1.- Hay una cosa que les quiero decir. No pretendo ser émulo del programa de televisión/basura. No, les hablo de la sanidad. Desde hace tres o cuatro semanas existe la orden, por parte del Servicio Canario de Salud, cuya titular es la incompetente , un desastre como responsable de su cargo político, de trasladar los pacientes oncológicos de Lanzarote y Fuerteventura al Hospital Universitario de Tenerife (HUC) y a la Residencia de la Candelaria, para que reciban en estos centros radioterapia. Un disparate, porque el hospital Doctor Negrín de Las Palmas tiene el mejor servicio de Oncología Radioterápica de España. Sin duda. Ya quisieran nuestros dos grandes centros contar con la mitad del servicio del Doctor Negrín, muy bien dotado tecnológicamente y con amplias instalaciones de todo tipo. ¿Y saben ustedes, desocupados lectores, lo que se consigue con el disparate de traer los enfermos de esas islas a Tenerife, en vez de mandarlos a Las Palmas, donde estarían mucho más cómodos y mejor atendidos?

2.- Pues que los pacientes tinerfeños que necesitan radioterapia ven cómo se retrasan sus tratamientos. El Servicio Canario de Salud dice que el "Negrín" está saturado, pero es mentira, mucho más saturados están los servicios oncológicos de Tenerife. Algunos profesionales de esta especialidad me han comentado que recemos para que no se estropeen, por sobrecarga, los aceleradores lineales (a través de los cuales se suministra la radioterapia). Estos aparatos, cuando se les somete a un exceso de actividad, sufren más averías y mucho más costosas de reparar, con lo cual, al fallar, tendría mayor demora la atención a los enfermos oncológicos de Tenerife, de Fuerteventura y de Lanzarote. Con lo que esto significa para su salud pues la administración de radio y quimioterapia en oncología está muy reglada y ha de ser exacta en los plazos para que el enfermo no asuma riesgos innecesarios.

3.- Hace días que llevo diciendo que los responsables sanitarios de Canarias, desde la inútil de la submarinista a la amiga de Román Rodríguez, se deben mandar a mudar. Por incapaces. Hace mucho frío ahí fuera. Y los platos rotos los pagan los enfermos, en primer lugar, y los abnegados responsables de la sanidad, pero los de a pie: los médicos, los enfermeros, los auxiliares, los que tratan diariamente con el problema. Han logrado, ni más ni menos, que una sanidad tercermundista. Y no hay derecho. Deberían darse una vueltita, pero como usuarios normales, no como personajes VIP, por la Residencia Sanitaria. Qué vergüenza.

achaves@radioranilla.com