Una vez que se va asimilando el informe de los expertos sobre la reforma de las pensiones se le van poniendo a uno los pelos de punta Y es que en este informe se estigmatiza a los pensionistas, y en vez de sentirnos orgullosos porque la tasa de supervivencia haya aumentado, de nada sirve puesto que, en vez de sentirnos orgullosos porque nuestros mayores disfruten de más años de vida, se les penaliza; en vez de que tengan una muerte digna se impone la ley del conchabeo y se define estrictamente cuándo se tienen que morir; y estando vivos se decide cuándo hay que dejar este mundo todavía con los pies en la tierra.

Y si se continúa disfrutando del mundo en lo que se pueda, no está permitido porque el Estado, auspiciado por el Gobierno de turno, en este caso el del PP, desarrollará la "cacotanasia". O sea que se le va a imponer al pensionista la fecha de su muerte, estando con vida, sin su propio consentimiento.

No se hará lo posible por socorrerle y respetarle; se le tirará a la basura como un trasto inservible y desde las altas instancias se le dirá que la vida se acabó para los pensionistas en esa fecha perfectamente determinada, por lo que si pretenden seguir viviendo lo tiene muy difícil.

No sé si cuando los expertos señalan fechas saben que están jugando con la vida de las personas. Ignoro si están en sus cabales o sometidos a la obediencia de consignas preestablecidas y dispuestos a corroborar el disparate y ser partícipes de monstruosidades, de actitudes inquisitoriales sin siquiera hacer una previsión con fidelidad, con estilo, con elegancia, sino todo lo contrario, hay que arrojar por la borda del barco a los inservibles, que serán a partir de un tiempo de vida los que dispongan gobiernos tiranizantes, y que emulan comportamientos que la historia ha sepultado por vergonzantes y que se han empeñado en rescatar sin ningún reparo y enfatizarlo como un logro de "sostenibilidad" del sistema y ponerlo en el calendario vital de cualquiera.

Quedaban y quedan muchas cosas por ver, el espanto no se ha curado, los inventos de los expertos han despertado la conciencia de la gente y desde un darwinismo dañino, maligno, se creen que han quedado como los descubridores de la panacea, que sin su concurso el sistema se iría al traste, y no saben, junto al Gobierno, que están jugando con fuego, con el futuro de las personas a las que dicen proteger y que son causa de sus desvelos pensando a la vez que estas se chupan el dedo y están dispuestas a comulgar con ruedas de molino.