A finales de los 80, la ATAO programó en el teatro Leal de La Laguna la ópera "El elixir de amor", y sin saber por qué el tenor y el director contratados levantaron vuelo, por lo que hubo que sustituirlos rápidamente. Marco Armiliato, por entonces contratado como maestro repetidor, dijo que estaba cualificado para dirigir la obra, e insistió tanto que la asociación tomó la decisión de aceptar su propuesta. Trajeron un tenor bastante mayor pero de gran solvencia (no recuerdo su nombre), y con ambos se consiguió un gran éxito. Recuerdo que para vestir a los aldeanos se eligieron trajes típicos de campesinos, y resultó muy bonito, salvo para el ínclito don Felipe Coello, que dijo que aquello era una "magada", a pesar del notable éxito de la representación. Opiniones para todos los gustos.
Visionando vídeos en internet, me encuentro con una gran gala lírica, celebrada en la ciudad alemana de Baden-Baden en 2007, nada menos que con la soprano Ana Netrebko, la mezzosoprano Elina Garanca, el tenor Ramón Vargas y el barítono francés Ludovic Téssier, todos dirigidos por el gran Marco. Me hizo evocar los buenos momentos pasados en La Laguna, cuando el dueño de "Casa Maquila" esperaba a los cantantes hasta bastante tarde para que pudieran cenar tras los ensayos y la representación.
Por aquel entonces, Armiliato tendría unos 30 años, y era un joven apocado y simpático que siempre sonreía. Con los años se ha labrado una gran carrera en la dirección de orquesta, y está considerado uno de los directores de ópera más respetados de la actualidad, siendo invitado frecuente en los teatros de ópera más prestigiosos del mundo. Nacido en Génova en 1956, tiene un hermano gemelo, Fabio, un tenor de gran solvencia en todas partes, y ambos han conseguido con perseverancia situarse en lo más alto del panorama lírico internacional. Dice su biografía que hizo su debut profesional en América del Sur en 1989, mientras el de Estados Unidos, país donde pasa largas temporadas, llegó en la Ópera de San Francisco en 1996. Pero además de en ese Estado, también es habitual del Metropolitan de Nueva York, donde ha dirigido "Ana Bolena", "El trovador", "La boheme", "Madame Butterfly", "Aida", "Ernani", "Turandot", "La Traviata", "Tosca", "La favorita", o "Caballería rusticana", y este año estará en Chicago. Una carrera meteórica y prestigiosa que me llena de satisfacción, pues aquí tuvo una gran oportunidad y podemos presumir de ello.
Tiene en su haber una extensa discografía, además de lanzamientos de deuvedés de "La hija del regimiento", "La Rondine" o "Lucia de Lammemoor". En sus proyectos recientes comparte cartel con Renée Fleming, Angela Gheorghiiu, Ana Netrebko, Plácido Domingo, Rolando Vilazón, o Jonás Kaufmann, del que tengo pedido su último cedé en El Corte Inglés, uno de los más prestigiosos tenores del panorama lírico internacional.
Para que los buenos aficionados a la lírica comprendan el grado de categoría de este artista tomen nota de su programa para este 2013, en el Metropolitan: "Rigoletto", "La Traviata", "Francesca de Remini" y "Andrea Chenier"; en la Ópera de Viena: "La Traviata" y "Andrea Chenier"; en la Bayerische Staatsoper: "Las b odas de Fígaro" y "Rigoletto"; "Tosca" en Zurich; "La Traviata" en Montecarlo; "La hija del regimiento" en París; "La Rondine" en Londres; e incursiones en el sudoeste asiático. ¡Un autentico fenómeno! Lo recuerdo con mucho cariño, porque en aquellos momentos de incertidumbre, y pensando en el posible fracaso, él siempre fue positivo y estuvo seguro de sí mismo. Con los años se ha colocado a la altura de los grandes directores, con sencillez y naturalidad, sin el menor divismo, pero sobre todo con estudio, preparación y trabajo, que es el único método que permite llegar tan lejos.
También ha estado y estará en Viena, Berlín, el Liceo y el Real, pero espero que en algún momento pueda volver con nosotros, o al menos a Las Palmas. Aquí podría recordar aquellos tiempos de La Laguna donde dábamos largos paseos, y si hoy viniera se asombraría de la hermosa ciudad en que se ha convertido La Laguna. Por eso afirmo con orgullo que uno de los grandes directores de orquesta, triunfador en el mundo, prácticamente debutó en Tenerife. Y al que le pique que se rasque.
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