1.- Los miembros del Paulinato integrados -decían que de forma provisional, pero qué coño- en la gestora de la Fundación CajaCanarias han encontrado el chollo de su vida. Aparcan algunos de ellos en el estacionamiento reservado del edificio; parece que quieren cobrar dietas por sus reuniones (si no las cobran ya) y se han sentado (con foto) con altos cargos de La Caixa, para presumir de que mandan y para repartir ayudas sociales "a Canarias", con el dinero de Tenerife. Porque hay que ser solidarios, como y compañía. Primero dijeron (los cinco de la orquesta de Renato Carossone) que la misión de la gestora iba a ser, exclusivamente, redactar los estatutos. Pero resulta que se los encontraron hechos. Y como no tienen nada que rascar, Marisita se ha metido en el despacho de Arvelo y debe de ser que le ha cogido gusto al sillón, porque no despega el culo de la banqueta. No han tenido ni la prudencia de esperar a que el Tribunal Contencioso dirima las demandas presentadas y decida sobre quiénes son legales, si éstos o los anteriores. Me da vergüenza.

2.- Ya saben quiénes son los jóvenes miembros de la gestora: Marisa Tejedor, María Dolores Pelayo, Juan Alberto Martín, Miguel Becerra (uno de los hombres oscuros del extinto Adán Martín) y Rafael Daranas. Este último se ha rajado bastante y se ha mandado a mudar a La Palma, de donde nunca debió haber salido. Me sentí adivino cuando los vi, en una mesa presidencial, repartiendo 800.000 euros a los necesitados. Debo advertir a mi estimado Andrés Orozco que tenga cuidado con los vecinos de mesa. Y a David Cova, su adjunto, o lo que sea, una pregunta: ¿cómo es, hombre, que te sientas al lado de los que defenestraron a Álvaro Arvelo, al que le debes la vida? No hace falta que me contestes porque me lo imagino. Las cosas del querer.

3.- Cada vez me da más asco todo. Confieso que la realidad me supera. El otro día, hablando con el matrimonio Salgado (Antonio y Luisa), me decían que un cronista de sucesos de otro periódico local está empeñado, el muy cabrón, cada vez que le pasa algo a un tipo de 65 años, en llamarlo anciano. Como yo tengo 65 y Antonio y Luisa algunos más nos estamos declarando indignados en el registro correspondiente. Lo digo porque en los 65 años que he vivido no he visto tropelía mayor que la cometida por Rivero y sus secuaces contra los intereses de Tenerife, apropiándose de CajaCanarias. Ahora se les ve el plumero. Ya están repartiendo donativos y politizando la entrega. Dejo fuera a Orozco, que me merece todos los respetos. Que ni chiquita tropa, Watson. Mezquinos.

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