Menos mal que ha venido a Canarias Juan Verde para decirnos que Obama no ha decepcionado a nadie. Le reconozco al señor Verde, nacido en Telde, sus méritos personales que son muchos, pero las milongas prefiero que me las canten en la tierra de los tangos. Para vender falacias nos sobra con Rivero y su blog dominical. ¿No ha decepcionado Obama? Desde luego que sí. Solo conozco a un político, por cierto llamado ariano Rajoy, que haya incumplido más promesas que el actual presidente de los gringos. Guantánamo, sin ir más lejos -o yendo todo lo lejos que uno quiera- sigue abierto. Y del espionaje a los amigos, ¿qué decimos, don Juan? Digo que si algo de eso lo hubiese hecho Bush, la prensa progre no hubiese parado de echar fuego en sus portadas durante los años que han transcurrido desde que Obama llegó a la Casa Blanca. En realidad, y no soy el primero en decirlo, Obama ha prolongado las mismas políticas de su predecesor republicano, aunque no creo que Bush se hubiese arriesgado a espiar a la prensa. En cuanto a la ejecución programada de Bin Laden sin juicio ni nada que se le parezca, cuya responsabilidad fue asumida personalmente por Obama, estamos ante los mismos métodos para eliminar enemigos que empleaban Stalin, Hitler y cualquiera de los dictadores que en el mundo han sido. Hasta el más despiadado de los criminales merece un juicio, y no precisamente la opereta bufa por la que hicieron pasar a Sadam Husein antes de ahorcarlo.

¿Cómo que no ha decepcionado el hombre y el gobernante? Si esto no es decepcionar, a lo mejor tenemos que redefinir ciertos verbos. Entiendo que Juan Verde diga lo que dice porque ha realizado toda su carrera profesional a la sombra del Partido Demócrata y, durante los últimos años, al servicio de Obama. Las opiniones son libres. Tanto las favorables, como las contrarias. En Canarias hay mucha gente que pasa hambre. Desgraciadamente es así. Pero existe una diferencia apreciable entre pasar hambre y ser un muerto de hambre. ás o menos la misma que media entre ser un hombre pobre y un pobre hombre, habida cuenta de que no todos sufrimos la imperiosa necesidad de ir a cierta calle de Las Palmas, día sí día no, para que nos den un bocadillo de sardinas, porque otra cosa no dan.

En definitiva, Juan Verde y sus recomendaciones para Canarias me recuerdan a las que pretendía darle un asesor urbanita a un pastor de ovejas que encontró en el campo. "Debería ponerle cencerro a todas las ovejas y no solo a unas pocas, buen hombre, porque así, además de no crear agravios comparativos, las tendría controladas a todas". "Pues tráigame usted los cencerros que me faltan", le respondió el rústico. Por cierto, ojalá en la próxima visita a Canarias tenga tiempo de explicar Juan Verde cómo se puede extrapolar el modelo energético de El Hierro, todavía pendiente de implantar, a todas las islas, incluidas dos con un millón de habitantes cada una. Si eso es tan fácil, ¿por qué no lo han hecho sus amigos estadounidenses en Hawái? Por ejemplo. O si el petróleo no vale la pena unas catas, ¿por qué siguen los yanquis perforando en todo el mundo y sacando cuanto pueden? Lo de las infinitas posibilidades africanas lo dejo para otro día.

rpeyt@yahoo.es