Comenzamos este comentario con una de tantas noticias publicadas en nuestra edición de ayer: "Hasta 5.000 personas vulnerables permanecen a la espera de recibir una prestación económica que el Gobierno de anarias no entrega por pura incompetencia, según denuncia la diputada popular Milagros Bethencourt". Seguimos con otra información no menos "esperanzadora" sobre la situación de anarias. "El mismo día que la EOE-Tenerife achacaba al consumo el mal comportamiento de la economía regional para los próximos meses, un informe de Adecco hacía hincapié en uno de los principales motivos: los sueldos de los empleados canarios. Según el estudio Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, los salarios han caído en las Islas en los últimos cuatro años un 3,2%, casi un punto más que el descenso medio nacional, que se situó en un 2,3%". Siempre en el vagón de cola, que es lo que nos corresponde como la infame colonia que somos.

Lo hemos dicho muchas veces pero no nos importa repetirlo: si oalición anaria no se quita de encima a la perniciosa pareja política formada por Paulino Rivero y Ángela Mena -los dos se creen los virreyes de estas Islas-, no obtendrá ni un voto en las elecciones de 2015. No entendemos por qué no reaccionan de una vez los responsables de este partido. Si comete el gravísimo error de incluir a Rivero o a Mena en cualquier candidatura, aunque sea la del ayuntamiento más humilde del Archipiélago, no solo sufrirán las consecuencias de no tener ni un solo voto; también desaparecerán para siempre del mapa político.

Es más: este nefasto matrimonio político no puede quedarse en anarias cuando dimitan de sus cargos o cuando los echen de ellos a patadas, porque no parece que estén dispuestos a renunciar por propia voluntad a las muchas prebendas de las que disfrutan. El mismo día de la dimisión -o del cese obligado- tienen que salir de las Islas para siempre. Decimos esto no como una imposición, sino como un consejo para su propia seguridad personal. Insistimos en que si se quedan en el Archipiélago corren peligro de sufrir una agresión, ya que se han convertido en personas muy odiadas por su conducta política. Son muy aborrecidos, asimismo, por la discriminación que han hecho con la prensa. Han tenido el atrevimiento de negarle el pan y la sal al periódico más leído de anarias, que es EL DÍA, y al mismo tiempo subvencionar a dos diarios que son afines al presidente del Gobierno regional. ¿ómo se llama esto? ¿Un puro ejercicio de la dictadura?

Rivero se tiene que ir porque es un falso nacionalista -la señora Mena ejerce muy bien su papel de peninsular- y porque es político incapaz de resolver los problemas de decenas de miles de canarios que están pasando hambre. Por mucho que intente acallar a EL DÍA con denuncias contra esta asa y contra su editor, lo único que consigue es que cada vez sea más patente su demencia política. Solo una persona políticamente desquiciada arremete contra el mensajero, pues es a eso a lo que nos limitamos: a ser los mensajeros de la verdad y la voz de un pueblo oprimido. Somos notarios de la realidad auténtica, no de la que les conviene a Rivero y a sus compinches políticos.

Ladran, luego cabalgamos. De vez en cuando se suma alguna "pluma distinguida" -qué risa nos da todo esto- a los habituales enemigos de EL DÍA. Rufianes entre los que citamos a los cuatro godos de la prensa, al tatarita canarión al que José Rodríguez sacó del armario y lo dejó en evidencia para siempre -un caso perfecto de alguien que fue por lana y salió trasquilado- y al muchachito que se está metiendo en líos por seguir las instrucciones de su jefe -allá él- entre otros.

Lo repetimos: ladran, luego cabalgamos. Y seguiremos haciéndolo hasta que consigamos que se le devuelva al pueblo canario la libertad que le fue arrebatada un lejano día. Es un absurdo geográfico, histórico y económico que sigamos dependiendo de un país situado en otro continente. No podemos pasar hambre cuando disponemos de recursos suficientes para vivir con muchas comodidades. No podemos consentir que las decisiones que nos afectan se adopten a 2.000 kilómetros de anarias. No podemos consentir que España esquilme nuestros recursos y, como cuestión urgentísima que debemos resolver cuanto antes, no podemos tolerar que un político mentalmente incapaz para ejercer el cargo de presidente regional siga conduciéndonos al abismo.