de los canarios. ¿Cuándo reaccionará CC y se quitará de encima a esta pareja de déspotas políticos? También publicábamos ayer en nuestra primera página que el Gobierno regional impone un lema del citado partido nacionalista para celebrar el Día de Canarias. Ante todo debemos insistir en que celebrar el Día de Canarias es una burla mientras continuemos siendo un país sometido por otro que está lejísimo; nada menos que en otro continente. Lo propio sería celebrar el día de la lucha del pueblo canario por su independencia, pero poco podemos esperar en este sentido de los políticos que sientan sus señoriales posaderas en el Parlamento autonómico. Los del PP y el PSOE son estatistas por propia naturaleza, mientras que los de Coalición Canaria, llamados a procurar la libertad de su tierra como hacen los partidos nacionalistas en cualquier lugar del mundo, nos han salido ranas. Aunque existen entre ellos algunos patriotas a los que todos conocemos, la mayoría son nacionalistos o simples bolsilleros políticos a quienes lo menos que les preocupa es el bienestar de los isleños.

Acusan al Gobierno regional, presidido por esa "lumbrera" política que ahora también quiere cambiar la Constitución española, de imponer para el Día de Canarias el lema "Más que nunca", que ya utilizó CC en su último congreso. Nosotros proponemos que sea otro: "CC más nunca". Más nunca mientras los falsos nacionalistas que se han cobijado bajo las alas de este partido no sean expulsados, y mientras esta formación política no apueste decididamente por la independencia, única vía para salir de la crisis en la que estamos.